miércoles, 29 de abril de 2015

#ENTREVISTA: David Pallás, 'Los príncipes morados'


"Esa es la magia del arte, ya sea teatro, música, escritura… Poder transmitir tu mundo a otra persona y que para ésta signifique algo, no tiene porqué ser lo mismo."

Un placer infinito, desde luego, poder volver a tener a David Pallás en ‘Las mentiras que escribí’, pero esta vez no por motivo de una crítica literaria, sino para ofreceros otra sección más de #Entrevistas, dado el gran acogimiento que han tenido.
M.B.Vigo: Siempre es un gusto poder charlar con un escritor y artista que admiro profundamente, y que ha hecho llegar a mis manos su cuento ilustrado sobre Santi e Ismael. Bienvenido al Blog, David.
D.P.: El placer es mío Miriam, muchas gracias por invitarme de nuevo a participar en tu blog.
M.B.Vigo: Hace muy poco has empezado a hacer realidad tu sueño, y has publicado ‘Los príncipes morados’ con la editorial de autopublicación ‘Edítalo-Contigo’. Puedo hacerme una idea de la cantidad de sentimientos, sensaciones e ilusiones que has estado sintiendo durante este proceso. Cuéntame, ¿Qué ha implicado para ti la publicación de esta historia, tanto a nivel profesional como, sobre todo, a nivel personal?
D.P.: Ha significado cumplir un sueño. Siempre he sido un amante del mundo del comic, y desde pequeño fantaseaba con publicar algún día un comic o una novela. Y de repente, después de tanto trabajo, te encuentras con una historia terminada que le gusta a la gente y que le mueve cosas por dentro. Es mucho más de lo que podía imaginar. Es sentir que tu trabajo, llega a otras personas, y para mí, sólo con eso, mis aspiraciones con esta historia ya están cubiertas.
M.B.Vigo: Muchas obras a lo largo de la literatura actual, sobre todo del género romántico, han luchado por romper el tópico del príncipe azul, muchos se han decantado por pintar sus príncipes de rosa… Pero, ¿Por qué morados?
D.P.: Porque si se pinta a un príncipe rosa volvemos a caer en el los estereotipos. Esta pregunta me la han hecho muchas veces, y siempre digo lo mismo: ¿Por qué tiene que ser algo rosa o azul? A mí ninguno de estos dos colores me aporta ni feminidad ni masculinidad, y el problema es que en la sociedad está instaurada una clave que todo el mundo acepta como tal, y que se va arrastrando hasta nuestros más peques. Para mí, el morado es un color que surge del mestizaje, de la unión de varios colores. Es algo intermedio entre el azul y el rosa, algo sin definir. Algo que no se quiere definir, porque lo importante es que cada uno elija los atributos que le apetezcan sin que por ello tenga ningún tipo de connotación.
M.B.Vigo: Tu obra se trata de un cuento gráfico, donde las imágenes tienen un peso mucho más importante que las letras en sí. Tus habilidades como dibujante son obvias, sobre todo en el matiz de conseguir crear sentimientos reales a través de los dibujos. ¿Cómo empezó tu vocación como ilustrador? ¿David es dibujante o escritor? ¿O no puede separar un arte del otro?
D.P.: No sé qué soy Miriam… (ríe). Llevo toda la vida tocando todas artes sin pretensión de nada más que de disfrutar con ellas. Desde pequeño escribo y he participado en muchos certámenes de narrativa, y tengo muchísimos relatos escritos (mismamente, ahora mismo me encuentro dirigiendo una web serie que yo mismo he escrito). Al igual que dibujar, que es algo que siempre me ha gustado… Desde pequeño me recuerdo intentando dibujar a los personajes del Dragon Ball (que mi hermano los dibujaba muchísimo mejor y eso me daba aún más ganas de esforzarme, porque quería hacerlo igual de bien que él). Nunca he dado clases de dibujo, pero tampoco he dejado nunca de dibujar por mi cuenta. Y después de dibujar durante muchos años a los chavales de mi centro (en el que soy educador) los dibujos que me pedían, animado en parte por ellos, decidí empezar a hacer algo por fin mío.
Y como dices, en la historia tiene más peso la ilustración que las palabras, porque necesitaba que fuese así. Lo importante era la explosión visual de colores y de miradas. Las palabras tenían que acompañar, de un modo sencillo (ya que sobre todo quería que fuese para adolescentes) y de las cuales cada uno pudiese llegar a sacar una lectura. En muchas partes del cuento dejo tramas abiertas para que cada uno haga más suya la historia y acabe de dibujar la acción en su cabeza.
M.B.Vigo: ¿Cuál es la semilla, el suceso, el sentimiento, qué ha hecho nacer a tus dos príncipes morados? ¿Hay algo de autobiográfico en ellos o es pura ficción?
D.P.: Toda historia tiene algo de autobiográfico, como tú misma seguro que sabrás. De hecho, los protagonistas tienen cada uno algún rasgo físico y psicológico de mi pareja y mío.
Surgió por la necesidad de hacer una historia mía, como digo, movido en parte por algunos de los chavales de mi centro, que me animaban a ello, y en parte motivado por mi pareja. Pero sobre todo, surgió por la necesidad de crear una historia social que pudiese servir de ayuda a algunos adolescentes que se sintiesen un poco perdidos, ya que para este rango de edad, hay muy pocas publicaciones, o prácticamente inexistentes en lo referente a literatura LGTB. Me acordaba de cuando yo era adolescente, la sensación de leer comics y no poder identificarme del todo con ningún personaje o con ninguna situación, porque al final, en lo que creía “Mi Problema” de ser distinto, me sentía solo. Cuando comencé a leer algún libro o ver alguna película que incluyese personajes homosexuales, comencé a sentir que estaba menos solo, que había más gente que estaba pasando por ello, y que no pasaba nada. Y ese es el germen de esta historia, pretender ser una especie de ancla para aquellos adolescentes que lo necesiten. Además, por supuesto, de para el resto de la sociedad, ya que creo que hace falta mucho más material de este tipo para comenzar a normalizar el sector LGTB, y que haya una visbilidad real, sin estereotipos.
M.B.Vigo: No pasa inadvertida, indudablemente, la crítica de tu cuento gráfico, el fuerte compromiso social con la comunidad homosexual. Está claro que, a pesar de todo, hay mucho camino por hacer. Pero, ¿Cuál es la finalidad real de ‘Los príncipes morados? ¿Es precisamente esta crítica y este compromiso? ¿O se trata de la catarsis, de acariciar un sueño personal?
D.P.: Como he comentado antes, la intención en gran parte es social. Pero está latente esa idea de cumplir un sueño, de poder hacer llegar a otras personas sentimientos creados por ti y que en el interior de esas personas crezcan y tengan de repente un código propio. Esa es la magia del arte, ya sea teatro, música, escritura… Poder transmitir tu mundo a otra persona y que para ésta signifique algo, no tiene porqué ser lo mismo.
Y desde luego, descubrir que la parte social que imaginaba en mi cabeza mientras lo creaba, al ser publicado ha pasado a ser algo real, es emocionante. Es sentir que el trabajo ha servido (y esto lo puedo asegurar porque yo mismo he trabajado este libro con los chavales de 7 a 15 años en mi centro, y los resultados son muy esperanzadores. De repente ves que has creado una herramienta útil que aceptan con naturalidad y que encima les gusta. Como digo, es emocionante). Y como dices, unir esto a mi sueño personal cumplido es una catarsis importante.
M.B.Vigo: Háblame, si te parece, de los protagonistas, de tus ‘niños’ Santi e Ismael. ¿Qué hay detrás de estos dos muchachos tan diferentes entre sí y tan unidos a la vez?
D.P.: Yo pienso que no son tan diferentes entre sí. Sus mundos sí que lo son, y la forma de enfrentarse a ellos, pero la esencia es parecida. Los dos sufren acoso escolar en su infancia, y entre eso y sus aficiones se sienten solos. Los dos sueñan con encontrar a alguien como ellos, que les quiera, y que sobre todo les abrace. Ese fue uno de los motores de los personajes para mí, y eso sí que es algo autobiográfico. Para mí, en mi periodo de adolescencia, cuando soñaba con encontrar ese “Príncipe Morado”, lo que más deseaba e imaginaba era ser abrazado por él. Ese momento de unión, de saber que todo va bien, de que esa persona te va a sostener si pierdes el equilibrio, de poderte abandonar en sus brazos y sentirte a salvo y feliz. Ese es un rasgo característico de ambos personajes, por eso hay varias ilustraciones cuando son adultos en las que ambos están abrazados. Esto no lo había contado nunca, pero creo que es lo que más define su necesidad de encontrarse.
Cuando se hacen mayores, después de no tener uno mucha suerte en el amor, y el otro de no terminar de aceptarse, por fin se encuentran. Y ahí podemos conocer a Santi e Ismael adultos, con todo lo bonito de una relación, pero también con todas las cosas no tan buenas. Porque eso es algo que también quería mostrar. Los Príncipes Azules no existen porque no hay nadie así de perfecto, y porque tampoco sería bueno que lo fuese. Las imperfecciones, como digo en el cuento, son necesarias, y es bonito saber verlas y mimarlas. Todas las relaciones tienen sus dificultades, y tener la capacidad de solucionarlas es algo bonito que a mi parecer, hace más fuerte a la pareja.


M.B.Vigo: Sé que es una pregunta muy difícil pero… ¿Podrías elegir a uno de ellos?
D.P.: No podría. Yo me siento más identificado con Santi, que es el que tiene características mías, e Ismael de mi novio. Pero eso hace aún más difícil elegir. La verdad es que aunque naciesen con características de ambos, pasaron a ser dos entidades nuevas e independientes a las que les he cogido un cariño enorme. De hecho, después de realizar y rectificar diez mil veces las ilustraciones (porque nunca estaban suficientemente bien para mí y han sufrido un proceso de grandes cambios desde el comienzo), cuando por fin terminé las definitivas sentí una pena enorme. Era como dejar de vivir con estos dos personajes, como decirles adiós después de este camino juntos durante dos años. Es algo triste y bonito a la vez. Pero lo bueno es que cada vez que alguien lee su historia reviven, y esa ilusión se me transmite. Y además, que no quiero dejar de dibujarlos nunca, sigo haciendo alguna ilustración de ellos, porque les tengo mucho cariño. Y quién sabe si algún día habrá un “Príncipes Morados 2”...
M.B.Vigo: Uno de los principales obstáculos para cualquier escritor es la publicación. Tú has optado por hacerlo ayudado de la editorial ‘Edítalo-Contigo’. ¿Cómo ha sido tu experiencia en ese aspecto?
D.P.: Mi experiencia con ellos ha sido maravillosa. El panorama editorial actual está pasando un momento complicado y es muy difícil que te publiquen algo, y más siendo alguien nuevo que no conocen. Además, entiendo que yo tampoco lo puse fácil, porque lo mío ni era comic, ni era cuento, ni era novela gráfica… Es “una especie de cuento-comic-novela gráfica-maquetación inventada- para adolescentes”, que comprendo que cueste encajar de primeras en muchos sitios.
Pero con Edítalo Contigo, con Paco, Nieves y Almudena, fue todo sobre ruedas. Me acerqué a ellos aconsejado por la editorial Egales. Y desde el primer día me han hecho sentir como si los conociese de siempre, atendiendo mis millones de dudas, mis nervios y miedos, y apoyándome en este camino. Estoy muy agradecido y contentísimo.
M.B.Vigo: ¿Qué le aconsejarías a un escritor novel que le teme a dar el paso a la publicación?
D.P.: Que adelante. Que dejen atrás ese vértigo, que los sueños se pueden hacer realidad. La vida está para ser felices, y todos los que tenemos la chispa de la creación dentro, debemos pasar por esto. Siempre hay una forma de conseguir sacar adelante tu trabajo, y si crees en ello al final se consigue.
M.B.Vigo: Detrás de todo buen artista, como es tu caso, hay una gran fuente de inspiración. ¿Qué obras, autores o hechos te inspiran a la hora de crear?
D.P.: Hechos… Mi propia vida y mi gente. Como digo en los agradecimientos, Fran, mi novio, ha sido la inspiración de esta historia. Luego yo he leído muchos comics, y no te sé decir uno en particular. Sí que es verdad que por ejemplo, un autor que me ha apoyado siempre que le he preguntado y he acudido con mis dudas de principiante ha sido Sebas Martín, que es una referencia para todos los autores nacionales en el comic Gay, y del que soy muy admirador.
Mi estilo de dibujo en un primer momento ha estado muy marcado por el manga, pues es una de las fuentes de auto aprendizaje de dibujo que más he usado, desde la infancia. Pero sí que es verdad, que aunque quedan posos de Manga en los personajes de mi cuento (en la infancia son muy Manga porque quería diferenciar el estilo y me gustaba esa estética para esa edad), he intentado progresivamente llegar a un dibujo más realista conforme avanzaba el proceso de creación.
Y me siento muy identificado con “El Principito” y con la película “Amèlie” (mi libro y mi película preferidos), que van mucho en la línea de mi forma de ser, y que creo que en cierta forma, también han podido influir en mi historia.
M.B.Vigo: Hay otra faceta de ti que me ha llamado poderosamente la atención. Eres un amante del teatro. Has escrito y actuado en algunas obras, desde luego que eres un artista incansable y polifacético. ¿Qué es para ti el teatro?
D.P.: Como he dicho al principio, desde pequeño he romanceado con el arte. Además de escribir y dibujar, toco el violín y el piano, ya que estudié en el Conservatorio. Y después de acabar Magisterio, como el teatro me encantaba y ya había hecho cursos sueltos en distintos lugares, decidí meterme a estudiar en serio a la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza (que por fin, creo que se va a hacer titulación oficial después de años de lucha). No te puedo decir qué es para mí el teatro, o que es la música, o la escritura… Son parte de mí. Las necesito. Cada una me ayuda a expresar una parte de mi mundo, a desahogarme, a compartir sentimientos con otras personas o conmigo mismo. Me preguntaron hace un tiempo que con cuál de todas las artes me quedaría, y soy incapaz de elegir. Si no tengo lo que me ofrece cada una de ellas, no me siento completo.
M.B.Vigo: Para finalizar, ¿Podrías contarnos en qué está trabajando ahora David Pallás? ¿Otra historia gráfica, tal vez?
D.P.: Ahora mismo ando metido en pequeños proyectos, en colaboraciones con algunas revistas, como EGF, Dokkun, que me hacen mucha ilusión. Además estoy a punto de sacar a la luz una campaña que llevo creando varios meses sobre los derechos sexuales, que se llamará “Te Relato Tus Derechos”, en la que cada uno de los 11 derechos universales irá acompañado de una ilustración y un relato.
Y otra historia gráfica… Es muy pronto todavía, porque aún estoy casi con los lápices de dibujar a Santi e Ismael. Pero sí, estoy en ello… Tengo varias ideas en la cabeza y estoy intentando pensar el enfoque y el tipo de ilustración. Habrá más historias, eso seguro.
Y sobre todo, ahora quiero seguir disfrutando de la promo de “Los Príncipes Morados”, que ha nacido hace poquito y quiero seguir dándole calor para llegar a toda la gente posible.
Y quiero agradecerte tu interés y tu hermosa crítica pasada en tu blog. El apoyo y la ilusión que recibo de personas que antes no conocía de nada, como es tu caso, es lo que más fuerza me da para continuar. De la gente cercana nunca sabes hasta qué punto influye el amor que te tienen en el juicio de tu obra, pero en personas desconocidas está el reto, y es lo que asusta. Y de momento estoy muy contento con las críticas.
Mil gracias Miriam, haces mucho bien por la cultura. Un besico.


Infinitas gracias, David, por llenar este espacio con tus letras y con tus inquietudes. Ha sido un verdadero placer recibirte, y espero seguir muy de cerca tu trayectoria profesional.
Te deseo la mejor de las suertes.
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