Hace un par de años tuve el placer de asistir a un concierto íntimo de Vetusta Morla en Santiago de Compostela. Era la primera ocasión que tenía de verlos en directo, y me encontraba inundada por el nerviosismo y la emoción. Como no podía ser de otro modo, llegamos varias horas antes de que Pucho y compañía comenzasen a tocar, pero había había una banda de teloneros que amenizaban la espera.
Es común que, a veces, ni siquiera nos dignemos a escucharles. De hecho, yo me encontraba anclada en la barra esperando con impaciencia, y echando un vistazo de soslayo a mi alrededor. Reparé que en las primeras filas, había un pequeño grupo de fans que se conocían las canciones y las entonaban con ahínco. Eso me llamó poderosamente la atención, y empecé a prestarles atención, al principio sin demasiado afán, pero poco a poco quedándome, de manera irremediable, prendada de su música.
Recuerdo el precioso tema que me hizo caer a sus pies. Se titulaba Miss Europa, y me encandiló por igual la música y la letra, pero sobre todo el sentimiento y la verdad que la banda, en su totalidad, depositaba en cada una de las notas, en cada una de las palabras, en cada uno de los segundos que permanecía sobre el escenario, aún a sabiendas de que la mayor parte de los allí presentes solo estaban pendiente del minutero de sus relojes. Después, me encantó el tema que cantaron en gallego, fermosísimo, Non quero perdelo. Supe que tenía una obligación conmigo misma de adquirir su disco y embriagarme de la profundidad de sus melodías, tan auténticas, tan diferentes, tan frescas.
Ahora, ya amante incondicional del grupo, al que sin duda me refiero con más cariño, estaba anhelante de escuchar su nuevo trabajo, Orden Invisible. La portada del álbum, ya de por sí, me resultó perturbadora sin poder evitarlo. Recrea (como podéis ver en la cabecera de esta entrada) una imagen dibujada que representa un escenario idílico que recuerda mucho a la que figura en los diferentes folletos religiosos que ciertos predicadores reparten de casa en casa o por la calle. Tras esta imagen, que es una crítica ya en sí misma, se esconde una colección de canciones intensamente sinceras, intensamente astutas e intensamente bellas. Esta temática está muy ligada a la de la novela que estoy escribiendo, Marafariña, por lo que ya me sentí íntimamente vinculada a este nuevo trabajo.
Desde Seremos Santos Inocentes, que bien casi se puede considerar un resumen o un índice de canciones, hasta Los Dinosaurios (que, personalmente, es mi tema favorito), pasando por Bella Durmiente y terminando con Junto a los Seres queridos, que da una finalización optimista y viva. Y aunque todas las canciones esconden detrás un trasfondo similar, las temáticas son muy dispares... incluso podemos disfrutar de Eternamente, que se centra en un amor vampírico; o de Highway to Heaven, la versión personal e inédita que Eladio y los Seres Queridos ha querido hacer del popular tema de AC/DC (y que es otra clara alusión al tema religioso, en consonancia con Dispositivo Celestial o la intransigente La Misa).
Eladio y los Seres Queridos se ha convertido en una de las mejores bandas indie de nuestro país, con profundas raíces gallegas, y con una música comprometida e íntima, una música que es sincera y puramente Eladiana. Es, sin duda, un grupo completamente imprescindible para los amantes de la música independiente o, tal vez, para los amantes de la música en general.
P.D: Nos vemos en el concierto que podéis disfrutar el día 5 de diciembre en A Coruña
Podéis escuchar sus canciones en su canal de Youtube
Y adquirir su último disco en su web
Desde Seremos Santos Inocentes, que bien casi se puede considerar un resumen o un índice de canciones, hasta Los Dinosaurios (que, personalmente, es mi tema favorito), pasando por Bella Durmiente y terminando con Junto a los Seres queridos, que da una finalización optimista y viva. Y aunque todas las canciones esconden detrás un trasfondo similar, las temáticas son muy dispares... incluso podemos disfrutar de Eternamente, que se centra en un amor vampírico; o de Highway to Heaven, la versión personal e inédita que Eladio y los Seres Queridos ha querido hacer del popular tema de AC/DC (y que es otra clara alusión al tema religioso, en consonancia con Dispositivo Celestial o la intransigente La Misa).
Eladio y los Seres Queridos se ha convertido en una de las mejores bandas indie de nuestro país, con profundas raíces gallegas, y con una música comprometida e íntima, una música que es sincera y puramente Eladiana. Es, sin duda, un grupo completamente imprescindible para los amantes de la música independiente o, tal vez, para los amantes de la música en general.
P.D: Nos vemos en el concierto que podéis disfrutar el día 5 de diciembre en A Coruña
Podéis escuchar sus canciones en su canal de Youtube
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