lunes, 4 de abril de 2016

#SERIE: Orphan Black, Maslany desafía a Bryan Cranston // *****


Sarah, mientras habla por teléfono de manera bastante desesperada acerca de su hija, Kira, es testigo de cómo una mujer se suicida arrojándose a las vías del tren. Puede ver, perpleja, cómo esa chica es idéntica a ella misma. Dejándose llevar por su desesperada situación y su impulsivo carácter, se apropia del bolso que ha dejado abandonado en el andén y desaparece de la escena.

Sarah (una espectacular Tatiana Maslany) suplantará, entonces, su identidad: se convertirá en Beth Childs, una inspectora de policía con una jugosa cantidad en el banco y una vida aparentemente perfecta. Frente a ella, se empezarán a crear un laberinto lleno de mentiras, de intereses contrapuestos y de experimentos humanos, que pondrán a prueba el límite de la razón.

¿Dónde radica la brillantez de "Orphan Black"? Resulta complicado volver a disfrutar de una serie después de que Breaking Bad dejase un listón tan alto, pero creo que estamos ante una dignísima rival que nada tiene que desmerecerle. Tal vez, y es cierto, que podemos hablar de cierta previsibilidad en las acciones y unos cuantos clichés molestos. Pero no radica en un argumento original, que bebe de la Sci-Fi de culto y del cine de acción de mayor calidad, lo que la hace resultar tan sobresaliente. Es, precisamente, en Maslany sobre la que recae todo el mérito.

Hablamos de clones, como puede adivinarse fácilmente. Clones que, por supuesto, es esta única actriz que interpreta y da vida, forma y personalidades diferentes. Sarah, absoluta protagonista y dotada de una personalidad idónea para buscar problemas. Helena, una mujer de preciosa cabellera rubia e intenciones aterradoras. Cosima, brillante científica y puramente tierna. Alison, una energúmena y frívola ama de casa. Juntas, formarán una extraña familia en busca de la verdad que se esconde tras lo que realmente son.

Son precisamente ellas (que no deja de ser tan sólo ella, una única actriz interpretando múltiples roles) lo que otorgan tanta fuerza y grandiosidad a la trama. Porque sí, aunque genéticamente idénticas, cada cuál tiene una personalidad propia, una manera de hablar peculiar y un comportamiento individual y muy distinguido. 

Mención especial a los secundarios, importantes e imprescindibles. En especial a Felix, hermano de acogida de Sarah, que se convertirá en el fiel escudero de todas y cada una de estas "hermanas". También a Art, inspector de policía, compañero de la fallecida Beth, que aportará cierto toque de seria comicidad a la trama. 

Adictiva, para diversos gustos y con un ritmo inmejorable. Desde luego que Maslany es una digna rival de Cranston.









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