jueves, 29 de mayo de 2014

A propósito de Llewyn Davis: Otra pequeña decepción de los Coen/**1/2

 
Un joven cantante de folk malvive en el Greenwich Village. Sin dinero, ni casa, consigue dormir en los diferentes sofás de sus conocidos y amigos. Su única vía para conseguirse un sustento es tocar en pequeños garitos por un puñado de dólares. Un día, en busca de suerte, viaja a Chichago para hacer una prueba ante un conocido magnate de la música.

La película, premiada en el festival de Cannes por el Gran Premio del Jurado, trancurre de manera plana, algo surrealista y dentro de sus limitadas posibilidades. Limitadas porque los personajes no llegan a cuajar, y porque la historia no llega a desenvolverse en ningún momento. Soporífera por momentos, amenizada por buenas canciones, con todos los ingredientes esperablemente típicos de las "Road Movie". Únicamente recomendable para los fanáticos de este tipo de películas y los que disfruten con la música folk más pura.

LO MEJOR: La interpretación de las canciones y el gato (aunque se presencia es forzada).
LO PEOR: Su inconcluente final.

lunes, 26 de mayo de 2014

El viento se levanta: Studio Ghibli y su pasión por enamorarnos/****






No todos los directores pueden presumir de haber escrito y dirigido películas como La princesa Mononoke, El viaje de Chihiro, El castillo ambulante, Nausicaä del Valle del Viento o la enternecedora Mi vecino totoro.  Y es que a Hayao Miyazaki no sólo le apasiona hacer buen cine de animación, de éste que enamora, de éste que nos resulta imposible olvidar. Si no que también le apasiona reflejar en sus films la bondad de las personas, los entresijos de la sociedad y la fortísima crítica y polémica que se esconde tras sus historias.

El viento se levanta se estrenó en Japón tras una fuerte polémica y un afán de censura. Narra la historia de un joven ingeniero, Jiro, que anhela diseñar y hacer volar hermosos aviones. La película transcurre desde el terremoto de Kanto de 1923 hasta la entrada de Japón en la Segunda Guerra Mundial. Contiene un reflejo crudo y fidedigno de lo que por aquel entonces fue la Gran Depresión en Japón y la terrible epidemia de la tuberculosis que azotó a la población.

Con este marco tan desolador de fondo, Jiro consigue darle otro matiz a la vida. De hecho, al contrario de lo que puede parecer, El viento se levanta estaba plagada de amor por la vida, por las personas y por la felicidad plena. Es dolorosamente hermosa. Puede presumir además, de reflejar de manera sumamente enternecedora y franca la historia de amor que Jiro vive con una joven, que le reportará a su vida una triste felicidad. Posiblemente se trate de una de las películas de Miyazaki más complejas, atrevidas y personales.

El simbolismo, la música y el mundo de los sueños tienen gran importancia en el hilo argumental, siendo característicos de cada uno de los personajes que aparecen y desaparecen de la vida de Jiro. El propio Jiro tiene un trasfondo enrevesado, opaco, en ocasiones difícil de comprender por el espectador. Aunque lo cierto es que el joven ingeniero miope despierta una empatía muy estrecha desde el principio. Sin embargo, y a diferencia de otras de las películas de Miyazaki, las personalidades de sus protagonistas no están encajadas en un rol, ni en la bondad extrema o en la maldad absoluta. Son ambiguas, carentes de directrices. Se equivocan, rectifican o no, sufren, ríen y lloran. Y sucede de manera tan natural que es sencillo olvidarse de que ‘simplemente’ se trata de una película de animación.

Cabe destacar como juega con la Banda Sonora en cada una de las situaciones, a veces incluso haciendo parecer que los personajes bailan al son de la misma como si estuvieran escuchándola, como si estuvieran dentro de ella, en los momentos más frescos. Por la contra, en las partes más crudas y tristes, la melodía queda relegada a un segundo plano, casi imperceptible, como si no desease molestar.

A pesar de lo limitado que es el cine de animación para reflejar el drama (y ahí el importante lastre de El viento se levanta), Miyazaki ha sabido defender bastante bien esta apuesta tan atrevida y diferente a lo que cabía esperar. Y lo ha hecho tan bien, de nuevo, otra vez, que será imposible que este nuevo personaje que nos regala, no se convierta en otro de nuestros favoritos, junto a Chihiro, Sophie, Ashitaka, Satsuki y Mei.

LO MEJOR: La belleza de cada uno de sus fotogramas
LO PEOR: La limitación del cine de animación

Larry Crowne, nunca es tarde: soporífera comedia romántica/**


Cuenta, torpemente, la historia de un hombre (T.Hanks) al que despiden de su trabajo al que adora por motivos de recorte de plantilla. Sin saber qué hacer, decide comenzar a estudiar en la universidad. Allí, se introduce en una pandilla de universitarios que andan en vespa y se enamora de una de sus profesoras (J.Roberts).

Es, sin mucho más que añadir, una película que roza el humor absurdo, las situaciones patéticamente forzadas y un guión aburrido hasta la saciedad. Ni siquiera el encanto de Tom Hanks y el agrio personaje de Julia Roberts pueden salvar de la categoría de 'bodríos' a este insufrible film.

LO MEJOR: La aparición de Bryan Cranston.
LO PEOR: Todo lo demás.

Black Mirror, historias de como criticarse/***1/2







Black Mirror es una popular serie de televisión compuesta por medio metrajes independientes entre sí, que de manera astuta y bruscamente honesta nos propone grandes máximos de decisión, de situaciones extremas, en una realidad alternativa que bien podría ser la nuestra en pocos años.

Apuesta por la originalidad, la no-censura, con un reparto de actores poco conocidos pero bastante recomendables, muy adaptados a cada uno de sus roles.  Si tienes 45 min, ganas de ver algo diferente, y después reflexionar, Black Mirror es tu serie.

LO MEJOR: Muestra algo nuevo, y lo hace con calidad.
LO PEOR: Su brevísima duración.

lunes, 19 de mayo de 2014

Ismael, un pésimo film insulso /*1/2



Ismael Tchou, un niño mulato de 8 años, se fuga en el AVE rumbo a Barcelona para conocer a su padre. Su única pista es la dirección de un apartamento, escrita en el remite de una carta dirigida a su madre. Cuando encuentra el edificio, en el apartamento sólo está Nora, una elegante mujer de unos cincuenta años. 

El film, una sucesión torpe de personajes ridículos y situaciones forzadas, con interpretaciones más que absurdas y carente de sentimiento, es una completa pérdida de tiempo y de esfuerzo. A pesar de que la trama podía resultar emotiva, el director no consigue transmitir ni un ápice de lo que busca (si es que busca algo).

LO MEJOR (o menos malo): La interpretación de Botto
LO PEOR: Todo lo demás

jueves, 15 de mayo de 2014

Carmina y Amén: El cine costumbrista de Paco León / ****


Si bien es cierto que su predecesora, Carmina y Revienta, delimitó unas curiosas líneas difusas en el ámbito del que bien podría llamarse cine indie con sello español (tal y como sucedió con Del lado del verano, de Antonia San Juan), Carmina y Amén se ha coronado tanto por la crítica profesional como por el público como una de las comedias negras más ingeniosas y más espontáneas que se han podido disfrutar en las pantallas de cine en los últimos años. Y es que, para agradable sorpresa, Paco León huye de los tópicos, de las fórmulas predefinidas, de las plantillas del cine sencillo, para crear un film totalmente auténtico, totalmente inédito, cuyo personaje principal es un homenaje a una mujer que nos despierta ternura y simpatía, por el simple hecho de no jugar a ser quien no es.

Paco León juega con un género que conoce muy bien: el teatro. Elementos en escena fijos, largas conversaciones que fluyen de manera natural, reflejando el realismo del castellano andaluz más castizo. Las expresiones, gestos y acciones son naturales, frescas, verdaderamente atroces y fulminantes. Compagina hábilmente la comedia con el fuerte drama que arrastra la vida, sin que chirríe, sino más bien como si se tratase de lo mismo explicado de diferente manera.

También hay que mencionar el papel fundamental de María León, cuya química con su madre, y sus intachables dotes como actriz (que, a mi forma de ver, se consagró sin lugar a dudas en La voz dormida) hacen que ver a madre e hija en pantalla sea todo un acontecimiento cinematográfico como rara vez hemos podido disfrutar.

Otros personajes, ya emblemáticos del cine español, terminan por cerrar un reparto elegido cuidadosamente. En especial, me gustaría mencionar a Yolanda Ramos, que aporta el rol más despreocupado y comediante de esta película con tintes profundamente oscuros.  

Si Ocho Apellidos Vascos quería presumir de ser la comedia del año, indudablemente se quedará en un segundo plano después del estreno de Carmina y Amén. Paco León y su madre nos enseñan que todavía quedan fórmulas y maneras de explotar la inspiración, la comedia, el drama, la originalidad en la frescura. Tal vez su mayor logro es mostrarnos algo diferente, totalmente nuevo, y hacerlo sin pretensiones, sin aires de grandeza, sin grandes despliegues de presupuesto. Si no hacerlo de forma íntima, de corazón, con el alma, alma que está intrínseca en cada uno de los fotogramas.

Creo que cualquier cinéfilo sabrá apreciar el arte que hay detrás de este film. También espero que, a los espectadores escépticos, a esos que tristemente dicen e insisten que el cine español no tiene peso ni futuro, se detengan a apreciar esta obra del séptimo arte y le den una oportunidad a esta cultura tan íntima, tan costumbrista.

LO MEJOR: El personaje de Carmina.
LO PEOR: La ausencia de Paco León en el reparto.

Crítica publicada en www.cinemaverick.es




domingo, 4 de mayo de 2014

El remordimiento y la culpa, Crimen y Castigo de Dostoievski


Considerada por la crítica como la primera obra maestra de Dostoievski, es un profundo análisis psicológico de su protagonista, el joven estudiante Raskolnikov, cuya firme creencia en que los fines humanitarios justifican la maldad le conduce al asesinato de un usurero petersburgués. Pero, desde que comete el crimen, la culpabilidad será una pesadilla constante con la que el estudiante será incapaz de convivir. El estilo enfebrecido y compasivo de Dostoievski sigue con maestría única los recovecos de las contradictorias emociones del estudiante y refleja la lucha extrema que libra con su conciencia mientras deambula por las calles de San Petersburgo. Ya en prisión, Raskolnikov se da cuenta de que la felicidad no puede ser alcanzada siguiendo un plan establecido a priori por la razón: ha de ganarse con sufrimiento.

La novela, con algunos tramos que lucen una brillantez cegadora, transcurre de forma lenta, monótona y con pocos sobresaltos. Está esculpida de personajes numerosos y variados, cuyo papel es relevante según los diferentes capítulos que forman la obra. Literariamente no es demasiado sobresaliente, siendo su principal logro en análisis psicológico de los personajes, en especial de nuestro protagonista Rodion. Personalmente, no he conseguido empatizar con ninguno de ellos, ni siquiera en los momentos más emotivos y cruciales. Es sencilla de leer, pero tediosa y repetitiva. A pesar de considerarse una obra magistral, no recomendaría su lectura a cualquiera.

LO MEJOR: El análisis personal de los personajes.
LO PEOR: Su abrumadora extensión