miércoles, 29 de abril de 2015

#ENTREVISTA: David Pallás, 'Los príncipes morados'


"Esa es la magia del arte, ya sea teatro, música, escritura… Poder transmitir tu mundo a otra persona y que para ésta signifique algo, no tiene porqué ser lo mismo."

Un placer infinito, desde luego, poder volver a tener a David Pallás en ‘Las mentiras que escribí’, pero esta vez no por motivo de una crítica literaria, sino para ofreceros otra sección más de #Entrevistas, dado el gran acogimiento que han tenido.
M.B.Vigo: Siempre es un gusto poder charlar con un escritor y artista que admiro profundamente, y que ha hecho llegar a mis manos su cuento ilustrado sobre Santi e Ismael. Bienvenido al Blog, David.
D.P.: El placer es mío Miriam, muchas gracias por invitarme de nuevo a participar en tu blog.
M.B.Vigo: Hace muy poco has empezado a hacer realidad tu sueño, y has publicado ‘Los príncipes morados’ con la editorial de autopublicación ‘Edítalo-Contigo’. Puedo hacerme una idea de la cantidad de sentimientos, sensaciones e ilusiones que has estado sintiendo durante este proceso. Cuéntame, ¿Qué ha implicado para ti la publicación de esta historia, tanto a nivel profesional como, sobre todo, a nivel personal?
D.P.: Ha significado cumplir un sueño. Siempre he sido un amante del mundo del comic, y desde pequeño fantaseaba con publicar algún día un comic o una novela. Y de repente, después de tanto trabajo, te encuentras con una historia terminada que le gusta a la gente y que le mueve cosas por dentro. Es mucho más de lo que podía imaginar. Es sentir que tu trabajo, llega a otras personas, y para mí, sólo con eso, mis aspiraciones con esta historia ya están cubiertas.
M.B.Vigo: Muchas obras a lo largo de la literatura actual, sobre todo del género romántico, han luchado por romper el tópico del príncipe azul, muchos se han decantado por pintar sus príncipes de rosa… Pero, ¿Por qué morados?
D.P.: Porque si se pinta a un príncipe rosa volvemos a caer en el los estereotipos. Esta pregunta me la han hecho muchas veces, y siempre digo lo mismo: ¿Por qué tiene que ser algo rosa o azul? A mí ninguno de estos dos colores me aporta ni feminidad ni masculinidad, y el problema es que en la sociedad está instaurada una clave que todo el mundo acepta como tal, y que se va arrastrando hasta nuestros más peques. Para mí, el morado es un color que surge del mestizaje, de la unión de varios colores. Es algo intermedio entre el azul y el rosa, algo sin definir. Algo que no se quiere definir, porque lo importante es que cada uno elija los atributos que le apetezcan sin que por ello tenga ningún tipo de connotación.
M.B.Vigo: Tu obra se trata de un cuento gráfico, donde las imágenes tienen un peso mucho más importante que las letras en sí. Tus habilidades como dibujante son obvias, sobre todo en el matiz de conseguir crear sentimientos reales a través de los dibujos. ¿Cómo empezó tu vocación como ilustrador? ¿David es dibujante o escritor? ¿O no puede separar un arte del otro?
D.P.: No sé qué soy Miriam… (ríe). Llevo toda la vida tocando todas artes sin pretensión de nada más que de disfrutar con ellas. Desde pequeño escribo y he participado en muchos certámenes de narrativa, y tengo muchísimos relatos escritos (mismamente, ahora mismo me encuentro dirigiendo una web serie que yo mismo he escrito). Al igual que dibujar, que es algo que siempre me ha gustado… Desde pequeño me recuerdo intentando dibujar a los personajes del Dragon Ball (que mi hermano los dibujaba muchísimo mejor y eso me daba aún más ganas de esforzarme, porque quería hacerlo igual de bien que él). Nunca he dado clases de dibujo, pero tampoco he dejado nunca de dibujar por mi cuenta. Y después de dibujar durante muchos años a los chavales de mi centro (en el que soy educador) los dibujos que me pedían, animado en parte por ellos, decidí empezar a hacer algo por fin mío.
Y como dices, en la historia tiene más peso la ilustración que las palabras, porque necesitaba que fuese así. Lo importante era la explosión visual de colores y de miradas. Las palabras tenían que acompañar, de un modo sencillo (ya que sobre todo quería que fuese para adolescentes) y de las cuales cada uno pudiese llegar a sacar una lectura. En muchas partes del cuento dejo tramas abiertas para que cada uno haga más suya la historia y acabe de dibujar la acción en su cabeza.
M.B.Vigo: ¿Cuál es la semilla, el suceso, el sentimiento, qué ha hecho nacer a tus dos príncipes morados? ¿Hay algo de autobiográfico en ellos o es pura ficción?
D.P.: Toda historia tiene algo de autobiográfico, como tú misma seguro que sabrás. De hecho, los protagonistas tienen cada uno algún rasgo físico y psicológico de mi pareja y mío.
Surgió por la necesidad de hacer una historia mía, como digo, movido en parte por algunos de los chavales de mi centro, que me animaban a ello, y en parte motivado por mi pareja. Pero sobre todo, surgió por la necesidad de crear una historia social que pudiese servir de ayuda a algunos adolescentes que se sintiesen un poco perdidos, ya que para este rango de edad, hay muy pocas publicaciones, o prácticamente inexistentes en lo referente a literatura LGTB. Me acordaba de cuando yo era adolescente, la sensación de leer comics y no poder identificarme del todo con ningún personaje o con ninguna situación, porque al final, en lo que creía “Mi Problema” de ser distinto, me sentía solo. Cuando comencé a leer algún libro o ver alguna película que incluyese personajes homosexuales, comencé a sentir que estaba menos solo, que había más gente que estaba pasando por ello, y que no pasaba nada. Y ese es el germen de esta historia, pretender ser una especie de ancla para aquellos adolescentes que lo necesiten. Además, por supuesto, de para el resto de la sociedad, ya que creo que hace falta mucho más material de este tipo para comenzar a normalizar el sector LGTB, y que haya una visbilidad real, sin estereotipos.
M.B.Vigo: No pasa inadvertida, indudablemente, la crítica de tu cuento gráfico, el fuerte compromiso social con la comunidad homosexual. Está claro que, a pesar de todo, hay mucho camino por hacer. Pero, ¿Cuál es la finalidad real de ‘Los príncipes morados? ¿Es precisamente esta crítica y este compromiso? ¿O se trata de la catarsis, de acariciar un sueño personal?
D.P.: Como he comentado antes, la intención en gran parte es social. Pero está latente esa idea de cumplir un sueño, de poder hacer llegar a otras personas sentimientos creados por ti y que en el interior de esas personas crezcan y tengan de repente un código propio. Esa es la magia del arte, ya sea teatro, música, escritura… Poder transmitir tu mundo a otra persona y que para ésta signifique algo, no tiene porqué ser lo mismo.
Y desde luego, descubrir que la parte social que imaginaba en mi cabeza mientras lo creaba, al ser publicado ha pasado a ser algo real, es emocionante. Es sentir que el trabajo ha servido (y esto lo puedo asegurar porque yo mismo he trabajado este libro con los chavales de 7 a 15 años en mi centro, y los resultados son muy esperanzadores. De repente ves que has creado una herramienta útil que aceptan con naturalidad y que encima les gusta. Como digo, es emocionante). Y como dices, unir esto a mi sueño personal cumplido es una catarsis importante.
M.B.Vigo: Háblame, si te parece, de los protagonistas, de tus ‘niños’ Santi e Ismael. ¿Qué hay detrás de estos dos muchachos tan diferentes entre sí y tan unidos a la vez?
D.P.: Yo pienso que no son tan diferentes entre sí. Sus mundos sí que lo son, y la forma de enfrentarse a ellos, pero la esencia es parecida. Los dos sufren acoso escolar en su infancia, y entre eso y sus aficiones se sienten solos. Los dos sueñan con encontrar a alguien como ellos, que les quiera, y que sobre todo les abrace. Ese fue uno de los motores de los personajes para mí, y eso sí que es algo autobiográfico. Para mí, en mi periodo de adolescencia, cuando soñaba con encontrar ese “Príncipe Morado”, lo que más deseaba e imaginaba era ser abrazado por él. Ese momento de unión, de saber que todo va bien, de que esa persona te va a sostener si pierdes el equilibrio, de poderte abandonar en sus brazos y sentirte a salvo y feliz. Ese es un rasgo característico de ambos personajes, por eso hay varias ilustraciones cuando son adultos en las que ambos están abrazados. Esto no lo había contado nunca, pero creo que es lo que más define su necesidad de encontrarse.
Cuando se hacen mayores, después de no tener uno mucha suerte en el amor, y el otro de no terminar de aceptarse, por fin se encuentran. Y ahí podemos conocer a Santi e Ismael adultos, con todo lo bonito de una relación, pero también con todas las cosas no tan buenas. Porque eso es algo que también quería mostrar. Los Príncipes Azules no existen porque no hay nadie así de perfecto, y porque tampoco sería bueno que lo fuese. Las imperfecciones, como digo en el cuento, son necesarias, y es bonito saber verlas y mimarlas. Todas las relaciones tienen sus dificultades, y tener la capacidad de solucionarlas es algo bonito que a mi parecer, hace más fuerte a la pareja.


M.B.Vigo: Sé que es una pregunta muy difícil pero… ¿Podrías elegir a uno de ellos?
D.P.: No podría. Yo me siento más identificado con Santi, que es el que tiene características mías, e Ismael de mi novio. Pero eso hace aún más difícil elegir. La verdad es que aunque naciesen con características de ambos, pasaron a ser dos entidades nuevas e independientes a las que les he cogido un cariño enorme. De hecho, después de realizar y rectificar diez mil veces las ilustraciones (porque nunca estaban suficientemente bien para mí y han sufrido un proceso de grandes cambios desde el comienzo), cuando por fin terminé las definitivas sentí una pena enorme. Era como dejar de vivir con estos dos personajes, como decirles adiós después de este camino juntos durante dos años. Es algo triste y bonito a la vez. Pero lo bueno es que cada vez que alguien lee su historia reviven, y esa ilusión se me transmite. Y además, que no quiero dejar de dibujarlos nunca, sigo haciendo alguna ilustración de ellos, porque les tengo mucho cariño. Y quién sabe si algún día habrá un “Príncipes Morados 2”...
M.B.Vigo: Uno de los principales obstáculos para cualquier escritor es la publicación. Tú has optado por hacerlo ayudado de la editorial ‘Edítalo-Contigo’. ¿Cómo ha sido tu experiencia en ese aspecto?
D.P.: Mi experiencia con ellos ha sido maravillosa. El panorama editorial actual está pasando un momento complicado y es muy difícil que te publiquen algo, y más siendo alguien nuevo que no conocen. Además, entiendo que yo tampoco lo puse fácil, porque lo mío ni era comic, ni era cuento, ni era novela gráfica… Es “una especie de cuento-comic-novela gráfica-maquetación inventada- para adolescentes”, que comprendo que cueste encajar de primeras en muchos sitios.
Pero con Edítalo Contigo, con Paco, Nieves y Almudena, fue todo sobre ruedas. Me acerqué a ellos aconsejado por la editorial Egales. Y desde el primer día me han hecho sentir como si los conociese de siempre, atendiendo mis millones de dudas, mis nervios y miedos, y apoyándome en este camino. Estoy muy agradecido y contentísimo.
M.B.Vigo: ¿Qué le aconsejarías a un escritor novel que le teme a dar el paso a la publicación?
D.P.: Que adelante. Que dejen atrás ese vértigo, que los sueños se pueden hacer realidad. La vida está para ser felices, y todos los que tenemos la chispa de la creación dentro, debemos pasar por esto. Siempre hay una forma de conseguir sacar adelante tu trabajo, y si crees en ello al final se consigue.
M.B.Vigo: Detrás de todo buen artista, como es tu caso, hay una gran fuente de inspiración. ¿Qué obras, autores o hechos te inspiran a la hora de crear?
D.P.: Hechos… Mi propia vida y mi gente. Como digo en los agradecimientos, Fran, mi novio, ha sido la inspiración de esta historia. Luego yo he leído muchos comics, y no te sé decir uno en particular. Sí que es verdad que por ejemplo, un autor que me ha apoyado siempre que le he preguntado y he acudido con mis dudas de principiante ha sido Sebas Martín, que es una referencia para todos los autores nacionales en el comic Gay, y del que soy muy admirador.
Mi estilo de dibujo en un primer momento ha estado muy marcado por el manga, pues es una de las fuentes de auto aprendizaje de dibujo que más he usado, desde la infancia. Pero sí que es verdad, que aunque quedan posos de Manga en los personajes de mi cuento (en la infancia son muy Manga porque quería diferenciar el estilo y me gustaba esa estética para esa edad), he intentado progresivamente llegar a un dibujo más realista conforme avanzaba el proceso de creación.
Y me siento muy identificado con “El Principito” y con la película “Amèlie” (mi libro y mi película preferidos), que van mucho en la línea de mi forma de ser, y que creo que en cierta forma, también han podido influir en mi historia.
M.B.Vigo: Hay otra faceta de ti que me ha llamado poderosamente la atención. Eres un amante del teatro. Has escrito y actuado en algunas obras, desde luego que eres un artista incansable y polifacético. ¿Qué es para ti el teatro?
D.P.: Como he dicho al principio, desde pequeño he romanceado con el arte. Además de escribir y dibujar, toco el violín y el piano, ya que estudié en el Conservatorio. Y después de acabar Magisterio, como el teatro me encantaba y ya había hecho cursos sueltos en distintos lugares, decidí meterme a estudiar en serio a la Escuela Municipal de Teatro de Zaragoza (que por fin, creo que se va a hacer titulación oficial después de años de lucha). No te puedo decir qué es para mí el teatro, o que es la música, o la escritura… Son parte de mí. Las necesito. Cada una me ayuda a expresar una parte de mi mundo, a desahogarme, a compartir sentimientos con otras personas o conmigo mismo. Me preguntaron hace un tiempo que con cuál de todas las artes me quedaría, y soy incapaz de elegir. Si no tengo lo que me ofrece cada una de ellas, no me siento completo.
M.B.Vigo: Para finalizar, ¿Podrías contarnos en qué está trabajando ahora David Pallás? ¿Otra historia gráfica, tal vez?
D.P.: Ahora mismo ando metido en pequeños proyectos, en colaboraciones con algunas revistas, como EGF, Dokkun, que me hacen mucha ilusión. Además estoy a punto de sacar a la luz una campaña que llevo creando varios meses sobre los derechos sexuales, que se llamará “Te Relato Tus Derechos”, en la que cada uno de los 11 derechos universales irá acompañado de una ilustración y un relato.
Y otra historia gráfica… Es muy pronto todavía, porque aún estoy casi con los lápices de dibujar a Santi e Ismael. Pero sí, estoy en ello… Tengo varias ideas en la cabeza y estoy intentando pensar el enfoque y el tipo de ilustración. Habrá más historias, eso seguro.
Y sobre todo, ahora quiero seguir disfrutando de la promo de “Los Príncipes Morados”, que ha nacido hace poquito y quiero seguir dándole calor para llegar a toda la gente posible.
Y quiero agradecerte tu interés y tu hermosa crítica pasada en tu blog. El apoyo y la ilusión que recibo de personas que antes no conocía de nada, como es tu caso, es lo que más fuerza me da para continuar. De la gente cercana nunca sabes hasta qué punto influye el amor que te tienen en el juicio de tu obra, pero en personas desconocidas está el reto, y es lo que asusta. Y de momento estoy muy contento con las críticas.
Mil gracias Miriam, haces mucho bien por la cultura. Un besico.


Infinitas gracias, David, por llenar este espacio con tus letras y con tus inquietudes. Ha sido un verdadero placer recibirte, y espero seguir muy de cerca tu trayectoria profesional.
Te deseo la mejor de las suertes.
Podéis comprar ‘Los Príncipes Morados’ pinchando aquí.


martes, 28 de abril de 2015

#ENTREVISTA: David Villahermosa 'Al otro lado de la vida'




Estoy encantada de recibir en ‘Las mentiras que escribí’ a David Villahermosa. Este barcelonés, arquitecto de profesión, es escritor de intensas historias por vocación personal. Estamos aquí para charlar acerca de su obra prima, una trilogía que lleva por título ‘Al otro de la vida’, que nos sumerge en un futuro cercano en el que la humanidad se ve azotada por un terrorífico virus.


M.B.Vigo: He tenido el placer de leer y realizar una pequeña crítica de la primera parte de tu trilogía, ‘La muerte no es el final’. Una novela de más de mil páginas que es, sin lugar a dudas, adictiva, atrapante y de un desarrollo original.


D.V.: Obtén mi saludo más cordial, Miriam. Es para mí un placer y un inmenso honor recibir ese gran obsequio en forma de crítica. Como autor de corto alcance pero de gran ilusión y ambición, es todo regalo. Me agrada saber que has gozado con la lectura.


M.B.Vigo: Para entrar un poco en materia, querido David, cuéntanos un poco de donde surje ‘Al otro lado de la vida’, ¿Qué ha llevado a un arquitecto a escribir una historia de estas características?


D.V.: Pese a mi profesión, más dirigida a la técnica, aunque nada alejada del arte, siempre he sido un enamorado de las letras. He leído libros desde que tengo memoria, y el azar me llevó a probar suerte escribiendo. Descubrí que era mucho más gratificante que la lectura, al menos para mí, pues aún con el enorme peso de la responsabilidad que ello implica, podía escribir todo cuanto fuera capaz de imaginar. ‘Al otro lado de la vida’ es precisamente eso: el libro que siempre quise leer. Trata un tema que siempre me ha parecido atractivo, pero enfocado desde un punto de vista distinto. Fue en cierto modo un reto personal, pues la envergadura de esta trilogía es descomunal, pero es algo de lo que me siento orgulloso, y que me ha aportado mucho en todos los aspectos.


M.B.Vigo: El inicio de la obra, como destaco en la crítica, me ha parecido fulminante. Bárbara, la indiscutible protagonista, se despierta en el interior de un ataúd. Poco después, en su camino, se topa con la pequeña Zoe. Las dos mujeres que figuran en tu portada. No es muy común que un escritor masculino centre tanta importancia en personajes femenino, ¿Por qué? ¿De dónde nacen la fuerte Bárbara y la encantadora Zoe?


D.V.: Me encanta que me hagas esa pregunta. No es coincidencia que mi decisión haya sido la de invertir los roles habituales en este tipo de literatura. Una de mis mayores pretensiones a la hora de escribir esta trilogía fue la de ofrecer un punto de vista, un enfoque y un tratamiento de la trama que fueran inéditos. Negar que la literatura y el cine, en grandes rasgos, son preocupantemente misóginos, sería negar una evidencia. Soy hombre, pero desde siempre he considerado a mis semejantes por su valor personal, jamás por su género, y quería demostrar que una novela de este corte podía tener una mujer fuerte como protagonista, no relegando su papel a una mera comparsa del macho alfa de turno. No por el hecho de enfatizar el valor de la mujer frente al del hombre, sino por demostrar que las distinciones entre ambos son tan solo una fea herencia cultural que nos conviene superar como sociedad. Como valoración personal, me parece mucho más atractivo ofrecer una protagonista mujer, que caer en reiterar el mito del superhombre que puede con todo y salva a la damisela en apuros.  Zoe… es mi ojito derecho. Desde el principio quise ofrecer al lector un abanico de personajes con una historia personal que trascendiera de lo superfluo. Incluir en una historia de drama extremo y supervivencia a una niña de tan corta edad, y tratarla con madurez y seriedad, no como un fardo que arrastrar y al que proteger, me pareció muy atractivo. Me he esforzado por dotar a cada personaje de una evolución, desde la asunción del cambio que ha sufrido su vida y la adaptación a ese nuevo contexto. Con la pequeña Zoe ha sido mucho más que eso. Nunca le había cogido tantísimo cariño a un personaje.


M.B.Vigo: Seguimos hablando de los personajes de tu novela que es, sin lugar a dudas, uno de sus atractivos fundamentales. En un momento dado se presenta Morgan, un rudo policía. ¿Qué puedes decirnos de él?


D.V.: Morgan es sin duda el personaje que más controversia ha suscitado entre mis lectores. Surgió desde el momento mismo de la concepción de la novela, como contraposición a todos esos personajes asustados y desorientados, como una especie de gurú que les enseñase a valerse por sí mismos, tratando al mismo tiempo de expiar sus propias culpas. Es uno de los personajes más complejos que he escrito hasta el momento, y uno de los que más orgulloso me siento. Pese a sus modales más bien rudos y ásperos, es un personaje con un gran corazón, y una gran vocación por ayudar el prójimo, muchas veces en detrimento de su propio bienestar. Sin duda el mejor compañero de viaje.


M.B.Vigo: Este triángulo, a pesar de todos los demás que irán apareciendo a lo largo de esta catastrófica aventura, son, sin lugar a dudas, con los que mejor conectará el lector. Hay un desarrollo muy profundo en ellos, sus personalidades, su carácter, están muy bien desarrollados, te felicito por ello. Diría que David ha estudiado mucho a las personas...


D.V.: Desde el mismo momento en el que decidí empezar a escribir mis primeras novelas, (ya había escrito otros dos libros antes de comenzar esta trilogía), mi mayor miedo y al mismo tiempo mi mayor ambición, era la de forjar personajes creíbles, de marcada personalidad, ya fueran fuertes o débiles, con iniciativa o pasivos. Quería que el lector fuera capaz de hacérselos suyos, sentirse identificado con ellos, amarlos, odiarlos, pero sobre todo y ante todo, que no les dejasen indiferentes. Soy al mismo tiempo un gran filántropo y un gran misántropo, y presto mucha atención a las reacciones y a las motivaciones de las personas que me rodean, tratando de entender qué les mueve. En mis escritos trato de volcar todo lo que aprendo en mi día a día, forjando unos personajes que en la enorme mayoría de los casos nada que ver tienen conmigo, pero que me conmueven, y confío que eso también llegue al lector.


M.B.Vigo: El caos, la catástrofe, la muerte, se apodera de las vidas de Bárbara, Zoe, Morgan y los demás. El desasosiego y la amargura es un ingrediente primordial en esta historia. Unido, por supuesto, a la sangre y la violencia. Te sientes evidentemente cómodo en este tipo de acciones literarias. ¿Siempre ha sido así? ¿Cuál es tu fuente de inspiración?


D.V.: Siempre he tenido problemas para responder cuando alguien me pregunta ‘¿De qué trata ese libro que estás escribiendo?’. Pese a englobarse en un contexto en el que existe ese peligro imperante, mi intención siempre ha sido la de enfatizar cómo los personajes se enfrentan a ese él, más que el peligro en sí. Hay escenas violentas y frenéticas, que considero que ofrecen un contrapunto interesante a esas otras escenas tranquilas, pero de gran carga dramática, que son realmente el alma de la novela. Sería imposible llegar a ese nivel de carga emocional, en esta novela, sin esa sangre y esa violencia, y a mi parecer, una cosa equilibra la otra, y hace que el vínculo que se genera entre los personajes sea mucho más fuerte y mucho más visceral.


M.B.Vigo: ¿Es ‘Al otro lado de la vida’ un thriller de zombis? ¿Una historia de superación?


D.V.: Me parece una manera bastante eficiente de describir la historia. Siempre he tenido problemas para poder clasificarla, y me pasé muchísimo tiempo para dar con la sinopsis que ofrecer al lector, luchando por alejarme de todos los prejuicios que sin duda arrastrarían al saber de qué género se trata. No es coincidencia que ni el título ni la portada den ninguna pista sobre la estantería en la que se encontraría en una Fnac. Lo que está claro es que no es una novela de zombis, es una novela con zombis. Muchos lectores han sabido detectar ese matiz, y lo han señalado como un acierto. Otros muchos, cuyos gustos son igualmente loables, han echado en falta más sangre y más víscera, más de y menos con. Lo que yo buscaba para esta novela era enfatizar ese aspecto de superación que muy acertadamente has señalado. Drama, asunción, superación, y sobre todo y ante todo, algo que siempre he echado en falta en este género: cariño, empatía, compañerismo… en resumidas cuentas: esperanza.


M.B.Vigo: Me gustaría, también, que nos contases un poco cómo fue el proceso de publicación, el contacto con el público. Amazon ha otorgado una oportunidad de oro a los escritores noveles pero, aún así, no se trata de un paso sencillo.


D.V.: Mi llegada al Amazon fue fruto de una casualidad. Una de mis lectoras del blog donde llevo ofreciendo la novela gratuitamente desde hace más de un lustro, me comentó este verano que Amazon había abierto un concurso de autores noveles, y me invitó a participar. Yo hasta el momento recelaba de la edición digital, y tenía intención de probar suerte en algunas editoriales ‘físicas’, pero la experiencia me pareció sugerente, y probé suerte. Me presenté poco antes que cerrasen el concurso, y éste tan solo tomó en consideración a los cinco más vendidos, por lo cual mi libro pasó en entero desapercibido a ese respecto. Pero el hecho de publicar me permitió llegar a más público, lo cual me hizo muchísima ilusión, recibí nuevas valoraciones, conocí a gente estupenda con la que conversar, tanto lectores como otros autores, y tuve claro que seguiría editando con Amazon. Vale realmente la pena. Es un salto de fe mayúsculo, pues expones tu obra al mundo, consciente que pueden destripártela sin contemplaciones, o hundir tu ego al ver que nadie le presta la menor atención, entre semejante miríada de obras. No obstante, he obtenido críticas de las que me siento enormemente orgulloso y que me han servido para seguir adelante en mi andadura literaria con más ganas si cabe. Hoy por hoy, mientras trabajo en el cierre de la trilogía, ya estoy pensando el las dos siguientes novelas que pretendo escribir, y parte de esa ilusión y esa motivación es gracias todos quienes me habéis leído.


M.B.Vigo: Un poco en esta línea, todos hemos llegado a conocer escritores que nos han marcado en el nuevo mundo de los escritores que autopublican. ¿Qué nombres podrías destacar que te hayan sorprendido de verdad?


D.V.: He tenido el enorme honor de conocer a otros autores que, como yo, han expuesto sus obras en esta gran selva amazónica, compartiendo con ellos inquietudes e ilusiones. Se me ocurren compañeros de género como Alejandro Arnaldos, o Armando Cuevas, u otros con diferentes inquietudes literarias como Kiko Labiano y David Badajoz, todos autores ‘patrios’, a cada cual más educado y entregado a su parcela de ‘amor al arte’ que el anterior. A todos ellos les deseo la mejor de las suertes.


M.B.Vigo: Para finalizar, David, ¿Qué consejo podrías darle a un escritor que teme al proceso de publicación?


D.V.: Mi principal consejo para cualquier escritor novel es siempre el siguiente: lee mucho. En cuanto al miedo al proceso de publicación… Mi consejo sería que escribiese tantas novelas de auto-exploración como precisase antes de escribir ese libro tan especial que tantas ganas tiene de escribir. En este trabajo, las prisas con muy malas consejeras. El arte de escribir, como cualquier otro, es como un músculo, que crece y mejora mientras más lo ejercitas. Siempre he considerado mis primeras obras como los ruedines extra que tienen las bicicletas de los niños que están aprendiendo a pilotarlas. Aprovechando el símil, mi consejo es ese: que se mantengan con los ruedines de apoyo tanto tiempo como necesiten, y que den el paso a la publicación cuando se sientan genuinamente seguros para dar ese paso. No es necesario publicar lo primero que escriban, sino lo primero de lo que se sientan verdaderamente satisfechos. Yo le tengo un enorme cariño a mi primera novela, pero soy consciente que no está a la altura para dar ese paso.

Muchísimas gracias, David, por estos minutos, por tus respuestas y por tu tiempo. Espero que tus lectores disfruten tanto de esta entrevista como yo con esta charla tan agradable. Te deseo lo mejor de los éxitos en tu camino literario.


#LITERATURA: La Rebeldía del Alma, un thriller intimista // ***



Tengo el gusto de compartir en este humilde blog una pequeña crítica a 'La rebeldía del alma', de Armando Rodera, que puede presumir de tratarse de un bestseller internacional en la infinidad de Amazon. Topé con su novela divagando por la inmensa biblioteca de la web, y fue todo un descubrimiento.

Últimamente, que estoy escribiendo menos y leyendo mucho más, devoro los libros en poco tiempo. Empecé esta novela el domingo y la terminé anoche, aunque verbo decir que su ritmo es ágil, se lee con sencillez y, además, es adictiva. Desde luego que la acción no deja de correr, no deja de acercarnos sucesos para mantenerlos alerta, para mantener la llama de la curiosidad viva.

Apenas había leído su sinopsis, así que me dejé llevar un poco por mi impulso de lectora. Topé con una obra intimista, pero con un fuerte contenido de novela negra. El experimento me resultó curioso y sorprendente, aunque he de decir que he disfrutado mucho más de las partes más familiares que de las partes de acción, más como gusto personal que otro motivo. Interesante, además, los temas tratados con naturalidad a través de diálogos que expresan opiniones muy diversas: la homosexualidad y la maternidad de dos mujeres que se aman.

El título hace alusión a esto, y también a la terrible situación que Susan debe de afrontar: por un desafortunado incidente, yace en coma. Sin embargo, su consciencia está despierta. Eso, además de causarle una situación desesperante, le permite enterarse de lo que sucede a su alrededor, más sin poder hacer nada por intervenir. Crea un clímax curioso y desesperante. La trama es original y compleja, llevada con sumo cuidado de detalles por Armando Rodera que, por otra parte, parece sentirse muy cómodo en esta narrativa.

El escritor se vale de flashback para contarnos más detalles acerca de Susan y Denisse, dando importancia al toque romántico y real de la obra. Resulta curioso que un escritor masculino ahonde de esa forma en la personalidad de estas dos mujeres, y lo aplaudo por ello.

Los lectores encontrarán aquí una lectura amena, diferente y con una narración cuidada y tibia. 

lunes, 27 de abril de 2015

#LITERATURA: Las mujeres de Sara, de dolor y superación // ***


Me encontré con esta novela de Eley Grey de casualidad navegando por mi facebook, el que casi he convertido en una biblioteca. Tenía muchas ganas de leerlo, dado que me descargué estos fantásticos fragmentos gratuitos que permite Amazon y, sobre todo, me llamó mucho la atención la nomenclatura empleada por la autora para los capítulos: en su mayoría, libros bíblicos.

Es una novela romántico-dramática-negra. De ágil lectura, personajes bien enfocados y un desarrollo de los hechos que da saltos de lugar y de tiempo, lo que crea un engranaje adictivo hasta el final. Un recurso muy utilizado y que a la escritora le ha quedado suavemente pulido (nada abrupto) lo que es de agradecer.

'Las mujeres de Sara' es un cuadro de traiciones, desamor, olvido, asesinatos y misterio. Sara, escapando de su última y turbia relación, se refugia en un pueblo donde encuentra de todo menos tranquilidad. Si que es verdad que algunos sucesos ocurren deprisa y la forma se me ha antojado un poco forzada, sobre todo por la reacción psicológica de los personajes. En ocasiones, de hecho, me daba la impresión de que entraba en el mundo onírico, pues se perdía en matices esa verosimilitud tan necesaria. Digamos que eso sería un punto flojo de la escritora: el manejo del esquema de sucesos.

Donde radica la fuerza de Eley Grey es en el reflejo de los sentimientos y las descripciones de estos, que te ponen el alma a flor de piel, y es lo que más me ha gustado. Hay partes muy intensas y sobrecogedoras, donde la novel escritora saca a relucir sus dotes narrativas que prometen mucho. Es obvia, también, la unión con Sara, personaje muy real y muy bien definido en todos los matices, con el que el lector, de inmediato, sentirá una conexión irrompible.

Original apuesta, de fácil lectura, con acción y amor. Habrá que seguirle la pista a la escritora.



#LITERATURA: Rebelión en la granja, una fábula mordaz // ***1/2


  1. Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo.
  2. Todo lo que camina sobre cuatro patas, o tenga alas, es amigo.
  3. Ningún animal usará ropa.
  4. Ningún animal dormirá en una cama
  5. Ningún animal beberá alcohol.
  6. Ningún animal matará a otro animal.
  7. Todos los animales son iguales

La historia de los animales que se alían y se rebelan contra los humanos que los explotan, para formar su propia sociedad organizada, lejos de la tiranía. Sin embargo, el cuento alegórico plasma a la perfección la corrupción que se va formando entorno a cualquier poder adquirido. En este caso, los cerdos se hacen al principio con la dirección de la granja, abusando de su inteligencia mayor y su posición privilegia con respecto al resto de los animales. 

Un desarrollo de los hechos con el que muchos lectores se pueden sentir identificados en la situación social actual (a pesar de que se trata de una obra británica publicada en el año 1984), tanto en el ámbito de la política, como un cualquier situación laboral por diferente que pueda parecer. La desgarradora crítica social que encierra es, desde luego, brillante, verosímil y cargada de sentimientos a favor de un pueblo que ha soportado los abusos desde sus inicios.

Los derechos, al final del relato, terminan por ser los siguientes, modificados por los cerdos para su propio beneficio, lo cuál es muy representativo:

  • Ningún animal dormirá en una cama con sábanas
  • Ningún animal beberá alcohol en exceso
  • Ningún animal matará a otro animal sin motivo
  • Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.

#ENTREVISTA: Fernando Maremar, 'Mente' y 'Corazón'


Fernando Maremar, F.M, es un escritor de Madrid caracterizado por la intensidad y originalidad de sus historias inéditas. Entre sus escritos, encontramos títulos como ‘Cuentos de X, Y y Z’, ‘Ciclos’, ‘El sentido’, ‘Corazón’ y ‘Mente’; estos dos últimos, disponibles en versión ebook digital en el infinito portal de Amazon.



El mundo que se descubre ante nosotros al llegar a las letras de F.M es muy diferente a cualquiera que haya encontrado antes. No he cansado de repetirlo en las dos entradas que he dedicado en ‘Las mentiras que escribí’, pues su visión, sus colores, su nueva perspectiva, su nueva forma de hacer arte, me atrapó por completo.

M.B.Vigo: Bienvenido, Fernando Maremar, es un verdadero placer poder recibirte en este blog, después de, como otros muchos, haberme engatusado de la historia de Udelia y la del Ingeniero que quería cabalgar.


F.M.: Gracias. Esas historias y esos personajes están ahí para gente como tú. Son los lectores inteligentes quienes las completan y hacen que mi labor cobre sentido.


M.B.Vigo: Si te parece, me gustaría empezar hablando de ‘Corazón’, a pesar de que ha sido la segunda novela que he leído, su publicación es anterior a ‘Mente’. La historia comienza en la ciudad de Manhattan, de la mano de un ingeniero, el señor Wilson, que se ve obligado a cuidar el solo a su hijo tras el fallecimiento trágico de su esposa. ¿Dónde nace la idea de ‘Corazón’?


F.M.: Esas novelas quieren formar parte de una tetralogía sobre el ser humano (Corazón, Mente, Espíritu y Cuerpo). Para cada una de ellas, todo arranca a partir del título, que viene a ser la idea de fondo del libro, su tema, por así decir.


Pero lo que trato de hacer, en los cuatro casos, es plantear un argumento que se aleje del estereotipo, que no tenga nada que ver con lo que uno pueda asociar en principio a la palabra corazón (una señora muy intuitiva, enferma de corazón, que se enamora de su médico, por ejemplo). Por ejemplo, en Corazón decidí hacer una novela de aventuras en el oeste americano. ¿Qué mejor que darle la vuelta a las historias más habituales de indios y vaqueros, donde todo parece descarnado, sin sentimientos?


M.B.Vigo: El escenario elegido es EE.UU en plenos enfrentamientos entre nativos y colonos, lo que te sirve de buen telón para ambientar y explotar las posibilidades que eso conlleva. ¿Por qué te has decantado por esta ubicación en el tiempo y el lugar? ¿Casualidad? ¿Inquietudes personales?


F.M.: Desde niño me he sentido muy atraído por los nativos americanos. No sé si uno vive otras vidas antes de esta. Pero a veces tengo la sensación de que mi alma estuvo allí, en las grandes praderas o en las montañas rocosas. Una vida simple (ir a por agua, recoger leña, pasear de la mano de una mujer), pero al mismo tiempo muy satisfactoria.


Cuando leo sobre los nativos americanos, al participar en sus ceremonias (es algo a lo que me he sentido inclinado desde mi adolescencia y que me encanta hacer), todo me resulta conocido, apropiado, en su sitio.


La cultura de los indios americanos es, según creo, una forma de entender el mundo de la que todos deberíamos aprender. Justo lo contrario de lo que me mostraban las películas que vi de pequeño sobre ellos. Corazón es una manera de rendirles homenaje, de recordar una de las formas de vivir más hermosas que se han dado en este planeta (y recordar viene de cordis, que en latín significa corazón, esto es, recordar sería volver a pasar por el corazón los latidos de nuestro ayer).


M.B.Vigo: Por un lado tenemos al señor Wilson, que debe lidiar contra las fechas para sacar adelante el proyecto que se le ha encargado y, por otra parte, a su hijo, su antítesis, que adora abrazarse a los árboles. ¿Podemos deducir algo, algún significado metafórico?


F.M.: Sí, el de dos ideas muy distintas a la hora de interpretar el mundo y de relacionarse con él. En la primera, nuestro planeta es de los humanos, que lo gobiernan y lo doblegan a su antojo; en la segunda, el mundo no pertenece a nadie. Todos (hombres, animales, plantas, rocas) formamos una hermandad donde lo esencial es el respeto entre los millones de seres que viajamos juntos en esta enorme nave espacial que llamamos Tierra.


Para los colonos, la Tierra es una especie de supermercado gigantesco donde se sirven a su antojo. Para los indios, la Tierra es nuestra madre, y como tal hemos de honrarla y cuidarla.


M.B.Vigo: ¿Por qué ‘Corazón’?


F.M.: Porque esa palabra simboliza el asunto o idea de fondo que quería tratar en este caso. Esto es, esas decisiones que tomamos de un modo intuitivo, sin atenerse a ninguna información mental, a ningún juicio. Eso que, en castellano, denominamos corazonadas.


M.B.Vigo: Udelia, la protagonista de tu novela ‘Mente’, se encuentra ese libro en la casa de un viejo profesor. Le llama poderosamente la atención. ¿Podrías decirnos cuál es el motivo por el que has decidido que uno de tus personajes se haya encontrado con una de tus creaciones? ¿Y qué significado real tenía para Udelia? Tal vez debía de dejar de utilizar la mente y centrarse en los latidos de su interior...


F.M.: Lo de que Udelia encuentre en Mente la novela Corazón es sólo un juego narrativo. Quería decirle al lector, de un modo sutil, que esos libros están relacionados, que forman parte de una tetralogía (ya que los argumentos de los cuatro libros son independientes y no tienen nada que ver unos con otros).


Y sí, efectivamente, el viejo profesor quiere decirle a Udelia que, en el viaje hacia el conocimiento de sí misma, necesita algo más que su mente. Su lógica no va a ser suficiente para curar las cicatrices del pasado. Es imprescindible situarse más allá del juicio si uno desea redimirse por completo se situaciones que sólo la mente ha creado.


M.B.Vigo: Es curioso, y no muy frecuente, ver que te has decantado por una figura femenina para protagonizar una novela. También lo es el hecho de que hayas sabido darle la fuerza y la intensidad que la pasión de una mujer puede mover. Aprovecho para recalcar que Udelia es uno de los personajes literarios que más me ha fascinado en todos los libros que he leído en mi vida, sencillamente, su estructura, su situación, su evolución, su mente, me han parecido de una exquisita profundidad. ¿Cómo ha sido el proceso de crear a Udelia? ¿Te has inspirado en alguien real? ¿O es simplemente un cúmulo de pensamientos ajenos?


F.M.: La mujer me impresiona. Me fascina su poder, su magia, su misterio. Tal vez todo eso tenga que ver con su capacidad para crear vida. Es posible que, debido a la tremenda responsabilidad que eso conlleva, el universo dote a las mujeres de ciertas características especiales (intuición, hechizo, fuerza interior, telepatía, etc.; casi podríamos decir: superpoderes), al margen de las que son habituales en un ser humano.


Udelia es el resultado de mi interés y mi admiración por la mujer. Después de mucho leer literatura escrita por mujeres, de mucho observar a mis hermanas, a mi madre, a mis amigas, a mujeres de todas las edades y de todas partes del mundo, después de mucho compartir y hablar con ellas, de mucho escucharlas, Udelia viene a ser una mezcla de las mujeres más interesantes con las que me he cruzado en mi vida.


M.B.Vigo: El escenario de fondo de ‘Mente’ es radicalmente distinto al de ‘Corazón’. De hecho, ambas obras son muy distintas entre sí. Una ciudad gris, una prisión de hormigón, en la que la noche está prohibida. Y una chica que sueña con ver las estrellas. Poesía negra, podríamos decir. Cuéntame, ¿Cómo nació realmente ‘Mente’? o ¿Qué es realmente ‘Mente’?


F.M.: Mente nació de la misma forma que Corazón. Partí del título como idea de fondo, y traté de plantear un argumento que pudiera relacionar con ese tema pero, como dije antes, sin caer en el estereotipo (en este caso utilizo la ciencia ficción elegante –esa en la que no se necesita que los personajes se disparen continuamente rayos láser unos a otros–; un género que siempre me ha atraído).


Para ello, trabajé en dos direcciones. Por un lado una historia que pudiese integrarse en lo que vienen a ser los argumentos clásicos de ciencia ficción (un posible futuro que en realidad no es más que una recreación del presente en el que vivimos); y por otro, deseaba que la escritura tuviese una componente onírica, como si además de producirse en un lugar concreto (que podría ser cualquier ciudad del mundo), también se pudiese leer como un sueño, como si todo sucediese dentro de la mente del lector está leyendo el libro.


Y como, de las cuatro partes que forman el ser humano (Corazón, Mente, Espíritu y Cuerpo), la mente es sin duda lo más oscuro, lo que más nos puede encerrar dentro de la cárcel de nuestro ego (muchas veces la mente trata de convencernos de que somos ella, cuando la mente no es más que una parte de nosotros), pues salió eso, poesía negra, una ciudad amurallada.


Y esa ciudad es tal vez la prisión más peligrosa que pueda existir. Aquella en la que el prisionero está convencido de que no lo es, de que toma sus propias decisiones, cuando en realidad no es más que un esclavo que no tiene siquiera derecho a mirar las estrellas.


Unas estrellas que deberíamos salir a contemplar cada noche para recordar que, en nuestro universo, además de un gran vacío y silencio, no existe nada más. Sólo esos millones de puntos brillantes que permanecen ahí, colgados del cielo, como retándonos a que descubramos qué significan, cómo nacieron, qué relación mantienen con nuestra propia existencia.


Mente es una manera de hablar del lío en el que estamos metidos por haber confiado todas nuestras decisiones al juicio, ignorando que el ser humano no es sólo su cerebro. Mente es una forma de invitar al lector a reflexionar sobre ese asunto.


M.B.Vigo: ¿Qué se siente, Fernando, al terminar, al poner el punto y final a una obra literaria de creación personal? ¿Satisfacción, logro o vacío?


F.M.: Me siento intrigado, satisfecho y un poco molesto.


Intrigado porque no sé bien en realidad lo que he hecho, ya que el libro sólo se completa en la mente y el corazón y el alma y el cuerpo del lector. Sólo ellos son capaces de sentir si lo que escribí merece la pena o no.


También, claro, obtengo la satisfacción que se produce al convencerme de que he por fin he concluido un nuevo libro (soy muy crítico conmigo mismo y suelo reescribir hasta la extenuación).


Por último, me siento un tanto molesto ante la evidencia de que esos libros, los escritos por mi propia mano, serán los únicos libros que no pueda leer.


Me encanta la lectura. Quizá sea la actividad a la que más horas he dedicado. La sensación de enfrentarse a la primera frase de un autor, de ir adentrándose en un universo nuevo, distinto al mío, me resulta hechizante y maravillosa. Sin embargo, dicha sensación no es plena cuando trato de leer algo propio. Ya que siempre está tamizada por el hecho de haberlo escrito. El no poder leer mis libros con la misma pureza con la que leo los de los demás, como si fuesen algo completamente ajeno, me produce cierto desasosiego.


M.B.Vigo: Se dice que una buena novela es aquella en la que te tomarías un café con alguno de sus personajes. Mentiría si dijera que no me apasiona la idea de poder invitar a una cafetería a Udelia. ¿A qué personaje invitaría Fernando Maremar por las calles de Madrid?


F.M.: Al viejo profesor, sin duda. En este momento de mi vida es el amigo que me gustaría tener. Le preguntaría todo tipo de cosas o me quedaría callado junto a él durante mucho rato, por el mero placer de sentirlo a mi lado. Pero no lo haría en Madrid, sino en un desierto.


M.B.Vigo: Primeramente, trabajaste bajo el sello de una editorial. ¿Cuál es la razón que te llevó a autopublicar ‘Mente’ y, después, ‘Corazón’? ¿Cómo fue para ti la experiencia de dar el salto al público?


F.M.: La experiencia en las editoriales no fue del todo satisfactoria, tal vez por mis propios errores. Soy un solitario empedernido, con un pronto muy difícil (aunque todo se me pasa rápido). Me cuesta relacionarme con los demás. Son debilidades que trato de corregir poco a poco. Sin embargo, tengo que ofrecer lo que escribo. No sé por qué, pero si no lo hago termino enfermando. Al final, la publicación en internet, mucho más discreta y personal, me pareció una buena posibilidad, que por ahora se ajusta mejor a mi carácter.


M.B.Vigo: ¿Qué le aconsejarías a un escritor novel desde tu experiencia?


F.M.: Que se enamore de lo que hace (con todo lo que esa palabra sagrada, enamorarse, conlleva: sobre todo atención y gratitud) y que no se preocupe de mucho más. Si está completamente enamorado de su trabajo, el resto (crear una obra que merezca la pena, publicar, que le lean, etc.) llegará por sí mismo de la forma más natural.


M.B.Vigo: Y para, finalizar, ¿Podrías contarnos algo sobre futuros proyectos? Estoy deseosa de saber si vamos a leer pronto algo nuevo de Fernando Maremar.


F.M.: Ahora mismo estoy explorando la narración breve (con bastante humor e ironía) en un conjunto de fragmentos que he titulado: Vesre (crónicas de un mundo inverso).


Los publico en Facebook (www.facebook.com/fernando.maremar) para que los disfrute quien lo desee.

Por otra parte, ya tengo esbozado el argumento para una nueva novela de la tetralogía. Ojalá me atreva a escribirla.

Muchísimas gracias, Fernando, por tu tiempo y tu disposición a la hora de realizar esta entrevista. Ha sido todo un placer tenerte en ‘Las mentiras que escribí’. Te deseo la mejor de las suertes en tu ruta literaria.