viernes, 15 de mayo de 2015

#SERIES: El ministerio del tiempo, el 'Siglo de Oro' de las series españolas // ****



Un inicio explosivo, un guión espectacular y un reparto castizo y talentoso. Indiscutible la calidad de esta apuesta de La Uno para su emisión televisiva. Junto con 'Cuéntame cómo pasó', una de las grandes promesas de la pequeña pantalla, un deleite para los amantes, tanto de las series, como de la literatura y de la historia.

Personalmente, los 'viajes en el tiempo' siempre me han gustado, me han llamado la atención. Los cimientos de la serie son jugosos, sus posibilidades son prácticamente infinitas. A expensas del estreno de la siguiente temporada, he de decir que los guionistas de esta pequeña joya han sabido jugar bien sus cartas, más que bien, creando un cúmulo de episodios inteligentes, atrapantes y muy interesantes.

Los protagonistas elegidos se adaptan a su medio con facilidad. Nos olvidamos de inmediato de su verdaderas personalidades, y se visten, se comportan, se transforman en sus personajes. El capitán Alatriste, la primera joven que fue a la Universidad y un enfermero del samur. Bajo esa premisa, que huye de los tópicos y busca algo distinto, se inician unas aventuras que nos transportan y nos hacen viajar por diferentes lugares, tiempos, encontrarnos con momentos claves de la historia y vivirla con intensidad.

Ágil y trepidante ritmo, ha conseguido hipnotizarme. Me alegra que nazcan estas apuestas televisivas, para sacudirse la mala fama y los prejuicios al talento e historias de nuestro país.

miércoles, 13 de mayo de 2015

#LITERATURA: Y en nosotros nuestros muertos, de recuerdos y de muerte // ***1/2


Conocí esta obra de Ana Medrano por una fortuita búsqueda por Twitter, herramienta social que se ha convertido en todo un portal de nuevos escritores. Evidentemente, se llegan a leer miles de títulos y portadas diferentes al día, y debemos ser selectivos y elegir tan sólo aquellos que nos transmiten algo diferente, aquellos en los que tengamos la sensación de encontrar ese anhelo que todo ávido lector amante de las letras encuentra.

Eso fue lo que me ocurrió al leer el título de 'Y en nosotros nuestros muertos' y la portada de un tono gris azulado, elegante y discreta al mismo tiempo. Estaba claro que esta novela se salía de lo común que se puede encontrar en el infinito mercado de Amazon, así que me decidí a darle una oportunidad y lo apunté en mi lista interminable.

Las páginas de Ana Medrano nos sumergen en una historia realista, cuyo desencadenante es la turbia muerte del padre de la protagonista, Nena Castelao. Nena, es sin duda una mujer que tiene el carisma y el enganche necesario para tratarse de una personaje perdurable que conecta en seguida con el lector. Es madre, trabajadora, luchadora y valiente. Y, al mismo tiempo, arrastra una mirada triste por los golpes que el pasado (y la muerte) han dejado tras de sí. A raíz del trágico fallecimiento, comenzará una vertiginosa investigación entorno a la desaparición de un espejo mágico que su padre guardaba en el taller.

Investigación policial, acción, amistad, amor, realismo y drama se entremezclan en una trama muy cargada de contenido, con un ritmo constante y buenos giros argumentales que mantienen al lector enganchado a la lectura en todo momento. Los personajes que acompañan a Nena son también muy importantes en el desarrollo de los hechos, principalmente Sole y Javier, que se convierten en dos pilares fundamentales para que la estabilidad de nuestra incansable Nena se tambalee.

En cuanto al telón de fondo, viajamos entre la urbana ciudad de Madrid, y la verde y mágica Galicia (Lugo), Un contraste muy necesario para darle credibilidad a ciertos matices de la historia. Verdaderamente, siempre me deleita mucho que mi tierra, sus costumbres, sus gentes, aparezcan en literatura. Creo que se trata de un escenario idóneo, místico, puro, hermoso. Mis felicitaciones a la escritora por tal buena elección.

'Y en nosotros nuestros muertos' es, por lo tanto, una novela actual, narrativamente impoluta y cargada de verdad. Muy recomendable.

lunes, 11 de mayo de 2015

#SERIES: Vis a Vis, una notable adaptación de Orange Is The New Black // ****



Hablando en exclusiva del capítulo piloto, he de decir que me ha sorprendido muy gratamente el nuevo enfoque y desarrollo que Atresmedia ha sabido dar a la popular y aclamada serie de OITNB, cuya aparición revolucionó, sin lugar a dudas, los tópicos que parecían irrompibles de las series americanas: una cárcel de mujeres, encima lesbianas, y encima el papel de la mujer es primordial. El paraíso de los guiones, al fin.

Vis a Vis es una remodelación de dicho proyecto, pero con un toque y corazón de nuestro país. Ya de primeras, y no me mordáis por ello, la protagonista Maggie Civantos, transmite mucho más que nuestra rubia americana, quién no ha conseguido caer bien a nadie durante tres temporadas. Y, lo mejor de todo, es liberarnos del lastre de Larry y la mejor amiga traidora, que resultaba soporífero.

Macarena (Maggie) entra en una cárcel privada española por un delito de robo y traspaso de capital ilegal. He leído varias críticas que atacan la falta de documentación de la serie, que no refleja una cárcel real. Bien, amigos defensores de la cultura americana, se deja claro desde el principio que se trata de un centro penitenciario de gestión privada, con sus propias normas y protocolos. Así que dejad de remarcar este aspecto, porque carece de argumentación.

Los personajes secundarios tienen fuerza, y son más creíbles y reales que los de su primogénita. No estoy realizando una crítica a OITNB, pero sí haciendo matices. Personalmente, me gusta más el tinte más sombrío y realista que han elegido en esta adaptación, y el humor más castizo de nuestro país en el que con toda seguridad nos sentimos más identificados. 

Resumiendo: buenas impresiones y sensaciones, notables interpretaciones y guión aceptable.

Consulta aquí su ficha en filmaffinity

viernes, 8 de mayo de 2015

#ENTREVISTA: Jesús Carnerero, 'Un lobo como yo'




"Llega un punto en el que cualquier cosa que sucede a tu alrededor es susceptible de inspirarte, te conviertes en una especie de esponja."

Hoy suena rock&roll de fondo en ‘Las mentiras que escribí’. Desde luego, es un placer recibir a Jesús Carnerero, escritor de ‘Un lobo como yo’, cuya crítica podéis leer muy gustosamente en este blog. Nacido en Badajoz, es aficionado al cine y a las series, es también un amante de la música y, por supuesto, del café.

M.B.Vigo: Bienvenido, Jesús, es un placer poder tenerte en estos lares. Por favor, ponte cómodo para charlar un poco, si te parece, sobre las letras.

J.C.: Me da la sensación de que llevo meses, no ya sin hablar de otra cosa, sino sin pensar en algo que no guarde relación leer y escribir, así que perfecto, creo que estoy preparado. Y encantado, por supuesto.

M.B.Vigo: Ya has escrito cuatro novelas y una novela blog. “Algún pecado raro” y, por supuesto, “Un lobo como yo” están disponibles, como no, en Amazon. Pero antes de hablar de la publicación, me gustaría que nos contases un poco qué se puede encontrar el lector al entrar en ‘Un lobo como yo’.

J.C.: Escribir he escrito mucho, pero publicar sólo dos novelas, o tres si cuento “La bruma”, que acaba de salir publicada en digital. Voy a empezar a dejar de contar lo que llevo escrito porque no tiene demasiado sentido, me pierdo entre microrrelatos, relatos y novelas. Mejor contar lo que va saliendo a la luz y punto. Antes me obsesionaba más ir diciendo “llevo tantas novelas”, pero como me he dado cuenta de que ni puedo ir publicando conforme escribo ni tampoco en el orden en el que voy escribiendo, mejor dejarlo así.

Siempre digo que “Un lobo como yo” es una pequeña muestra de una parte de mi vida, un fragmento de cierta lucha que mantuve con fantasmas o monstruos personales (que en la novela toman forma de mafiosos), de algo que me pasó dos veces en apenas cuatro años. Es decir, que por mucho que sea una novela negra, tiene una parte importante de carga biográfica. Es, casi por encima de todas las cosas, una historia de superación personal, y nada me gustaría más que alguien la leyese y la emplease para salir de algún bache o de algún mal momento, pues eso fue lo que sentí yo al construirla: que me estaba librando de ciertas cicatrices, heridas y recuerdos, que estaba superando muchas cosas y sucesos.

También es un homenaje tanto al cine de mafiosos, como a la música rock y a sus mártires, muchos de ellos tristemente prematuros; varios de esos músicos forman parte del plantel de protagonistas, Jeff Hyman el primero, pues no es otro que Joey Ramone, cantante de The Ramones, uno de mis grupos favoritos. Lo divertido, o lo que pienso que podría tener su gracia, es que el lector se encargue de dar con esos pequeños detalles y guiños a esos mundos. Quiero pensar que cualquier aficionado al rock o al punk los pillará sin esfuerzo, como cualquiera que haya visto El Padrino unirá cabos y averiguará por qué el guacamayo del capo para el que trabaja Hyman se llama Fredo, por ejemplo.

Y hay algo que no acostumbro a decir, pero que creo que es importante resaltarlo, y es que esta novela pretender cargar contra la corrupción en todas sus vertientes, pertenezcas al ámbito que pertenezcas y procedas de donde procedas; quería tratarla  como un fenómeno global, algo propio de los humanos, por desgracia, así que las nacionalidades de los personajes son múltiples y variadas, hay de todo, desde un brasileño hasta un griego, pasando por un español (no pude evitarlo, me lo ponen en bandeja), para no faltar a nadie ni pecar de nada. O para caer mal a todos, lo que la suerte decida.

Y bueno, tampoco quiero pasar por alto que es mi primera novela y supongo que en ella van los típicos fallos de un novato, pese a que antes de sentarme a escribirla contaba con un amplio bagaje tanto de experiencia personal como de aficionado a la escritura. No decidí ponerme de un día para otro, ni mucho menos, tiene muchísimas vueltas y mucho tiempo y dedicación detrás. Aun así, a menudo pienso que comencé la casa por el tejado, como sucede también en la propia historia con el asunto del concejal Richards. Si ahora tuviese que escribir otra primera novela, no sería Un lobo como yo, lo tengo claro. Me compliqué de mala manera, y sé que es un primer paso complicado para un novel. Cada fallo que tenga es lógico porque, además de que no soy ningún profesional, la novela tampoco ha pasado por manos de ninguno, ni correctores, ni editores, ni nada parecido, ya que soy totalmente independiente. Espero que las personas que se animen a leerlo no lo tengan muy en cuenta, o que los fallos no les parezcan excesivos. Tampoco creo que esté engañando a nadie ni obligo a nadie a comprar nada. Si parte de mis amigos y de mi familia todavía no me han leído, y cada día dudo más que lo hagan alguna vez, por algo será. Si no hay afición por leer, pues no la hay, qué vamos a hacer, aunque sea en tu círculo más íntimo.

M.B.Vigo: Jeffrey, el indiscutible protagonista, es un tío un poco desubicado que, a pesar de todo, despierta mucha ternura. No sé si esto era intencionado o no, imagino que tal vez. ¿Cómo fue el proceso de crear y dar vida a Jeff? Intuyo, de algún modo, cierto símil con el escritor...

J.C.: Claro, es lo que te acabo de decir: Jeffrey soy yo, o muchos aspectos de él son míos, o al revés, ya ni sé. Pero sí, al principio de la historia está completamente perdido y sin ganas de tirar hacia adelante, no cuenta con ninguna motivación. Hasta que la chispa que necesita, para motivarse y para empezar a darse cuenta de dónde está metido, le llega por sorpresa (en forma de chica, pero podría haber sido cualquier otra cosa: un trabajo, un viaje, algún descubrimiento, etc.) Y bueno, por el momento, no puedo evitar moldearlos según mi carácter y mi personalidad. A todos los protagonistas, no sólo a Hyman, ya que no sólo ocurre en esta novela, me pasa casi siempre, aunque cada vez menos; resulta agotador hablar por la boca y mediante los gestos y actitudes de otro además de por ti mismo, y soy demasiado tímido como para desnudarme de ese modo tan a menudo. Aunque al mismo tiempo que los artistas, pertenezcan a la rama que sea, deben posicionarse, hablar claro, e incluso provocar, así que no descarto nada… Por suerte, como ya he dicho, la gente que me rodea no son precisamente mis lectores más fieles, en general, si no, dudo que algunos siguiesen a mi lado o viéndome de la misma forma. En cualquier caso, últimamente trato de despegarme de mí mismo para activar la imaginación, debo escribir sobre cosas que no conozco y sobre actitudes que a lo mejor no comprendo o no acepto. Todo un reto, pero es que ya he puesto mucho de mí en lo que escribo y no dispongo de tanta energía como antes.

Y el proceso de darle vida tanto a Jeffrey como a cualquier otro personaje es una aventura como no conozco otra, es de lo más divertido que puedes hacer. Tal vez sea jugar a ser dios, y que eso signifique que tengo un problema, pero bueno, tampoco es que cree a un personaje perfecto, que todo lo puede, sin aristas ni rincones siniestros, o al menos eso quiero pensar. Si me comportase como un dios a la hora de escribir los protagonistas serían guapísimos (no me suele interesar describirlos físicamente) o siempre triunfarían, y no es así. Me importa más que todo encaje, que sea verosímil, y que aprendan una lección, aunque acaben mal.

M.B.Vigo: Es, el rock&roll, en cierta parte, lo que termina uniendo a Jeff con Sid, Scottie y Judy. Es un poco como el ritmo que parece encauzarlo un poco, aportarle cierta realidad (o irrealidad) a su presente. Eres amante de la música, imagino que un apasionado del rock. ¿La música es el alma de tu novela?

J.C.: Sin música no habría novela, de igual forma que yo no sería como soy sin la música. Soy un músico frustrado, un músico que escribe, alguien que tiene que escribir para superar su trauma de no saber tocar ningún instrumento. Y me he sacado de la manga tres novelas seguidas a partir de pensar en esas cintas, o CDs recopilatorios, que todos nos hemos hecho alguna vez, eso de juntar muchos temas y muchos grupos, los que más te gustaban, grabártelos y escucharlos a todas horas. Aparte de “Un lobo como yo” y “Algún pecado raro” existe otra historia aún inédita, tengo pensada otra que no sé bien cuándo la escribiré, y me gustaría no quedarme ahí porque eso significaría que sigo conociendo grupos y que no he abandonado la música, como por desgracia siento que está sucediendo al estar tan volcado en la escritura.

La parte buena es que vamos a intentar hacer presentaciones-rock, es decir mostrar las novelas desde un punto de vista más musical. Hasta la fecha sólo hemos hecho una, pero estoy seguro de que repetiremos. Hay de todo: lecturas, música de fondo mientras leemos, música en directo y letras de canciones pasadas por un filtro poético, etc. Una presentación bastante alternativa. Vamos, que el setlist que uso en las novelas sigue dando juego. Y espero que quien lea estas historias sea capaz de captar mi intención mínimamente, aun no siendo más que una interpretación subjetiva y personal de un colección de canciones que, probablemente, signifiquen algo distinto, o muy distinto, a lo que yo he querido entender.

M.B.Vigo: Si hablamos de música y de vida nocturna, tenemos que hablar del ‘Little’, el emblemático local al que todos nos gustaría salir una noche. ¿Es el Little un lugar ficticio? ¿O está inspirado en algo real?

J.C.: No existe ese bar, aunque cualquiera que lea la historia seguramente piense en alguno que conoce. Ojalá. Eso querrá decir que mi propósito se ha cumplido. Porque aunque no exista como tal sí que está inspirado en varios locales reales al mismo tiempo, de mi entorno, y más que en los locales, en los ambientes y en las situaciones que he vivido y disfrutado.

Eso sí, por mucho que el Little sea el punto de encuentro y el lugar donde se conocen Judy y Jeff, no es más que una metáfora de lo que muchas personas prefieren hacer antes de sopesar qué pasa con su vida y dar un paso decisivo para mejorar su situación: beber hasta olvidar, mentirse a sí mismo, engañarse, no actuar, dejar correr el tiempo. De ahí que la portada sea como es: dos direcciones y el bar en medio. Tú y sólo tú decides si elijes algún camino, sea el que sea, o si te decantas por entrar al bar, pedirte una copa y dejar lo de vivir para mañana.

M.B.Vigo: En cuanto a los personajes, la primacía de los personajes masculinos es clara. Incluso, diría, que Judy tampoco es el prototipo de tía femenina. Nosotros ya los hemos conocido pero, ¿Qué significa cada uno de ellos para ti? Y... esa esdifícilil... ¿Podrías elegir a alguno de ellos?

J.C.: Eso de la primacía de personajes masculinos me está costando algún que otro “disgusto” con mi pareja, que es también la ilustradora de las portadas, mi lectora beta y mi primera y principal crítica, ahora también desempeñando labores de correctora. De momento lo que he escrito es lo que me ha salido, yo no puedo hacer demasiado con lo que me dicta la inspiración, y si nada más que han salido hombres… Tengo previsto zanjar esa cuestión: estoy empezando a escribir una historia donde la protagonista es una niña, y lo siguiente que escriba, con un poco de suerte, estará protagonizado por una mujer. Hasta ahora no me había atrevido con mujeres por varias razones, pero ya te digo que eso va a cambiar. A ver si no meto la pata…

En cuanto a lo que significan para mí los personajes, no ya del “Lobo”, sino de todas las historias que escribo, ya lo expresé más o menos antes, cuando decía que era como jugar a ser dios sin llegar a serlo. Y es que todos los personajes me tienen que decir algo, aunque sea la persona más anodina y vulgar del mundo, necesito sentirme cómodo describiéndolo y poniéndome en su piel, así que, tarde o temprano siempre, o casi siempre, acabo identificándome con él, aunque sólo sea por rutina, por tratar con él/ella a diario y durante horas. Jeff es el protagonista de mi primera novela, y para mí es un tipo muy carismático sin contar con un destacado don de gentes, muy perspicaz, capaz de llevarse por delante a media ciudad sin necesidad de apretar un gatillo por él mismo, que vive una gran evolución que lo hace cambiar de forma de ser, o que más bien destapa su auténtica forma de ser. Creo que ningún otro personaje de ninguna otra de mis historias cambia tanto como él, ni tan rápido, y todo eso lo hace muy especial. Pero de todas maneras, si tuviese que escoger a uno, me quedo con Doug Colvin, el policía, el mejor amigo de Hyman, un hombre que sin ser corrupto (el único que no comete la menor falta) finalmente cede arrastrado por las circunstancias y faltando a su deber. Al menos lo hace por una causa que él considera noble.

Del resto de historias me cuesta más elegir, aunque Neil Oldman, protagonista de “Algún pecado raro”, también tiene mucho de mí y me es sencillo entenderlo  y apreciarlo. Hay por ahí varios, de otras novelas, que si salen a la luz y se les conoce van a dar que hablar. O eso espero. “La bruma”, mi última novela, la protagonizan un grupo de amigos y, aparte de que todos llevan una pizquita de mí, me es complicado quedarme con uno de ellos nada más. Me gustan los personajes especiales, los típicos con los que te encuentras en alguna película, o en la vida real, y no sabes qué pensar de ellos, de esos de los que incluso llegas a plantearte si su cabeza funciona bien o si vienen de otro planeta.

M.B.Vigo: Toda novela lleva detrás un complicado y exhaustivo proceso de inspiración. ¿En qué se inspira Jesús Carnerero? ¿El cine, la música? ¿Otros escritores?

J.C.: Me inspira principalmente el cine y las series. La lectura me ofrece más nociones de cómo tengo que contar las historias, aunque también me inspira, claro. Y la música, si recurro a ella, me lo pone todo bastante más fácil: hacer una lista de temas, repasarlos, imaginar qué podría salir de ahí, esbozar y al lío. Por eso decía que volveré a eso de la novela negra a ritmo de rock, da mucho de sí.
Por desgracia no soy capaz de leer al mismo tiempo que estoy concentrado en escribir, o al menos no puedo leer tanto como me gustaría, porque leo tanto como me permiten todos los procesos por los que tiene que pasar una historia desde que se concibe hasta que se publica, que no son pocos, y que como autor independiente me los tengo que comer todos, me gusten o no. Pero sí que es verdad que el acto de leer relajadamente y con sosiego lo dejo para el verano, ya que en Extremadura se hace bastante complicado hacer cualquier cosa por culpa del calor, y me gusta recargar la inspiración en esas fechas. Mis autores de cabecera son José Saramago, Charles Bukowski y Paul Auster, de ahí vengo, de ellos nace mi vocación (aunque puedo comprender que la mezcla sea imposible), leyéndolos a los tres brotan mis ganas de escribir, y sobre todo, de pensar y decir: “Quiero escribir”. Me gusta Roald Dahl, Hermann Hesse o Chuck Palahniuk, y muchos otros, especialmente los que cultivan el relato corto, pero no tengo un favorito, ni tampoco un solo género, suelo leer de todo. O de casi todo, porque me niego a leer bestsellers hasta que no ha pasado su ola de fama. De hecho, Millenium es de lo último que he leído. Y me ha gustado. También me inspira pasear con mi perro, la naturaleza, conversar… La vida misma, vamos. Llega un punto en el que cualquier cosa que sucede a tu alrededor es susceptible de inspirarte, te conviertes en una especie de esponja.

M.B.Vigo: La publicación es un lastre con el que, tarde o temprano, todo escritor debe lidiar. ¿Cómo fue tu experiencia en este caso? ¿Qué podrías aconsejar a otros escritores noveles en este aspecto para que no se desanimen?

J.C.: Yo arranqué con mucho miedo, repleto de dudas, y dando el triple de vueltas de las que ahora daría si volviese a empezar. Pero no hay mal que por bien no venga, no me arrepiento, ni siento que diese el paso demasiado tarde; llevo seis o siete meses, tengo tres novelas publicadas, me gustaría tener dos más para el verano (las primeras partes de un par de sagas, una de fantasía y otra de espionaje y conspiraciones), y para finales de año soy incapaz de decirte qué pasará, pero no sería de extrañar que ese número se hubiese incrementado, si todo va bien. Vamos, que tal vez metí la cabeza tarde, pero estoy ahí, con un éxito muy moderado, pero con gente que apoya y anima, y algunos incluso me leen, por eso no puedo rendirme sino que he de esforzarme cada día más para estabilizar todo y llegar a más gente. Me quedo con eso; el esfuerzo diario tiene, o debería tener, alguna recompensa. Llevo medio año, como digo, y puedo afirmar sin exagerar que no he vuelto ni a ser la misma persona, ni a ver ni a utilizar las redes sociales de igual modo, ni tampoco a pasar por alto algo que me pueda ser de utilidad, sea lo que sea. De nuevo, sale lo de ser un poco esponja. Todo en mi vida está centrado en aprender, avanzar y mejorar. Tampoco he vuelto a descansar igual, pero bueno, tengo mis esperanzas puestas en el verano. Espero que no me falle porque empieza a pasarme factura esto de no poder parar.

A todo escritor novel que quiera publicar solamente puedo decirle que tenga paciencia, que investigue y que se ponga a ello, porque si de verdad quiere publicar, con todo lo que internet ofrece va a acabar publicando, le lleve más tiempo o le lleve menos. Y si necesita directrices más concretas que contacte conmigo, no sería la primera vez que charlo con alguien que quiere saber cómo se publica y dónde puede hacerlo. Acabo de editar y maquetar una novela de un chaval que había publicado en papel y que quería publicar también en digital, pero ni sabía hacerlo ni su editorial le dejaba si no era pagando, lo que me parece lamentable y también bastante estúpido, cerrarse una puerta tan inmensa como es el mercado digital. Es que ni siquiera creo que sea una puerta que se pueda cerrar, pero bueno… Ahora bien, que publicar esté al alcance de cualquiera no quiere decir que se vaya a obtener éxito inmediato, nada más lejos. No pretendo pecar de egocéntrico, pero en mi caso, que obviamente es el que mejor conozco, es ahora, siete meses después de lanzarme a publicar, cuando una de mis novelas está empezando a llamar la atención. Y hablo de la primera de ellas, tengo otras dos, igual que hablo de cierto auge en las ventas, no de un boom impresionante… Pero no hay que desanimarse nunca. Lo bueno que tiene el mundo de la edición digital es que es abierto y global, que puedes ser un perfecto desconocido en tu país y un superventas en México, por ejemplo. Volviendo a mencionarme a mí mismo, es curioso que me veo en una situación muy particular. Y es que, o no me leen o gusto mucho a los que me leen. No existe un punto intermedio. No tengo una crítica mala, pero a cambio tengo muchísima indiferencia y pocos lectores. También está el lado amable, lo que me ha pasado contigo, por ejemplo: seguirnos por Twitter, charlar un poco y aquí estamos, haciendo una entrevista, has leído una de mis novelas, creo que te ha gustado… Me ha pasado varias veces, aun siendo pocas, y es cuanto sientes las cosquillas en el estómago y piensas: ¿Lo conseguiré? ¿Podré dedicarme a escribir tal y como pretendo, tal y como estoy luchando como un loco? Porque mi objeto no ser famoso, ni rico, ni bestseller: quiero vivir de escribir. En fin, que no sé qué me deparará el futuro (de aquí a final de verano o hasta que termine el año como mucho), pero a no ser que me convierta en el niño mimado de una gran editorial, no creo que me sintiese como me siento formando parte de algo distinto a la autoedición y a la autopublicación.

M.B.Vigo: Creo que estás inmerso en la publicación de una nueva obra... Seguro que tus lectores estarán encantados de conocer algún detallito más, si es posible.

J.C.: Y tan inmerso: acaba de salir a la venta en Amazon. Se titula “La bruma”, y de momento he dejado aparcado el rock y la novela negra. Es un thriller que empieza con los protagonistas sufriendo una serie de ataques de ceguera transitoria. Como forman parte del mismo grupo de amigos desde la infancia, se reunirán por motivo de la muerte de uno de ellos, algo que les lleva a poner en común, y también a indagar e investigar qué les provoca esos ataques de ceguera, además de otras dolencias. Se encontrarán con una vieja fotografía en la que aparecen todos junto a un niño que no recuerdan, pero que puede ser el hilo del que tirar para resolver el misterio de lo que les ocurre… Y lo demás pues tendrán que averiguarlo leyendo la historia. Me he divertido mucho escribiéndola, la verdad. Me encantaría que las personas que la leyesen también la disfrutasen tanto, y por supuesto que supusiese un nuevo paso en mi “carrera”, ya que desde mi punto de vista, como autor, es un revulsivo, personal y objetivo, evidentemente, pero aparte de lo bien que lo he pasado escribiendo, también creo que tiene algo distinto, algo que engancha. Y ha sido lo primero que he escrito en este 2015, ya metido completamente en la harina en la escritura, muy activo en internet, en medio de presentaciones de libros de papel, darme a conocer en la medida de lo posible, reseñas, entrevistas, etc. Vamos, que me enfrento a este nuevo lanzamiento viéndolo todo a través de un prisma distinto, comenzando desde cero, porque ésa es la sensación que tengo siempre, pero al mismo tiempo, teniendo el presentimiento de que ya estamos ahí metidos, bien sea con la cabeza, un pie, o el codo, no lo sé. Desde luego, no puedo sentirme ya como cuando publiqué la primera o la segunda, tan perdido y confuso, pero nunca se sabe. A ver qué pasa…

Jesús ha sido un placer realizarte esta entrevista. De verdad que la he disfrutado muchísimo, espero que tú también hayas pasado un rato agradable entre letras y música. Espero volver a leerte muy pronto, y volver a cruzarnos en este camino de letras.

¡Muchísimas gracias y hasta pronto!

martes, 5 de mayo de 2015

#LITERATURA: Nada, la trágica Barcelona de Andrea // *****


Es un deleite personal incorporar a estas alturas una nueva obra a mi reducido grupo de novelas favoritas. Y, cuanto más, si se trata de literatura castellana pura, escrita por una jovencísima Carmen Laforet y galardonada con el Premio Nadal en 1944.

La ficción autobiográfica de Laforet, quien se esconde tras la figura de Andrea, una joven que arriba a la gótica Barcelona de la posguerra para vivir en casa de su abuela mientras estudia letras. Su entorno, en ese nuevo hogar, está alejado de la calma: además de la abuelita, convivirá con su tía Angustia, su tío Román, su tía Juan y la esposa de éste, Gloria. Las relaciones interpersonales son catastróficas y, en ocasiones, rozan la locura. La pobreza y el hambre se apropia de los cimientos de esta pequeña burguesía de la España de entonces, reflejando las terribles secuelas de la guerra.

La visión de la protagonista, con matices fríos y poco sentimentalismo, a pesar de lo angustiosas que llegan a ser sus situaciones, crea una narrativa nueva, moderna y muy diferente a la literatura de la época. Cabe destacar el complejo desarrollo de los hechos, la psicología trabajada, caótica y pulida de cada uno de los personajes. El manejo de las conversaciones, los monólogos y las descripciones de las diferentes acciones. Si bien todo gira entorno a Andrea, lo demás también tiene relevancia y belleza (u horror) en la historia.

El aspecto ennegrecido, aterrador, bohemio, gótico, esperpéntico de la realidad que se resiste a aceptar como suya, forman parte del cuadro que Andrea transmite a través de las páginas, cargadas de metáforas maravillosas, diálogos profundos y personajes inolvidables. 

Y es que Ena se convierte en un pilar fundamental en la vida de la joven y, por lo tanto, es un pilar fundamental del argumento. Andrea y Ena congenian una amistad intensa, lo que la impulsará a ella (y al lector) a conocer otra nueva visión, más abierta, más alejada de la que se muestra en un primer momento, a la que se aferrará con fuerzas, con grandes ansias de superarse a sí misma. Resuelta a valerse por sus propios medios, la protagonista se abrirá paso a duras penas en una sociedad y en una familia que parece no tener hueco para ella.




  

lunes, 4 de mayo de 2015

#CINE: Chef, un película familiar sin grandes alardes // **


El director de Iron Man, Jon Favreau, adapta esta historia basada en hechos reales, sobre un Chef que, desubicado en su trabajo y vida personal, emprende una aventura gastronómica en furgoneta. El propio director es, también, el que protagoniza el film, pudiendo reflejar más fielmente el que es tambén su guión.

Denota, sin lugar a dudas, un entusiasmo por parte de su director/guionista/actor principal que pocas películas pueden presentar. Reflejada con tibieza, un ritmo lento y pausando, huyendo (sólo en ciertos momentos) de los tópicos y creando un guión que va dando tumbos acertados, recrea, a su manera, esta fantástica historia basada en hechos reales. 

Sin embargo, y a pesar de su entretenimiento, su originalidad y distinción, el film  no llega a brillar del todo, parece no alcanzar el nivel elevado que pretende, ni tampoco la conexión necesaria al espectador. Podemos clasificarla como agradable pero tristemente olvidable, lo que sin lugar a dudas deja un sabor agridulce y algo frustrante, cuando un buen plato no llega a estar del todo bien elaborado. Aunque también es cierto que, de la historia, no se podía explotar mucho más.

Digamos pues, que no evoluciona, se mantiene en una posición cómoda, poco arriesgada y sin demasiado alarde. Una más.

domingo, 3 de mayo de 2015

#LITERATURA: En un rincón del alma, un paraguas rojo // ****


Lo que más llama la atención de ‘En un rincón del alma’ es su ausencia de sinopsis. Únicamente una orgullosa lista de buenas críticas, una portada sugerente y un título atractivo nos invita a su lectura. En mi caso, fue su comparación con ‘Tomates verdes fritos’ lo que me animó a hacerme con el ebook que, por cierto, devoré en una tarde larga.

La historia de Jimena es cautivadora, tierna, intensa, hermosa. Pero además, me ha resultado diferente a cualquier otra novela que haya leído. Su forma, una mezcla entre narración epistolar y moderna, con saltos temporales (no-bruscos) y tibieza pura, hace de su lectura no sólo algo ameno, si no también algo tibio y acariciante, tal y como los buenos clásicos.

Podría, ser de hecho, uno de estos clásicos reconocidos y que la gente recuerda con amor y cariño, porque su calidad notoria y la viveza de su personajes cumple con estas características. Desde luego que las letras de Antonia J. Corrales me han parecido exquisitas, pobladas de verdad, de humanidad y de verdadero amor por el arte.

Destacar además, el personaje de Jimena… pero también de Remedios y Sheela convertidas en un trío que refleja los verdaderos valores de la amistad, uniones inquebrantables que, en ocasiones, superan los vínculos familiares. También destacar los personajes masculinos, aunque con evidente menos fuerza que estas tres mujeres, pero tiene su presencia como, digamos un latido que resulta primordial e importante para las decisiones y acciones que determinan la vida de Jimena.

Fascinante, además, el viaje interior. La narración en primera persona permite una empatía directa y fulminante con esta mujer, pues el lector vive, vive con intensidad, los sentimientos, recuerdos y sufrimientos de la protagonista. Es muy sencillo conectar con ella y sumergirse en su vida, como si viésemos todo a través de sus ojos. Y los latidos fuesen al unísono.

Muy recomendable para todos los amantes de la literatura de todo tipo. Una historia inolvidable, poderosa, dulce. Fascinante.