"Reconozco que me gusta variar; cambiar de género y registro me obliga a profundizar en mi escritura, a poner la atención en otros ámbitos de la realidad. Indagar en la temática adolescente o “Young Adult” (como se la califica ahora) me resulta enriquecedor"
Carol Munt destaca por la delicadeza de sus letras, la consistencia de sus historias y el alma de sus personajes. La publicación de su nueva novela, "Nunca dejes de mirarme" es una gran noticia para todos los lectores que le seguimos con tanta estima. Recibimos con mucho cariño en "Las mentiras que escribí" a una de mis escritoras indies favoritas.
M.B.Vigo: Las dos anteriores novelas tuyas
que tuve el gusto de leer, “La promesa” y “El punto medio del corazón” son
obras totalmente intimistas, que ahondan en la psicología y los sentimientos de
dos mujeres sometidas a unas circunstancias muy difíciles. En “Nunca dejes de
mirarme” hay una diferencia de registro importante… aunque seguimos teniendo a
un personaje femenino de protagonista, ésta se trata de una joven adolescente.
¿A qué se debe este cambio de registro? ¿De dónde nace esta historia?
C.M.: Antes de nada, Miriam,
quería darte las gracias por hacerme un hueco en tu Blog y darme la oportunidad
de hablar de mi última novela: “Nunca dejes de mirarme”. En cuanto a la primera
pregunta… Reconozco que me gusta variar; cambiar de género y registro me obliga
a profundizar en mi escritura, a poner la atención en otros ámbitos de la
realidad. Indagar en la temática adolescente o “Young Adult” (como se la
califica ahora) me resulta enriquecedor, porque se trata de una etapa donde las
emociones están a flor de piel, y la necesidad de descubrir el entorno y a uno
mismo es esencial a esta edad. Como escritora creo que tener a dos adolescentes
como protagonistas en mi novela ha sido todo un lujo, a la vez que un desafío.
El germen de la
historia surgió hace unos tres años; cuando presenté un primer capítulo a un
concurso cuyo objetivo era escribir una novela entre diez personas. El capítulo
que envié resultó ganador, siendo elegido como comienzo de la historia. Sin
embargo, al final el proyecto se interrumpió y la novela no se escribió. Así
que, con las mismas, dejé ese primer capítulo guardado en una carpeta y comencé
a escribir otra novela (Y Lao Tse bajó de los cielos). Durante el siguiente año
esas páginas guardadas surgieron en mi cabeza de vez en cuando, sobre todo los
pájaros… e inconscientemente fui creando escenas; hasta que un día me dije:
“¿Por qué no empiezo a escribir la historia y voy subiendo los capítulos a
Wattapad?” Y así hice. Mientras escribía “El punto medio del corazón”, cada
semana, subía un nuevo capítulo de “Nunca dejes de mirarme”; lo hacía como
entretenimiento y entrenamiento; quizá también para quitármela de encima
(risas). Pero llegó un momento en el que fui consciente de que la historia
estaba tomando cuerpo, y que ese entretenimiento inicial se estaba convirtiendo
en una escritura seria. Así que decidí borrar todo rastro de ella en Wattapad
(pido disculpas de nuevo a los lectores de dicha aplicación que seguían la
historia) y reescribirla desde el principio con el propósito de autopublicarla.
Así es cómo surgió “Nunca dejes de mirarme”.
M.B.Vigo: Podríamos definir a Sara como una
adolescente como lo podría ser cualquier otra. Dolida, en cierta parte, con su
madre por haberla arrancado de su rutina en Madrid y haberla trasladado a la
vida en Galicia. ¿Cómo nació y creció Sara? ¿Qué unión tienes con este
personaje?
C.M.: Sara es una adolescente
de diecisiete años que se enfrenta a la incertidumbre cuando se ve obligada a
marcharse de Madrid, la ciudad en la que ha vivido toda su vida, e irse junto a
su madre a Santiago de Compostela. Sara experimenta el temor a lo desconocido y
la impotencia ante hechos contra los que no puede luchar. Pero al mismo tiempo
quise reflejar en ella la valentía y la madurez que también poseen la mayoría
de los adolescentes. Y es que en todo momento quise huir de lo superficial y,
si me apuras, de lo cursi. Sara es la narradora; ella cuenta todo cuanto ve y
siente y quería que lo hiciera con profundidad y de forma sincera.
M.B.Vigo: El punto de inflexión en la nueva vida
de Sara se llama Dorian. Un misterioso, poco locuaz y escurridizo compañero de
instituto con el que, por una serie de circunstancias, comienza a estrechar
lazos. Se trata de un muchacho que es, cuanto menos, enigmático. Una criatura
torturada, asolado por la amargura. ¿Qué nos puedes contar de él?
C.M.: Lo único que te puedo
contar es que lo adoro (risas). Tú lo has dicho: es un chico misterioso. Así
que mantengamos el misterio…
M.B.Vigo: Al tener protagonistas adolescentes,
una parte importante de la historia se desarrolla en un instituto de
secundaria. ¿Ha resultado difícil para ti moverte en este ámbito o te has
sentido cómoda al volver a los pupitres?
C.M.: La verdad es que me he
sentido muy cómoda. Aún tengo a una adolescente viviendo en mi interior; y ha
sido muy emocionante revivir esa parte de mi vida. De todas formas la empatía
es la mejor arma que tiene el escritor. Ponerse en la piel de otra persona sin
importar el género o la edad es la clave para desarrollar un buen personaje.
M.B.Vigo: Santiago de Compostela, la capital de
la Comunidad Autónoma gallega casi puede tratarse de un personaje más. Una
ciudad marrón, con el cielo eternamente encapotado y un halo de misterio a su
alrededor. ¿Por qué la has elegido para dar vida a la historia de Sara y
Dorian?
C.M.: He de confesar algo: jamás
he estado en Santiago de Compostela. Pero tengo una amiga que conoce bien la
ciudad y la he estado acribillando a preguntas (risas). Luego está Internet,
esa ventana abierta al mundo que te permite conocer hasta el más mínimo detalle
de aquello que te interesa. Google Map ha sido otro de mis aliados; gracias a
él he recorrido las calles de Santiago de Compostela de punta a punta.
Elegí la ciudad de
Santiago de Compostela porque me parece un escenario mágico y misterioso.
Perfecto para la trama. Y también porque es conocido, en España, obviamente, y
a nivel internacional.
“Y Lao Tse bajó de los cielos”, para mí, es lo mejor que he escrito hasta ahora. Y “mi Bruce” siempre será “mi Bruce”.
M.B.Vigo: La portada de “Nunca dejes de mirarme”
es muy llamativa. La mirada profunda de una joven, y la sombra de los pájaros
sobre su rostro. ¿Qué significan esos pájaros? (si nos lo puedes contar,
claro).
C.M.: Los pájaros son los
personajes principales en la sombra. Son el halo de misterio que envuelve a la
novela. Me gusta añadir ese tipo de figuras a mis historias. Como algo que está
ahí, que parece que se encuentra al margen de todo cuanto ocurre, pero que en
verdad sin ellos la trama se quedaría huérfana. Es una forma de darle
profundidad a la narración, otra dimensión.
M.B.Vigo: Es una pregunta complicada, lo sé.
Tienes ya cuatro obras publicadas, lo que ya tiene un mérito innegable. Cada
cuál de ellas tiene su alma, sus personajes, su motivo. ¿Existe, tal vez,
alguna que sobresalga sobre el resto? ¿O algún personaje al que te sientas
especialmente vinculada?
C.M.: Siempre lo digo. “Y Lao
Tse bajó de los cielos”, para mí, es lo mejor que he escrito hasta ahora. Y “mi
Bruce” siempre será “mi Bruce”. De hecho, todas las personas que se han leído
las cuatro novelas me lo repiten de vez en cuando: que lo tienen como libro de
cabecera; que también lo tienen en papel y que a veces lo releen y subrayan
alguna frase. También es con el libro que más he disfrutado mientras lo creaba.
Creo que a partir de ahora voy a dedicarme a escribir novela espiritual y de
autoayuda (risas)
M.B.Vigo: La publicación y, sobre todo, el llegar
al público, encontrar lectores a fines a nosotros no resulta sencillo. ¿Cómo te
has enfrentado durante este tiempo al anonimato de la auto publicación?
C.M.: Supongo que es la cara
más frustrante de la autopublicación. Pero por otro lado te obliga a
reinventarte cada día. Es una forma de mantenerte alerta y de perfeccionar tu
marca de autor. También te insta a aprender formas de marketing, a indagar en
el ámbito de las redes sociales. Si dejas a un lado que como escritor lo único
que deseas hacer es escribir, ese mundo de la publicidad y el diseño gráfico
puede ser apasionante.
M.B.Vigo: A parte de la escritura, como la mayor
parte de los amantes de las letras, estoy segura de que eres una lectora
insaciable. ¿Qué novelas podemos encontrar en tu mesita de noche?
C.M.: No puedo vivir sin
poesía, así que siempre encontrarás a Juan Ramón Jiménez, Dulce María Loynaz,
Walt Whitman, Emily Dickinson… En narrativa a Hermann Hesse, Kafka, Natsume
Soseki, Alessandro Baricco…
M.B.Vigo: Para finalizar, ¿estás trabajando en
algún nuevo proyecto del que puedas adelantarnos algo?
C.M.: Sí, estoy en ello, pero
por ahora solo está en mi cabeza. A veces tomo algún apunte. Investigo sobre un
escenario concreto o busco nombres para los personajes. Se trata de una
historia distópica de ciencia ficción, y quiero que sea una trilogía. Así que
aún me queda mucho trabajo por delante.
M.B.Vigo: Muchísimas gracias, una vez más, por
formar parte de este Blog. ¡Espero que tengas mucha suerte en tu nuevo camino literario!
C.M.: Gracias, Miriam. Para
mí ha sido todo un placer.
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