miércoles, 25 de mayo de 2016

#ENTREVISTA: Guisela Samudio, autora de "El tigre de la canela"




"Es tigre de la canela es en realidad una lucha por conseguir una meta, un objetivo, un sueño, con la aceptación de un destino que puede ser dulce o amargo, pero por el que merece la pena morir."


Pintora, escritora, ilustradora y diseñadora gráfica. Para mí, la autora de una de las novelas más impactantes y especiales del Concurso Indie 2015, "El tigre de la canela". Es un placer recibir en "Las mentiras que escribí" a Guisela Samudio, para hablar de su gran obra de arte literaria y visual.

G.S.: Muchas gracias a ti por tu interés y tu tiempo.

M.B.Vigo: "El tigre de la canela" no es una obra literaria al uso. Libre de fórmulas preestablecidas, encuadrable en multitud de géneros y con un estilo literario muy diferente a lo conocido. ¿Qué se esconde detrás de esta extraña pero fascinante creación? 

G.S.: Es un libro que trata de la creación artística y de la lucha por conseguir un objetivo dentro del mundo de las artes y las ciencias. No es fácil escribir sobre el tema y tampoco calificar el libro dentro de un género bien definido. La protagonista se enfrenta a dos mundos, el real y uno nuevo que se le abre a través de un pasadizo, así que podría decirse que es literatura fantástica con una base real.

En El tigre de la canela se hacen muchos guiños a las alucinaciones, se ahonda en la psique y en la locura, hay escenas que parecen sueños surrealistas, sobre todo al final, esto hace diferente el género.


M.B.Vigo: Más de un centenar de opiniones muy positivas en Amazon. Desde luego que, a pesar de su cierta complicación en el desarrollo, es una novela que ha impactado a los lectores. Sin embargo, es todo menos complaciente. Me imagino que has escrito lo que querías escribir, sin pensar en nada más. ¿Esperabas esta acogida?

G.S.: Tenía muy claro el final del libro antes de empezarlo y tenía claro que quería escribirlo. Por la acogida me empecé a preocupar cuando terminé el primer borrador. Claro que te preguntas si gustará, si les llegará, pero es mi voz, la expresión de lo que llevo dentro y era muy consciente de que no a todo el mundo le podía gustar.

La sorpresa vino cuando se puso en marcha en Amazon y la gente empezó a darme su valoración. Como bien dices, el libro gustaba, y mucho. Aun así, cada vez que veo una opinión nueva, la abro con cierto temor, a pesar de que casi todas son de excelente.

Estoy muy contenta con la acogida y con el resultado. me satisface mucho que todos están de acuerdo en que está bien escrito, que es literario.


M.B.Vigo: Hay muchos años de trabajo detrás de "El tigre de la canela", tanto en el desarrollo literario como en la parte ilustrativa, lo que le da pura magia a la lectura. ¿Cómo ha sido este proceso de trabajo tan largo y duro? ¿Ha merecido la pena todo el esfuerzo?

G.S.: Siete años de trabajo invertido en una obra es mucho. Las ilustraciones las combinaba con la escritura porque para mí pintar es mucho más relajante que escribir, es decir, que ilustrar el libro también era una válvula de escape o una excusa perfecta para no sentarme delante del ordenador y sufrir.

El primer borrador estuvo terminado en nueve meses, luego vino el proceso de corrección, que duró otros seis años, en los cuales yo seguía pintando a mis personajes. En los últimos dos años fue cuando el libro se consolida gracias a la intervención de mi marido Chistoph Hagel, amante de la literatura, lector convulsivo y traductor. Juntos trabajamos la coherencia, el estilo, las frases. Parte del éxito de esta obra es de él.

Es tigre de la canela es en realidad una lucha por conseguir una meta, un objetivo, un sueño, con la aceptación de un destino que puede ser dulce o amargo, pero por el que merece la pena morir. Así he llevado yo esta obra, adelante a pesar de todos los obstáculos, de todas las renuncias. Dentro de los dos sabores que ofrece la canela, al final me he quedado con el dulce.

M.B.Vigo: Kanela es una protagonista poderosa, sobre la que recae la fuerza absoluta de la trama. Lleva a cabo un renacer personal, un peregrinaje. ¿Qué tienen en común Kanela y Guisela? Su historia de lucha bien podría extrapolarse a la vida real.

G.S.: Jamás podría haber escrito un libro con esta trama si no hubiera sentido en mi interior las fases de la creación, si no me hubiera sumergido en algún proyecto artístico hasta tal punto de perderlo casi todo.

La aventura comenzó en 2001, cuando pintar se convirtió en un desafío y más tarde en una obsesión, tanto que abandoné mi trabajo, mi pareja y los estudios que estaba cursando para centrarme solo en lo que sentía que debía de hacer.

Con mis exposiciones individuales de pintura entendí la lucha que conlleva crear o desarrollar un proyecto que englobe varias obras con coherencia: las renuncias, el miedo, la pasión, la impotencia, la tristeza y la pobreza; pero también la alegría y las críticas. Todos estos sentimientos supusieron un cambio significativo en mi carácter cuando también incorporé la meditación, el taichí y el yoga en mis rutinas.

Volví a incorporarme a un trabajo que pensaba que era a medida, ya que creé mi propia empresa, pero ya no era lo mismo. Las facturas, la rutina, los clientes, etc., me quitaban todo el tiempo fresco de la mañana para escribir. Llegó un momento en el que se me fue la pinza y se me fue la empresa, por muchos motivos, aunque he de reconocer que a este declive ayudó mucho mi abandono en pro de lo que realmente me interesaba.

Madrugaba para escribir y a lo largo del día casi solo pensaba en ellos, en mis personajes; los pintaba, les hablaba, los sentía reales y me enamoré. Me tuve que marchar de España para buscar otro trabajo y mi historia se vino conmigo, creció conmigo. A mi vuelta tuve que volver a peregrinar, a cambiar, pero esta vez lo hice por amor.

Kanela, la protagonista, renace dentro de otro mundo, se reinventa a sí misma y está abierta al cambio. La espiritualidad y el taichí le ayudan a ser flexible para no romperse y superarse. Los delirios de su mente son un valor añadido en un mundo donde la imaginación y la locura no se ataca. Para ella el arte y el amor son las dos cosas más importantes por las que merece la pena vivir.



"En El tigre de la canela podemos vernos reflejados a nosotros mismos, ya que el arte surge de nuestra des-razón, de la locura que todos llevamos dentro."


M.B.Vigo: En el mundo en el que entra Kanela, la faceta espiritual tiene un gran importancia. Todo lo demás, pasa a un segundo plano. Lo sobrenatural es lo común. Desde luego, haces alarde de una imaginación desbordante. Pero no da la impresión de tratarse de fantasía a secas, ¿hay algo más?

G.S.: El alma está conectada al arte y a la creación científica, al menos así lo creo yo. La faceta espiritual, que para nada es religiosa, es muy importante en el libro por la introspección que hace el artista o científico en sí mismo. Ahondamos en los misterios de nuestra mente y en nuestra esencia más pura.

No es un libro de fantasía a secas como bien dices. Sus páginas encierran una filosofía de vida porque estamos hablando metafóricamente de una lucha interna por conseguir un objetivo, de una locura que es real, de un renacer que muchos hemos experimentado.

Es verdad que podemos decir que la literatura fantástica es cualquier relato donde aparezcan fenómenos sobrenaturales o criaturas inexistentes, pero en este libro todo tiene una explicación racional, al final de sus hojas encontramos las respuestas y son más bien psicológicas.

En El tigre de la canela podemos vernos reflejados a nosotros mismos, ya que el arte surge de nuestra des-razón, de la locura que todos llevamos dentro.

M.B.Vigo: Publicar un libro es el inicio de un viaje plagado de dificultades, pero también maravilloso. ¿Ha cambiado mucho tu vida a raíz de la autopublicación de "El tigre de la canela"?

G.S.: Por fin he soltado a mis personajes y les he dejado volar. Yo ahora me he tomado unos meses de descanso y eso se agradece.

La autopublicación en Amazon ha sido una buena idea. Recomiendo esta experiencia a los autores noveles. Se puede llegar a un publico muy amplio y si te sabes mover vas vendiendo con una marcha buena. Se puede conseguir bastante más que dentro de un sello editorial.

M.B.Vigo: Detrás de todo escritor, hay una colección de libros inolvidables. ¿Qué novelas nos recomendarías?

G.S.: Cien años de soledad, Madame Bovary, Lolita, La insoportable levedad del ser, La metamorfosis, A sangre fría, La conjura de los necios, Los renglones torcidos de Dios, La chica del tren y La soledad de los números primos.

M.B.Vigo: Y, para finalizar, ¿estás trabajando en algún proyecto del que puedas adelantarnos algo?

G.S.: Estoy a punto de sacar un álbum ilustrado que también he escrito “Dos trazos y la puerta mágica”, espero que para mayo ya esté disponible. Me hace mucha ilusión este proyecto.

Y ya me he sumergido en una nueva novela que aún no tiene título. Por adelantar algo, decir que los personajes principales son dos mujeres de diferentes épocas y que también podemos encontrar en la trama realismo mágico y surrealismo. Es una novela con más suspense en la que en algunos tramos se puede pasar algo de miedo. También encontramos pinceladas de concienciación medioambiental y de defensa a los animales.

M.B.Vigo: Muchísimas gracias, Guisela, por tu tiempo y tu amabilidad. Te deseo mucha suerte en este camino literario.

G.S.: Te deseo también lo mismo con tu novela. Es un placer contactar contigo.




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lunes, 23 de mayo de 2016

#CINE: El Olivo, la eternidad de las raíces // *****




El Olivo estaba rodeado de vida, porque él había dirigido la vida de una familia generación tras generación. Dos mil años reflejan los recovecos de su eterno tronco y la brillantez de sus pequeñas hojas, desafiando hasta la luz de sol. Esa plantación representa mucho más de lo que puede creerse a simple vista. Y no es por su fascinante belleza, por el reflejo de la fuerza inmutable de la naturaleza, ni tampoco por su legado milenario. Para Alma, una joven de veinte años y un fuerte carácter salvaje, lo es todo. Todo por su ausencia, esa ausencia que también se ha llevado los recuerdos de su abuelo.

Porque desde que el padre y el tío de la muchacha decidieron vender dicho Olivo para abrir un restaurante, su abuelo se apagó como lo hacen las brasas arrojadas al río. Y Alma sintió que tuvo que crecer muy deprisa, que tuvo que trabajar duro, anclada en el más absoluto resentimiento hacia su padre por haberle arrebatado lo que más amaba. Para ella, los recuerdos son tan vívidos... tanto como ausentes para el anciano.

Y de esta forma, cuando la rutina no parece tener escapatoria, y el dolor y el miedo de perderlo para siempre le provocan un sufrimiento demasiado intenso, en ella se desata la locura. Arrastra a su tío y a su amigo Rafa a un viaje hacia Alemania para recuperar el Olivo. Esos dos días de camino servirán, sobre todo, para ir juntando las piezas de unos sentimientos que la rompen, para redescubrirse a sí misma y para ayudarla a enfrentarse a una realidad innegable.

El film es, simplemente, espectacular. El tinte puramente costumbrista, juntado con una estética pura, sin condecoraciones y natural, lo hace ser grande. Anna Castillo se muestra como una actriz feroz, desgarradora y hermosa en todas sus facetas. Su mirada siempre está perdida en el horizonte, mirando más allá. Sus pupilas están plagadas de aquello que se perdió y ansía recuperar. Además, las cicatrices de una relación desgastada y mustia con su padre la hacen querer imponerse a la necesidad de perdón.

El Sol amenaza con caerse. Con caerse. Con caer. Ella quiere mantenerse imperturbable como un tótem ante cualquier adversidad. Se cree grande, pero se siente pequeña, diminuta. Alma agarra la vida con uñas y dientes, porque es una de estas personas pasionales dignas de admiración y valentía. No se resigna a perder las raíces, las mismas que las de su Olivo.

Sobras las palabras para recomendar esta historia sobre un abuelo sin recuerdos, un Olivo perdido y una nieta coraje.

Brillantemente sobrecogedora.

viernes, 20 de mayo de 2016

#COLUMNA-OPINIÓN: La amistad y la autoindependecia


"Tienes un único amigo, con el que has quedado para ir al cine a las cuatro. Pero, debido a un contratiempo que no quiere especificar, él no puede acompañarte. Te insta a que vayas tú, y que después le cuentes cómo ha estado la película. ¿Tú cómo te sientes?"

"No creo que pueda ir al cine sola, me siento abandonada por él"

"¿No disfrutarías de la película sola?"

"No lo creo"

"¿Por qué no lo intentas?"

Era difícil para mí, en esos momentos, enfrentarme a la perspectiva de realizar actividades sola. El peso de la "soledad" era una losa demasiado difícil y me ahogaba. Parece ser que mi psicoterapeuta no quería comprender qué es lo que le quería decir. ¿Acaso no estaba yo en mi derecho de sentirme mal por sentirme sola?

Recuerdo que solía recalcarme que tenía una visión "muy elevada" del término amistad, que solía anteponerlo a mí misma, a lo que yo necesitaba y quería. Me había olvidado de mí, de ir al cine conmigo misma, de tomarme un café conmigo misma y de disfrutar de la soledad que, en ocasiones, puede ayudarnos tanto. Sí, era cierto. Y aunque tardé casi un año en entender por qué tenía que ir sola a ver esa maldita película, cuando al fin lo hice, saboreé la "autoindependencia".

No se trataba, como yo creía, de ser una persona puramente independiente, pero estaba claro que no podía seguir siendo una persona "dependiente". Por diversos motivos, mi círculo social estaba estéril, y yo me encontraba más hermética que nunca. Abrir frentes me daba miedo, pero estaba deseosa de hacerlo. Yo me relamía y me rebozaba en esa dependencia horrorosa hacia personas que se había ido, que no quería darme lo que yo necesitaba. Y, durante tantas horas, tanto tiempo, les echaba la culpa a los demás. Tantas horas echándole la culpa a los demás, y abandonándome a mí misma.

El camino para convertirse en una persona "autoindependiente" es muy duro, pero muy gratificante. Obtienes una fortaleza que se vuelve innata, y por momentos te sientes imparable. Por supuesto, sigues "necesitando" a los demás, pero tú eres dueña de tu ocio y tu diversión. La negativa de un amigo no tiene que suponer, necesariamente, la cancelación de un plan que a ti te resultaba apetecible. Y, poco a poco, se produce un crecimiento personal delicioso y latente.

Confundí la soledad, que por diversos motivos asoló mi vida durante un tiempo, con un problema de necesidad de los demás. Y es lógico y comprensible sufrir cuando nos encontramos ausentes de un círculo de personas queridos, pero nada fuera de ahí. Al final, ese círculo vuelve a girar y nuevas personas, maravillosas, queridas y dulces, empiezan a formar parte de tu nueva existencia, de tu nueva personalidad "autoindependiente". 



jueves, 19 de mayo de 2016

#ENTREVISTA: Carol Munt, autora de "Nunca dejes de mirarme"



"Reconozco que me gusta variar; cambiar de género y registro me obliga a profundizar en mi escritura, a poner la atención en otros ámbitos de la realidad. Indagar en la temática adolescente o “Young Adult” (como se la califica ahora) me resulta enriquecedor"


Carol Munt destaca por la delicadeza de sus letras, la consistencia de sus historias y el alma de sus personajes. La publicación de su nueva novela, "Nunca dejes de mirarme" es una gran noticia para todos los lectores que le seguimos con tanta estima. Recibimos con mucho cariño en "Las mentiras que escribí" a una de mis escritoras indies favoritas.

M.B.Vigo: Las dos anteriores novelas tuyas que tuve el gusto de leer, “La promesa” y “El punto medio del corazón” son obras totalmente intimistas, que ahondan en la psicología y los sentimientos de dos mujeres sometidas a unas circunstancias muy difíciles. En “Nunca dejes de mirarme” hay una diferencia de registro importante… aunque seguimos teniendo a un personaje femenino de protagonista, ésta se trata de una joven adolescente. ¿A qué se debe este cambio de registro? ¿De dónde nace esta historia?

C.M.: Antes de nada, Miriam, quería darte las gracias por hacerme un hueco en tu Blog y darme la oportunidad de hablar de mi última novela: “Nunca dejes de mirarme”. En cuanto a la primera pregunta… Reconozco que me gusta variar; cambiar de género y registro me obliga a profundizar en mi escritura, a poner la atención en otros ámbitos de la realidad. Indagar en la temática adolescente o “Young Adult” (como se la califica ahora) me resulta enriquecedor, porque se trata de una etapa donde las emociones están a flor de piel, y la necesidad de descubrir el entorno y a uno mismo es esencial a esta edad. Como escritora creo que tener a dos adolescentes como protagonistas en mi novela ha sido todo un lujo, a la vez que un desafío.

El germen de la historia surgió hace unos tres años; cuando presenté un primer capítulo a un concurso cuyo objetivo era escribir una novela entre diez personas. El capítulo que envié resultó ganador, siendo elegido como comienzo de la historia. Sin embargo, al final el proyecto se interrumpió y la novela no se escribió. Así que, con las mismas, dejé ese primer capítulo guardado en una carpeta y comencé a escribir otra novela (Y Lao Tse bajó de los cielos). Durante el siguiente año esas páginas guardadas surgieron en mi cabeza de vez en cuando, sobre todo los pájaros… e inconscientemente fui creando escenas; hasta que un día me dije: “¿Por qué no empiezo a escribir la historia y voy subiendo los capítulos a Wattapad?” Y así hice. Mientras escribía “El punto medio del corazón”, cada semana, subía un nuevo capítulo de “Nunca dejes de mirarme”; lo hacía como entretenimiento y entrenamiento; quizá también para quitármela de encima (risas). Pero llegó un momento en el que fui consciente de que la historia estaba tomando cuerpo, y que ese entretenimiento inicial se estaba convirtiendo en una escritura seria. Así que decidí borrar todo rastro de ella en Wattapad (pido disculpas de nuevo a los lectores de dicha aplicación que seguían la historia) y reescribirla desde el principio con el propósito de autopublicarla. Así es cómo surgió “Nunca dejes de mirarme”.

M.B.Vigo: Podríamos definir a Sara como una adolescente como lo podría ser cualquier otra. Dolida, en cierta parte, con su madre por haberla arrancado de su rutina en Madrid y haberla trasladado a la vida en Galicia. ¿Cómo nació y creció Sara? ¿Qué unión tienes con este personaje?

C.M.: Sara es una adolescente de diecisiete años que se enfrenta a la incertidumbre cuando se ve obligada a marcharse de Madrid, la ciudad en la que ha vivido toda su vida, e irse junto a su madre a Santiago de Compostela. Sara experimenta el temor a lo desconocido y la impotencia ante hechos contra los que no puede luchar. Pero al mismo tiempo quise reflejar en ella la valentía y la madurez que también poseen la mayoría de los adolescentes. Y es que en todo momento quise huir de lo superficial y, si me apuras, de lo cursi. Sara es la narradora; ella cuenta todo cuanto ve y siente y quería que lo hiciera con profundidad y de forma sincera.

M.B.Vigo: El punto de inflexión en la nueva vida de Sara se llama Dorian. Un misterioso, poco locuaz y escurridizo compañero de instituto con el que, por una serie de circunstancias, comienza a estrechar lazos. Se trata de un muchacho que es, cuanto menos, enigmático. Una criatura torturada, asolado por la amargura. ¿Qué nos puedes contar de él?

C.M.: Lo único que te puedo contar es que lo adoro (risas). Tú lo has dicho: es un chico misterioso. Así que mantengamos el misterio…

M.B.Vigo: Al tener protagonistas adolescentes, una parte importante de la historia se desarrolla en un instituto de secundaria. ¿Ha resultado difícil para ti moverte en este ámbito o te has sentido cómoda al volver a los pupitres?

C.M.: La verdad es que me he sentido muy cómoda. Aún tengo a una adolescente viviendo en mi interior; y ha sido muy emocionante revivir esa parte de mi vida. De todas formas la empatía es la mejor arma que tiene el escritor. Ponerse en la piel de otra persona sin importar el género o la edad es la clave para desarrollar un buen personaje.

M.B.Vigo: Santiago de Compostela, la capital de la Comunidad Autónoma gallega casi puede tratarse de un personaje más. Una ciudad marrón, con el cielo eternamente encapotado y un halo de misterio a su alrededor. ¿Por qué la has elegido para dar vida a la historia de Sara y Dorian?

C.M.: He de confesar algo: jamás he estado en Santiago de Compostela. Pero tengo una amiga que conoce bien la ciudad y la he estado acribillando a preguntas (risas). Luego está Internet, esa ventana abierta al mundo que te permite conocer hasta el más mínimo detalle de aquello que te interesa. Google Map ha sido otro de mis aliados; gracias a él he recorrido las calles de Santiago de Compostela de punta a punta.

Elegí la ciudad de Santiago de Compostela porque me parece un escenario mágico y misterioso. Perfecto para la trama. Y también porque es conocido, en España, obviamente, y a nivel internacional.



“Y Lao Tse bajó de los cielos”, para mí, es lo mejor que he escrito hasta ahora. Y “mi Bruce” siempre será “mi Bruce”.


M.B.Vigo: La portada de “Nunca dejes de mirarme” es muy llamativa. La mirada profunda de una joven, y la sombra de los pájaros sobre su rostro. ¿Qué significan esos pájaros? (si nos lo puedes contar, claro).

C.M.: Los pájaros son los personajes principales en la sombra. Son el halo de misterio que envuelve a la novela. Me gusta añadir ese tipo de figuras a mis historias. Como algo que está ahí, que parece que se encuentra al margen de todo cuanto ocurre, pero que en verdad sin ellos la trama se quedaría huérfana. Es una forma de darle profundidad a la narración, otra dimensión. 

M.B.Vigo: Es una pregunta complicada, lo sé. Tienes ya cuatro obras publicadas, lo que ya tiene un mérito innegable. Cada cuál de ellas tiene su alma, sus personajes, su motivo. ¿Existe, tal vez, alguna que sobresalga sobre el resto? ¿O algún personaje al que te sientas especialmente vinculada?

C.M.: Siempre lo digo. “Y Lao Tse bajó de los cielos”, para mí, es lo mejor que he escrito hasta ahora. Y “mi Bruce” siempre será “mi Bruce”. De hecho, todas las personas que se han leído las cuatro novelas me lo repiten de vez en cuando: que lo tienen como libro de cabecera; que también lo tienen en papel y que a veces lo releen y subrayan alguna frase. También es con el libro que más he disfrutado mientras lo creaba. Creo que a partir de ahora voy a dedicarme a escribir novela espiritual y de autoayuda (risas)

M.B.Vigo: La publicación y, sobre todo, el llegar al público, encontrar lectores a fines a nosotros no resulta sencillo. ¿Cómo te has enfrentado durante este tiempo al anonimato de la auto publicación?

C.M.: Supongo que es la cara más frustrante de la autopublicación. Pero por otro lado te obliga a reinventarte cada día. Es una forma de mantenerte alerta y de perfeccionar tu marca de autor. También te insta a aprender formas de marketing, a indagar en el ámbito de las redes sociales. Si dejas a un lado que como escritor lo único que deseas hacer es escribir, ese mundo de la publicidad y el diseño gráfico puede ser apasionante.

M.B.Vigo: A parte de la escritura, como la mayor parte de los amantes de las letras, estoy segura de que eres una lectora insaciable. ¿Qué novelas podemos encontrar en tu mesita de noche?

C.M.: No puedo vivir sin poesía, así que siempre encontrarás a Juan Ramón Jiménez, Dulce María Loynaz, Walt Whitman, Emily Dickinson… En narrativa a Hermann Hesse, Kafka, Natsume Soseki, Alessandro Baricco…

M.B.Vigo: Para finalizar, ¿estás trabajando en algún nuevo proyecto del que puedas adelantarnos algo?

C.M.: Sí, estoy en ello, pero por ahora solo está en mi cabeza. A veces tomo algún apunte. Investigo sobre un escenario concreto o busco nombres para los personajes. Se trata de una historia distópica de ciencia ficción, y quiero que sea una trilogía. Así que aún me queda mucho trabajo por delante.

M.B.Vigo: Muchísimas gracias, una vez más, por formar parte de este Blog. ¡Espero que tengas mucha suerte en tu nuevo camino literario!


C.M.: Gracias, Miriam. Para mí ha sido todo un placer. 





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lunes, 16 de mayo de 2016

#LITERATURA: La víspera de casi todo, Premio Nadal ambientado en Galicia // ****




No ha tenido críticas demasiado amables del Premio Nadal de este 2016. La mayor parte de estas opiniones se centran en un tono denso, que roza lo aburrido. Es clasificado, sin piedad, de una novela soporífera y de lectura difícil. Muchos aseguran haberla abandonado a la mitad. Pero, ¿no es acaso esto lo que sucede con los mejores libros?

Creo que "La víspera de casi todo" es una novela única, con un alma propia, escrita con una pretenciosidad necesaria. Porque se trata de un libro enorme en muchos aspectos: la técnica narrativa es, además de correcta, hermosa. El desarrollo de los argumentos, que se condensan en uno solo, es complejo pero bien elaborado. Pero donde radica la magia es en los personajes, cuidados al milímetro por Víctor del Árbol quién, sin duda, les ha dado vida con todo el cariño de su inspiración. Esto, desde luego, traspasa a cualquier lector que sepa verlo.

Uno de los personajes fundamentales (que no el protagonista, porque sería complicado definir quién es el protagonista) es Germinal Ibarra. Responde al prototipo de policía torturado, trastornado por el caso del asesinato de Amanda, en cuya resolución se involucró más allá de los estrictamente personal. Y ese pasado, que siempre vuelve para revolver las olas de nuestro recuerdos, azota su vida tranquila en A Coruña, junto a su esposa y a su enfermo hijo Samuel. Pero de esta especie de refugio lo saca con violencia la llamada de una mujer llamada Paola, está ingresada en el hospital víctima de lo que parece una brutal paliza. Desde este punto, con saltos temporales, con evocaciones de lo que ambos han dejado atrás, empieza a esclarecerse, muy poco a poco, esa niebla que cubre el Océano.

Gran parte de la trama se desarrolla en un Punta Caliente, un pequeño pueblo situado en A Costa da Morte, donde Paola ha estado escondida durante un tiempo. Allí, en busca de una paz y sosiego que no parece encontrar nunca, se ve involucrada en un amasijo de sentimientos que van más allá de lo que jamás pudo imaginar. Se vale el autor de personajes tan emblemáticos como Dolores, Daniel o Martina. Y a todas estas numerosas vidas que surgen en estas páginas, como lo hacen las gaviotas en las proximidades del puerto, las trata por igual Víctor del Árbol: con piedad, con paciencia y con profundidad.

Supongo que cualquier historia que utilice Galicia como telón de fondo se convierte en algo ineludiblemente especial. Porque ese latido, alma o influjo, esa leyenda, tan solo puede lograrse en un lugar a temporal, que parece aislarse del mundo. Donde tanto lo bueno, como lo malo, se intensifican más que en cualquier otro lugar. Al fin y al cabo, nos encontramos en el fin de la tierra.

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viernes, 13 de mayo de 2016

#CINE: Techo y comida, el estado del bienestar // ***1/2


"Techo y comida" es uno de estos films agónicos que incomodan, y mucho. Su fin no es recrearse en el Séptimo Arte, ni ofrecer una película de culto. No, su única meta es la denuncia socio política de un problema más que real: el paro, la falta de medios económicos y las pocas (o nulas) ayudas del Estado para estas situaciones de exclusión social.

Es Natalia de Molina, ganadora del Goya a mejor actriz, quien salva el trascurso del largometraje de manera bastante airosa. Interpreta a Rocío, una madre soltera, sin trabajo ni medios económicos, que ocupa un alquiler que no puede pagar y alimenta a su hijo con bocadillos de salchichas y vasos de leche rebajados con agua. A ella rara vez tenemos el gusto de verla comer. Se presenta ante una tesitura límite, a la que no sabe cómo hacer frente. Da la impresión de que Rocío está demasiado bloqueada cómo para actuar, apenas pone empeño y la sociedad tampoco le ayuda abrirse camino.

Se crea una atmósfera claustrofóbica, que nos hace removernos en nuestros sillones y apartar la mirada de nuestros televisores de plasma. De repente, nos damos cuenta que ese sándwich que devoramos sin darnos cuenta es un lujo, y que ese café caliente también. Porque para Rocío, y para su hijo Adrián, prepararse un plato de patatas fritas con una hamburguesa es asistir a un restaurante de alto nivel.

Refleja el gran vacío burocrático al que personas pobres y sin recursos tienen que enfrentarse. A la total y absoluta incomprensión de un sistema del "bienestar" que no encuentra maneras de ayudar a quiénes no tienen cómo ganarse la vida. Los organismos públicos se encogen de hombros con incomodidad, se escudan en conversaciones triviales y lo lamentan sin sinceridad. Pero mientras tardan seis meses en concederle cien euros para comer al mes (¡¡100€!!), Rocío tiene que conseguir alimentos, champú y zapatillas para su hijo pequeño.

"Techo y comida" se trata de un cuadro crudo que refleja una realidad actual y vergonzosa. Y dolorosa. Sin embargo, no logra crear esa empatía necesaria, ni tampoco esa sinceridad. Lo que pretende ser un reflejo costumbrista, se queda vacío y sin alma. El guion de una vida está poco explotado, y cabría esperar algo más.

Sin embargo, he de decir que este tipo de proyectos son muy necesarios para la conciencia social. No estaría mal que los políticos que gobiernan nuestro país se tomasen una hora y pico de su vida en verla. O, mejor aún, en experimentarla.

jueves, 12 de mayo de 2016

#ENTREVISTA: Mari Ropero, autora de "Cartas a Lucía"




"Creo que todos necesitamos nuestro tiempo y ella [Lucía], por los acontecimientos que la rodean, le es más difícil soltarse de la mano de esa niña que todavía vive en ella."


“Cartas a Lucía” es una novela mucho más intimista que “Ellas”. Se produce un cambio de registro narrativo prácticamente absoluto por tu parte entre una obra y la otra. “Ellas” es una novela puramente romántica, mientras “Cartas a Lucía” engloba mucho más... ¡Hoy nos visita Mari Ropero! 


M.B.Vigo: ¡Bienvenida, Mari! Es un placer recibirte en "Las mentiras que escribí".

M.R.: El placer es mío y muchas gracias por invitarme a este rincón tan "de verdad".

M.B.Vigo: Señalamos un importancia cambio de registro entre "Cartas a Lucía" y tu anterior novela, "Ellas". ¿A qué se debe este cambio? ¿Es algo voluntario, o surgió sin más?

M.R.: La verdad es que no sabría decirte, no soy capaz de plantarme ante un tema y escribir sobre él. Las historias surgen. Lo que tenía claro era que tendría que ser algo totalmente diferente a lo anterior. Me gusta ponerme retos y Catas a Lucía lo ha sido.

M.B.Vigo: Lucía es una joven bastante común y conformista. Con alma bondadosa, bastante sensible y un tanto torturada por los secretos que esconde su madre. En ella conviven, por un lado, una parte más infantil, y por otra unos ramalazos de madurez que no pasan desapercibidos. ¿Qué nos podrías contar acerca de tu protagonista? ¿Tiene similitudes contigo?

M.R.: Lucía está en esa edad en que tienes que decir adiós a la adolescencia y presentar una madurez que no siempre es la que los demás esperan. Creo que todos necesitamos nuestro tiempo y ella, por los acontecimientos que la rodean, le es más difícil soltarse de la mano de esa niña que todavía vive en ella. Yo por mi edad, probablemente tendría que haber dicho hace mucho tiempo adiós a esa niña, jajaja, pero me niego. Así que de alguna manera compartimos esa inocencia.

M.B.Vigo: La madre y la abuela de Lucía son dos pilares fundamentales para ella. Las tres mujeres tienen un vínculo muy estrecho, prácticamente irrompible. Las escenas familiares me hicieron evocar partes de mi propia infancia. ¿Son fundamentales estos lazos para Lucía? ¿Querías darle una importancia especial a este aspecto?

M.R.: Cartas a Lucía es la historia de una familia. Una familia donde sus miembros, seguramente nada convencionales para algunos, para mí sí,  tienen una unión fuerte e indestructible. Y no hay ningún secreto, se quieren y respetan.

M.B.Vigo: Además de su familia, hay alguien muy especial para Lucía. Se trata de su mejor amiga, Raquel, con quien los lazos parecen más fuerte que con el resto de sus compañeras. Raquel es un personaje que me ha encantado desde el principio, tiene mucha fuerza y mucho poder cuando hace su aparición. ¿Quién se Raquel? ¿Y cómo influye en la vida de Lucía?

M.R.: Creo que hay personajes que se crean para dar luz a otros, este es el caso de Raquel, y no fue adrede, con respecto a Lucía. Las dos forman un tandeen perfecto para recordarnos cómo surge ese primer amor. 




"Hay secretos que estoy convencida que podrían dar un vuelco totalmente a la vida que tenemos y conocemos. Los secretos que guardan las cartas que Lucía encuentra son muy importantes."


M.B.Vigo: El pasado está muy presente en esta novela. Llega a través de cartas, clandestinas, escondidas en la habitación de su madre. En ellas, se esconde algo que Lucía busca insistentemente, algo que pondrá su realidad patas arriba. ¿Puede, de verdad, el pasado que no conocíamos, cambiarlos por completo?

M.R.: Bueno, hay secretos que estoy convencida que podrían dar un vuelco totalmente a la vida que tenemos y conocemos. Los secretos que guardan las cartas que Lucía encuentra son muy importantes.

M.B.Vigo: En la portada de la novela vemos a una joven tras un naranjo. ¿Qué significado tiene este árbol para la historia?

M.R.: Tiene un simbolismo muy bonito y a la vez muy triste. En realidad son tres naranjos los que aparecen para recordar a una de las madres de Lucía, Blanca, cuanto amor sigue estando vivo, a pesar de que la persona que amas se haya marchado.  

M.B.Vigo: La publicación no es algo sencillo. Tú has vuelto a apostar por la firma "Edítalo-Contigo" para hacernos llegar tu trabajo a los lectores que, con tanto cariño, esperábamos con ganas leer algo tuyo. ¿Qué nos puedes contar de tu experiencia con la publicación? ¿Cómo mover tu trabajo para llegar al máximo número de personas posible?

M.R.: Tú lo has dicho, no es nada sencillo publicar cuando eres un humilde escritor que quieres que tu trabajo vea la luz. La autoedición, y aquí hablo de mi editorial, "Editalo- Contigo", es una de las mejores maneras de conseguir ver tu libro en las estanterías de una librería. Por su trabajo y respeto hacía el autor. Para mí mi editor no es solo eso, también es un amigo. Promocionar los libros no es tarea fácil, aunque hay que decir que los bolg como el tuyo hacen que tengamos la oportunidad de mostrar nuestro trabajo, dándonos un lugar muy importante. Por supuesto no me podría olvidar de los lectores que comparten y comentan, que se convierten en amigos a los que yo no me cansaré nunca de dar las gracias por su apoyo y cariño.  

M.B.Vigo: La literatura con contenido homosexual se está liberando del estigma del drama. Aunque este se deja entrever en tus páginas, los aires renovados son evidentes. ¿Estamos ante el fin del tan recurrente bollo-drama?

M.R.: No lo sé, aunque me gustaría que los personajes homosexuales no tuvieran que estar siempre rodeados de ese "drama". Escribir historias donde la realidad de mujeres y hombres no tenga que estar sujeta a los estereotipos de otros tiempos, sino a la realidad. Personas como tú y como yo que tiene los mismos problemas, preocupaciones, alegría que todo el mundo. Llevar la igualdad también a la literatura es una cuenta pendiente que poco a poco tenemos que conseguir.

M.B.Vigo: Detrás de todo escritor, hay un amante de las lecturas. ¿Qué libros guarda con cariño Mari en su estantería?

M.R.: He leído de todo. Desde libros de misterio hasta literatura erótica, pasando por libros de aventuras o biografías. Pero si tuviera que quedarme con un escritor, escritora en este caso, me quedo con Mónica Martín. Todos sus trabajos me dejan un poso muy especial. 

M.B.Vigo: Y, para finalizar, ¿estás trabajando en algún proyecto nuevo del que puedas adelantarnos algo?

M.R.: Sí, estoy escribiendo lo que será mi tercera novela. Una historia donde las relaciones intimas tienen mucha importancia para mi protagonista, que de nuevo es una mujer.

M.B.Vigo: Muchísimas gracias por tu tiempo, Mari. Te deseo la mejor de las suertes en tus andaduras literarias.