Según el propio autor nos hace saber en el prólogo de la obra, y con constantes referencia a lo largo del texto, 'Niebla' no se trata de una novela, si no de una "nívola", pues se desarrolla con pequeñas grandes diferencias que la hacen diferente, alejada, a todo lo demás.
Niebla fue escrita en el año 1907 y publicada siete años más tarde, en el año del estallido de la Primera Guerra Mundial. Enfrascada en lo que parece una historia común, se nos presenta Augusto, un hombre que sufre la soledad a raíz de la muerte de su madre, que no tiene esposa y que vive con la única compañía de un matrimonio que le sirve en el hogar. Nuestro protagonista, a través de sendos monólogos interiores y diálogos densos con otros amigos o , llevaba a cabo un estudio de sí mismo, de la mujer y de la vida (no-vida, no-existencia) que empieza a torturarlo cuando se plantea si es real o se trata de algo mucho más allá.
La filosofía empapaba cada una de sus páginas, empezando por el título y terminado por un epílogo que muy hábilmente elige el autor para cerrar esta obra maestra de la literatura española. El amor tortura a Augusto, que se enamora de Eugenia, una mujer transgresora, diferente y apática. Sin embargo, en lo que él determina como el conocimiento de la 'MUJER', que se trata de una sola alma representada en todas las mujeres, empieza a despertar sentimiento amorosos por Rosario, la muchacha que le plancha la ropa y Livduvina, su criada. Esa suerte de sentimientos, rocambolescos y desorbitados, hacen que la calmada rutina de Augusto se rompa drásticamente.
Pero lo más destacable de esta nívola, es la aparición como personaje del propio escritor, Miguel de Unamuno, para dialogar directamente con el protagonista acerca de su situación personal y su propia existencia. Esta rotura, radical, de la cordura literaria, hacen que 'Niebla' sea una obra completamente imprescindible, de una originalidad desbordante y de una calidad propia de un grande escritor de nuestra literatura.
"Esto es la niebla, esto es la nivola, esto es la leyenda, esto es la historia, la vida eterna."
Miguel de Unamuno, Salamanca, Febrero 1935
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