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viernes, 22 de mayo de 2015

#CINE: A cambio de nada, enternecedora y pura... pero irregular // ***


Daniel Guzmán ha dirigido y escrito 'A cambio de nada' con el corazón. Esto no es discutible. Cualquier espectador con nociones de cine que se acerque a una sala a ver este film lo sentirá, lo verá. Este tipo de sentimientos se palpan y es entonces donde nace la magia del cine (digamos de autor) más independiente, más castizo y más sincero. Un cine sin tapujos, sin despliegues de medios, sin maquillaje. Como una fotografía de la realidad, una realidad distorsionada que a Dario, el protagonista, se le presenta muy difícil.

Donde radica la hermosura de 'A cambio de nada' es en una cuidada y pulida verosimilitud en las interpretaciones, muy enfocadas al teatro. Increíbles y realistas, desde luego, haciendo principal hincapié en Dario (Miguel Herrán) y Luismi (Antonio Bachiller) que debutan en la gran pantalla con un despegue que no podía ser mejor. Los hechos se desarrollan en un Madrid turbio, donde las oportunidades se tuercen y la vida es complicada para el ciudadano de a pie. Dario, que lidia a duras penas con el divorcio de sus padres, se convierte en un superviviente que parece querer huir de su realidad y buscar la salida por diferentes caminos. Pero, en realidad, nada es 'a cambio de nada', pues todo termina teniendo un precio a pagar.

Las principales carencias radican en el argumento en sí. Está claro que no se trata de un guión extremadamente complicado, ni sería necesario, pero se nota el transcurso del film un tanto desestructurado lo que crea incomodidad y cierta indiferencia a medida que avanzan los minutos. Digamos, que el film es disperso, que no centra su tronco en nada, lo que termina siendo exasperante un confuso para el espectador. Varias historias secundarias se van sucediendo, con la aparición de diferentes personajes, pero que no empiezan en ningún momento ni terminan de forma correcta. Esta es la principal carencia que le he encontrado, y lo que me impide puntuarla de forma más generosa.

Sin embargo, ha resultado una sorpresa y la he disfrutado. Un buen cine español, de compromiso social, complejo psicológicamente y que denota sinceridad y realismo. Recomendable para todos los amantes de la cultura cinematográfica más real.

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