"Cada historia que escribo me hace más libre"
Mediterránea
de raíz, y
profesora de Geografía e Historia, Eley Grey se estrena como escritora con su obra ‘Las mujeres de Sara’, una
novela con un fuerte sentido emocional, acción y compromiso social, que he tenido el gusto de
reseñar
en ‘Las
mentiras que escribí’.
M.B.Vigo: Eley, es un verdadero
placer recibirte en este humilde portal literario. Muchísimas gracias por haber accedido
a realizar esta entrevista. Espero que la disfrutes tanto como yo.
E.G.: El placer es mío, eso seguro. Por encontrarme con gente amante de las letras y las
historias como tú. Gracias.
M.B.Vigo: Comencemos, si te
parece, hablando un poquito acerca de lo que es para ti ‘Las mujeres de Sara’. Está claro que se trata de una obra personal, o eso es lo
que yo he sentido al leerla. Digamos que está cargada de verdad. ¿Cómo nace y crece esta novela? ¿Qué es lo que te impulsó a escribir?
E.G.: Bueno, por un lado, aclarar que
no se trata de una obra personal, aunque, quizá, lo
maravilloso de la literatura es precisamente eso, que puede ser realidad lo que
se crea, lo que se inventa. Este es el caso de Las mujeres de Sara, una
historia de ficción que podría ser perfectamente una vivencia real (mía o de
cualquier otra mujer).
En cuanto a cómo nace y crece o qué
me impulsó a escribir, es algo que he hecho siempre, escribir,
crear historias, cuentos. Sin embargo, siempre lo he hecho para casa, para mí. Esta vez, después de descubrir la literatura
LGTB, sentí
la necesidad de compartir con la
gente mis historias, mis pensamientos y mi manera de ver el mundo, desde una óptica (al menos esa ha sido mi intención) que
refleje la normalidad, la diversidad y la visibilidad.
M.B.Vigo: Ya por el título, intuimos que se trata de
una novela homosexual. En los tiempos actuales, esto no debería de ser nada exótico pero la triste realidad es
que sigue siéndolo en
gran medida. Creo que, de todas formas, es importante que este enfoque se
normalice y que siguen naciendo obras literarias de amor entre personas del
mismo sexo con toda la naturalidad posible. En la obra, sin querer desvelar
demasiados detalles del argumento, Sara tiene cierto conflicto interior con su
sexualidad. ¿Has buscado
de esta forma algún tipo de desahogo personal, o es una manera de ayudar a otras
personas en una situación similar?
E.G.: Pienso que la literatura tiene
un objetivo fundamental, a parte de entretener, y es el pedagógico. Independientemente de la temática
tratada, provocar la reflexión o el debate es fundamental para
mí, no sólo en Las mujeres de Sara,
sino en todo lo que escribo y/o publico.
M.B.Vigo: Sara es una persona
fuerte pero, al mismo tiempo, sufre una terrible debilidad en unos puntos
claves del argumento. Digamos que es aquejada por una de las enfermedades más difíciles que existen: la depresión. He de decirte que tu forma de
reflejar este estado me ha transmitido mucho. ¿Cómo has conseguido desarrollar tan
bien este matiz? ¿Cerrando los ojos, sintiendo, estando ahí?
E.G.: Supongo que el que más y el que menos ha pasado por situaciones de debilidad, de
desesperación e incluso de hundirse hasta el
cuello, como le pasa a nuestra protagonista. Compartir esta sensación puede ser una manera de aliviar a quienes pasar por algo parecido.
Una forma de trasmitir la importancia de la lucha personal y la búsqueda del deseo por vivir y ser feliz. Algo, por otro lado, que todos
tenemos desde que nacemos, pero que, a veces, por circunstancias, podemos ir
perdiendo.
M.B.Vigo: Hay varias mujeres que
se cruzan en la vida de Sara. De una manera u otra, todas influyen en su vida
para bien o para mal. Pero hay una que sobresale por las demás, que brilla con luz propia. ¿Qué puedes hablarnos de esa diosa griega? Tal vez supone la liberación personal de Sara.
E.G.: La respuesta a esta pregunta
puede estar relacionada muy directamente con mi respuesta anterior. La idea de
Sofía viene por ese derecho universal
que todas y cada una de nosotras tenemos
en el momento de nacer: el derecho a ser felices y libres. La diosa griega
personifica ese derecho en la vida de Sara.
M.B.Vigo: Hablando de liberación,
¿ha supuesto
para ti algún tipo de
liberación plasmar
ideas en esta novela? Digamos que la literatura nos libera, rompe el hielo de
nuestros miedos.
E.G.: Por descontado, la literatura
nos libera, aunque a veces nos puede condenar, según se mire.
Esto último lo digo desde el sentido más positivo (aunque pueda sonar mal), porque a veces sucede que la
necesidad de escribir se hace adictiva, como una especie de droga de la que no
quieres desengancharte. En mi caso ha sido así, si bien
es cierto que cada texto, cada historia que escribo me hace más libre (paradojas del arte, supongo).
M.B.Vigo: Está claro que, como profesora, el final didáctico de la novela es clave...
E.G.: Sí, como he
dicho antes, para mí
el objetivo del arte en general
debería ser el pedagógico, porque aprender, aprendemos todos y lo mejor es que lo hacemos a
lo largo de la vida, día a día. De nuevo
es una opinión personal, pero creo que esta
capacidad nos puede hacer mejores personas.
M.B.Vigo:
Sara se aísla en un
pueblo donde busca tranquilidad. Algo que nos ayuda a escapar en algunos
momentos: irse a otro lugar, lejos de las ciudades, a buscar paz. ¿Dónde encuentra Eley Grey esa paz?
E.G.: Yo la encuentro en casa, junto a
mi mujer, en la montaña, en la playa, en la ciudad… hace ya un tiempo aprendí que la paz
hay que encontrarla en el interior de cada uno, si la encontramos ahí, estará
en todas partes.
M.B.Vigo: Detrás de todo artista hay muchos componentes que influyen en su creación: libros, cine, series... ¿Cuáles son las semillitas que juegan
a ser tus musas, Eley?
E.G.: Leo de todo y veo casi de todo.
Todo tipo de géneros literarios y autores,
incluso en los idiomas que puedo controlar (castellano, valenciano/catalán o inglés). Pero me encanta el género de misterio o los textos que consiguen engancharme desde pronto,
las historias que me atraen desde la primera página.
Cuando un autor o autora consigue eso, la tengo a mi lado siempre.
M.B.Vigo: El proceso de publicación es algo arduo, duro y a veces
imposible. ¿Puedes
contarnos un poco cómo ha sido tu experiencia en este aspecto? ¿Qué le dirías a otros escritores que aún están
pendientes de dar el paso?
E.G.: Les diría que escribieran, que leyeran, que siguieran sus instintos y sus
deseos, que hicieran lo que verdaderamente les hace felices, porque lo demás, tarde o temprano, llega.
M.B.Vigo: Y, por último, para finalizar, ¿En qué proyectos está
sumida Eley actualmente? ¿Qué podremos leer en un futuro firmado por ti?
E.G.: Ahora mismo estoy esperando
publicar mi segunda novela (Todas están locas) y sigo trabajando en distintos
medios a través de relatos cortos (Hay una
lesbiana en mi sopa -Columna de opinión:
Cromosoma Ilegal, en el periódico digital El Cotidiano y
en el portal Universo Gay). También publico
periódicamente la serie: Ser lesbiana
en este pueblo y no morir en el intento -Revista Mirales-.
Infinitas gracias de nuevo, Eley,
por haber accedido a realizar esta entrevista. Espero que nos volvamos a cruzar
en este camino de letras.
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