Topar con obras literarias magistrales no
es tarea sencilla. Se necesitan muchos ingredientes, muchos sentimientos, mucha
verdad y mucho coraje para llegar a dar vida a una
novela real, unas letras sin tapujos ni vergüenza, unas letras limpias y
serenas, poderosamente hermosas y con alma propia. No abundan, por supuesto,
los libros que tomamos entre nuestras manos y nos hacen temblar, llorar, reír
de verdad. Pero, lo que realmente es algo insólito, es una historia que
penetra, que atraviesa, los entresijos de nuestra alma, de nuestro pensamiento,
que difumina todo lo que hay en nosotros mismos y recrea un exótico viaje por
el interior del ser humano y por la infinidad del universo más
espiritual.
La novela a la que pertenece esta entrada
es, sin lugar a dudas, insólita y extraordinaria. 'Lo que sí quisiste hacer',
escrita por Juan José Tur Varo, un jovencísimo estudiante de psicología con
unas dotes narrativas brillantes y poco comunes. Poco comunes porque, a pesar
de la cantidad de libros que devoro con el paso de los meses, creo que jamás he
tenido entre mis manos una obra con las características, formas y desarrollo de
los hechos de la que, sin lugar a dudas, 'Lo
que sí quisiste hacer' puede
presumir.
Afirmo, con rotundidad, que se trata de
una ópera prima rompedora y esperanzadora. Juan José Tur Varo promete mucho con
lo que deja entrever en sus grandes cualidades literarias. Fascinante. Cualquier
lector con un paladar habituado a las buenas letras, sabrá deleitarse con
la exquisitez explosiva que, literalmente, revienta en el corazón y en la mente
de quien se deja inmiscuir en las turbias aguas de limbo entre lo que es real y
lo que no lo es. La realidad, pues, y la fantasía; lo terrenal y lo espiritual,
lo palpable y lo inmaterial, lo trivial y lo esotérico, se unen para dar vida a
nuestro protagonista, un joven que busca mil nombres antes de hallar el suyo
propio,
Este inquieto muchacho narra la historia
en primera persona lo que, sin lugar a dudas, es una vinculación al carácter
autobiográfico (objetando los detalles más surrealistas…o no). Se ‘despierta’
después de haber sufrido un terrible y mortal accidente del que apenas recuerda
nada. Comenzará así un viaje, un peregrinaje, que bien podría responder a las
recurrentes preguntas que conducen la religión: ¿Quién somos? ¿Por qué estamos
aquí? ¿A dónde vamos?
La religión es la guinda del pastel, pues
mueve la creencia arraigada del joven y justifica gran parte del transcurso de
la novela. Brillantes son los argumentos, mediante sendos diálogos, que Juan
José nos hace llegar en relación a este ámbito. La imagen de un Dios de amor,
bondadoso, otorga fe y esperanza a un futuro que se desdibuja frente a una
bruma camaleónica.
Otro punto importante, otro latido de sus
páginas, es la homosexualidad. Resulta curioso que la idea más cristiana con la
libertad de amar formen una armonía comprensible y serena que jamás había llegado
a leer. La calma, la paz, que el autor transmite conecta en seguida con el
lector, que se deja embaucar por sus pensamientos más íntimos, tormentosos y
hermosos. Este cuadro choca atrozmente con las ideas reflejadas en mi primera
novela, Marafariña. Tal vez por esto, por esta tolerancia, me he sentido tan
fascinada, identificada y cercana a ‘Lo que sí quisiste hacer’.
La califico como una novela de culto, porque no se me ocurre otro término para referirme a ella. Muy recomendable para cualquier tipo de lector, pero en especial para todos aquellos que amen las letras, la vida y al ser humano.
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