Se me hace prácticamente imposible realizar una crítica de una obra tan personal, tan real y tan dolorosa como lo son los Diarios escritos por Alejandra Pizarnik. Este conjunto de pensamientos, deseos, agonías y verdades desnudan el alma torturada e intranquila de una mujer que luchó consigo misma y contra el mundo que la rodeaba. El carácter autobiográfico es desgarrador.
Me ha provocado mucha rabia y mucho desosiego su tristeza inherente en cada una de las palabras escritas. También me he sentido muy identificada con el vacío de muchas de sus ideas. Había frases dilapidarias, pero hermosas. Se me han antojado mucha de ellas eternas, como si aún latieran en mi interior sin que pueda despegarme de su fuerza tormentosa.
Creo que, en especial, para cualquier amante de la literatura y, sobre todo, escritores, encontrarán en esta obra mucha inspiración y mucha realidad sobre lo que supone la necesidad de la que no se puede escapar de contar historias. Inmensa es, desde luego, la mente del artista y del ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario