Disney apuesta por un arriesgado
musical (de dudosa naturaleza familiar) luciendo un reparto de lujo. Con esta
premisa, un halo oscuro y desbordando lo que parece ser un gran proyecto, un tráiler
melodioso e hipnotizante llena las salas de cine prediciendo lo que, tal vez,
iba a ser un estreno de éxito.
No fue así. A pesar de éxito de
Frozen (el último gran éxito, con un importante peso de la musicalidad) la
bruja de Merly Streep no consiguió ni engatusar del todo a los niños ni a los
mayores. Lo cierto es que no me resulta del todo difícil de asimilar: el filme
es terriblemente largo, caótico y, a mi parecer, ha arriesgado demasiado y el
resultado es chirriante, torpe y un tanto vergonzoso.
Vale. Siempre que entras a ver un
film de la famosa compañía cinematográfica sabes que va a haber tópicos, que el
guión va a estar hiperendulzado, que no se va a salir de unos esquemas
preestablecidos, que poco o difícilmente podrá impresionar al espectador más
exigente (incluso al más complaciente). Pero a mí, lo que me ha ocurrido con “Into
the Wood” fue diferente a eso. Digamos que me vi un poco superada. La película
pretendía innovar y ser transgresora, lo cierto es que había guiños
irreverentes y canallas que consiguieron arrancarme alguna risa. Algunas de las
canciones conseguían llenar de magia la pantalla, pero desaparecía a los pocos
segundos cuando se volvían pesadas y densas, con una letra poco ágil (y menos
mal que las dejaron en V.O). También cabe destacar que Disney huye del tópico
princesa en apuros y nos muestra a unas mujeres que rompen esquemas, se
enfrentan a los hombres y sobre las que recae el peso de la historia (o la
mayor parte). Supongo que sería incluso aplaudible, después del soporífero
machismo que debemos de soportar los fanáticos del cine.
Pretendía ser original, innovar,
mostrar algo diferente. Pero está llena de carencias, de vacíos en el guión,
roza lo absurdo, es poco hábil y avanza con torpedad. A ratos pasa todo muy deprisa,
a ratos se detiene aletargadamente. A partir de la segunda hora me ha resultado
insufrible.
Me encantan los musicales, pero esto
no me ha llegado a entusiasmar. Pero ver a Merly Streep siempre es un deleite.
Qué mujer.
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