He tenido el placer y el gusto de 'prologar' esta segunda parte de la exitosa Saga Imposibles, firmada por la carismática y sensible madrileña Abigaíl Villalba Sánchez. Una joven que, a su 24 años ya ha visto sus sueños cumplidos de publicar no solo una, si no dos novelas románticas de considerable éxito en Amazon.
¿Y cuál es el secreto de su éxito? ¿Cómo ha conseguido impregnar el Corazón de los miles de lectores de Lo Imposible? Con un sentimiento especial a la hora de hacerse con la pluma y plasmar entre las páginas de sus libros un oleaje de sinceridad íntima, del dolor maravilloso que provocan los amores distantes, los amores que parecen imposibles de alcanzar. Y también, por supuesto, dando vida, vida real, a los personajes que protagonizan sus novelas
En esta segunda parte, dejando atrás a nuestra irascible Rosalyn y al apuesto Marcus, toman las riendas la tierna Emily y el poco ortodoxo Geoffrey. Lo que parece un encuentro de opuestos, una batalla abierta y real, se convierte en la explosión de un romance cargado de traumas, de recuerdos que no se pueden olvidar, se situaciones extremas, de momentos inolvidables que cortas la respiración. Abigaíl hace nacer una historia extraordinaria, que engatusa al lector con una facilidad apabullante. La magia de la literatura, la vida de los libros, la intensidad del corazón que no deja de latir.
La Saga Imposibles crea en el panorama literario actual una corriente sin precedentes, un romanticismo clásico pero modernizado con lo mejor de lo que la literatura contemporánea puede ofrecernos. Liberándose de los tabús y de las mordazas de otra hora, se nos muestran los amores más libremente, sin ningún tipo de censura o de miedo, y escapando completamente de los cánones convencionales. Lo mejor de ayer y lo mejor de hoy.
Miles de personas en todo el mundo ya se han dejado enamorar por las hermosas historias de Emily y Geoffrey, lo que respalda el hecho de que, para cualquier amante de la literatura romántica, Recordando lo imposible, se convierte en una obra obligatoria de la que no podrás escapar.
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