Carol Munt, una de las autoras indies (y no indies) que más admiro y disfruto leyendo, vuelve a las letras. Y lo hace con fuerza y contundencia, con una historia muy diferente, muy dura y muy especial. "Nunca dejes de mirarme" se trata, en efecto, de una novela que me ha sorprendido absolutamente.
Con habilidad narrativa, destreza, ironía y riqueza, la autora nos acerca a Sara, una adolescente que, debido al trabajo de su madre, se ve obligada a dejar su vida en Madrid y trasladarse a la capital de Galicia durante un tiempo. Con el drama que esto supone para ella, todo parece volverse de una neblina oscura de desencanto. La casa en la que viven, la apremiante soledad y la dificultad para hacer amigos. Sin embargo, y será el encanto de estas tierras gallegas tan mágicas, la nueva realidad de la protagonista se tinta de nuevas oportunidades.Y una de éstas ocasiones se llama Dorian, un enigmático y torturado joven de ojos azules que apenas habla y que despierta en Sara muchas sensaciones contrapuestas difíciles de explicar.
Con la visión despreocupada de una adolescente, Carol Munt explota una nueva dimensión literaria personal. Un lenguaje ágil y desenfadado, pero empapado de riqueza novelística y de diálogos absorbentes, divertidos y demoledores por partes iguales. Una atmósfera extraña y petrificante que, en la calma de la soledad, se esconde la oscuridad más misteriosa, propia de las más terribles pesadillas.
La obra está escrita en capítulos breves, lo que facilita su lectura. No renuncia la autora al estilo más puramente intimista, pero le da un toque de novela más juvenil y urbana, introduciendo el caos de pensamientos de Sara en complejo y duro mundo del instituto. Es curioso cómo Carol Munt integra dentro de esta literatura reflexiva, el nuevo mundo de la "mensajería instantánea". Siempre me ha parecido un reto conseguir hacerlo con la delicadeza requerida, sin que moleste, sin que chirríe.
Es una lectura que he disfrutado especialmente, como una caricia. Es una novela ideal para recuperar el placer de leer, o para sumirse en ella en momentos cortos. Y, por supuesto, es una excusa perfecta para conocer a una escritora excepcional como pocas.
Podéis adquirir "Nunca dejes de mirarme" pinchando aquí
La obra está escrita en capítulos breves, lo que facilita su lectura. No renuncia la autora al estilo más puramente intimista, pero le da un toque de novela más juvenil y urbana, introduciendo el caos de pensamientos de Sara en complejo y duro mundo del instituto. Es curioso cómo Carol Munt integra dentro de esta literatura reflexiva, el nuevo mundo de la "mensajería instantánea". Siempre me ha parecido un reto conseguir hacerlo con la delicadeza requerida, sin que moleste, sin que chirríe.
Es una lectura que he disfrutado especialmente, como una caricia. Es una novela ideal para recuperar el placer de leer, o para sumirse en ella en momentos cortos. Y, por supuesto, es una excusa perfecta para conocer a una escritora excepcional como pocas.
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