La película que arrasó en los Goya, y ha sido aclamada por la crítica profesional, coronándose como la mejor película española del 2013.
Vivir es fácil con los ojos cerrados, cuyo título toma prestado de un verso del popular grupo de pop, gira entorno a la historia de Antonio (Javier Cámara), quien conduce hasta Almería al enterarse de que su ídolo, Jonh Lenon, está rodando una película allí. En su ruta recoge a Juanjo (Francesc Colomer), un chico de 16 años que se ha fugado de casa, y a Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 que aparenta estar también escapando de algo.
El film de carretera, made in spain, es en cierto modo ingenioso y humano. La personalidad de Javier Cámara es la esencia de cada una de las escenas, mientras que los demás personajes terminan pasando sin pena ni gloria, convirtiéndose tristemente en un elemento más de relleno.
A pesar de su relativamente corta duración, unos cien minutos, hay partes tediosamente lentas y repetitivas, sin que se produzca en ningún momento el clímax de guión. Un par de detalles tiernos y simpáticos, tal vez, son lo que puede robarme de este pequeño homenaje a The Beatles.
LO MEJOR: Las canciones de The Beatles.
LO PEOR: La falta de giros argumentales.
NOTA: ***
No hay comentarios:
Publicar un comentario