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miércoles, 13 de enero de 2016

#CINE: JOY, la inverosimilitud del éxito // ****



¡Cómo está el cine!

Es toda una suerte disfrutar de tantas películas nuevas, diferentes, que parecen querer aportar algo nuevo al fin, historias con verdadera fuerza, historias que anhelaban ser contadas. Si el 2015 me resultó un año bastante vacío en mi faceta más cinéfila, lo cierto es que en este 2016 no he dejado de toparme films que han resultado todo un acierto. Y recuperar este entusiasmo por las películas era algo que me resultaba muy necesario...¡A ello vamos!

No podía esperar a ver "JOY", ¿quién no? Jennifer Lawrence de nuevo protagonizando cartel con Robert DeNiro y Bradley Cooper, un reparto que ya ha demostrado cuajar muy bien en la gran pantalla. "Joy" es una historia de una mártir: una mujer divorciada, con dos niños pequeños, una madre encerrada en su cuarto viendo una repelente telenovela, su ex viviendo en el sótano con su padre, cuyo estado psicológico deja mucho que desear. Con esta tesitura, parece que se somete al personaje a una presión muy difícil de soportar, como una avalancha de despropósitos que desmoronarían a cualquiera.

Y Joy se desmorona, sí. Que, por cierto, Lawrence ha creado un personaje extraordinario, con una debilidad evidente pero una fortaleza digna de admirar. El cabello revuelto, las camisas manchadas, las mejillas sonrosadas y una fatigante falta de sueño, son todo el maquillaje con el que esta mujer cuenta para salir adelante y agarrar la vida con uñas y dientes. 

No es más que una niña que creció sin darse cuenta, cuyos sueños se quedaron por el camino por dedicarse a cuidar a los demás. Su matrimonio ha sido un fracaso digno de asumir, rompiendo la única estela de esperanza que le quedaba. ¿Qué puede hacer ahora? Pensar, a Joy se le da bien pensar, a Joy se le da bien inventar cosas...

Dignos de admirar en esta historia son los personajes secundarios (todos lo son, menos ella, que resplandece). Los padres suponen el reflejo del fracaso y la debilidad; su ex marido es su mejor amigo, un cantante nocturno con expresión de fracaso; su mejor amiga se convertirá en su pilar fundamental para volver a creer en los sueños; su hermanastra es una especie de antagonista encubierta con la mirada afilada. Parece un laberinto, y los constantes giros de guion inesperados así lo demuestran.

Con mucha habilidad, al estilo "Shamless" el drama más puro, que ahoga al espectador menos empático, se entremezcla con la sátira y la comedia negra, con mucha habilidad. Pero lo más importante es la fuerza innegable de un personaje femenino único, que se vale por si mismo, sin la necesidad de ser un maniquí hermoso respaldado por un hombre. Esos valores, sí, los que tanto necesita el cine.

¿Y lo más criticable? Sin lugar a dudas, y a pesar de lo que disfruto de ver a Lawrence en cualquier papel, que una joven de apenas 25 años represente a una mujer cercana a la cuarentena. ¿Qué lugar le queda a las actrices de cuarenta años o más? ¿Y qué imagen real quiere otorgarnos el cine? Resulta poco convincente, sí. Y duramente desalentador.  

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