Sí. He ido a verla.
Mi latido de cinéfila y crítica empedernida (no hay doble sentido) me ha impulsado a ver este film, para saber qué diablos ha engatusado a millones de personas en todo el mundo, qué es lo que ha conseguido esas colas kilométricas, qué es lo que ha conseguido batir todos los récords, qué es lo que ha conseguido detener a fans en todo el mundo al grito de 'Pon un Grey en tu vida'. Además, quería hablar del tema con propiedad de salir la ocasión, pues estaba cansada de las defensoras de Grey como si les fuera la vida en ello. Espero que todas estas personas que con tanto afán protegen su amor por el film, dediquen de cuando en vez tiempo a ver otro tipo de películas que califican como: 'coñazos pedantes' y otro tipo de descalificativos. Bien. Dicho esto, entremos en materia.
Ha sido algo diferente a lo que cabría esperar. Si bien es cierto que el guión es terriblemente cutre, sobre todo durante los primeros 50 (50 sombras) minutos y que estuve a punto de abandonar la sala por resultarme soporífero, ridículo y abochornante aquel amasijo de chistes irónicos, las observaciones que dejarían imperturbable hasta al más lerdo y el trepidante y torpe desarrollo de los acontecimientos (véase, chico conoce chica), me alegro de, finalmente, haber aguantado religiosamente en mi asiento para ver cómo terminaba el experimento.
Entre chistacos malos, una interpretación de Grey digna de mención por su mediocridad y una Anastacia (¿se escribe así?) bastante cómoda en su papel de mosquita muerta, llegamos al punto clave de la relación. Ambos empieza a intimar por fin (en realidad a lo mejor solo han pasado unos dos días, el tiempo en la película es difuso, como ocurre en los dibujos animados), y empiezan a ocurrir ya cosas jugosas. Empezamos a ver a Grey en su papel de chico consternado y a Ana picada por la curiosidad y torturada porque hay algo que no le termina de convencer.
Empieza un juego que, permitidme decir, es hábil. Había esperado otro tipo de personaje femenino, pero la he visto con fuerza, con garra y con ganas de enfrentarse y no rendirse. No, desde luego, ella no es la sumisa que Grey estaba buscando (¡Oh! Lo siento chicas). Creo que eso es cosecha propia de la directora de la película, lo cuál es de agradecer, porque si la película cede a los encantos cancerosos de la novela tendríamos que soportar más crudamente las vejaciones y humillaciones de la hermosísima joven.
No, quitando los primeros minutos, la película no es tan pestilente como yo pensaba, perdonadme. Aunque me apena ver que podría ser millones de veces mejor, si no hubiera sucumbido en las redes de querer complacer a un público amplio y no haya querido mancharse las manos demasiado, solo las puntas. Es una lástima que nadie haya enfocado mejor al personaje masculino porque es un poste divagando por cada fotograma, escupiendo un guion exasperante. Ella devora la pantalla y engatusa al espectador, sin ninguna duda.
Tampoco es excesivamente sexual, pero deja entrever muchas cosas oscuras y difíciles de asimilar. Me cuesta creer aún a día de hoy cómo es posible que tanta masa de público se haya sentido con fuerzas de ver algo así. A mí, que me considero con la mente bastante abierta, me ha costado ver la forma en la que una mujer es atada y azotada por el mero placer de un hombre (dominante). Eso me ha hecho sentir furiosa... entonces he dicho: ¡Eh! Aguarda, me estoy metiendo en la película, estoy siendo empática con Anastacia y detesto a Grey con todo mi ser.... Tan mal no lo han hecho, ¿no?
Curioso fenómeno de masas. Una lástima que no hayan querido sacarle un partido y dotar al film de algo más de calidad, haber ahondado más en la psicología de una situación tan extraña (pero que llega a darse). Una lástima que hayan primado los intereses económicos en lugar del afán por mostrar al espectador algo diferente.
No, no es tan mala. Pero tampoco es buena. Está en un extraño punto medio inquietante. Desde luego, para bien o para mal, uno de los acontecimientos cinematográficos del año.
Y no, ni se os ocurra poner un Grey en vuestra vida. Dicen que viene con 50 sombras.