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domingo, 21 de septiembre de 2014

#LITERATURA: La mensajera de los sueños imposibles, la turbia vida de Marie // ***1/2



"La mensajera de los sueños imposibles" es el segundo (y ambicioso) trabajo de Nieves García Bautista, una de las más aclamadas escritoras de la biblioteca amazónica, que puede presumir de dejar en sus lectores opiniones sobrecogedoras y positivas, con una facilidad casi apabullante.

Sentí mucha curiosidad por el argumento, y me empujé a leerlo con afán de saber qué era lo que tanto había embaucado a otros muchos. Y lo cierto es que, para mi grata sorpresa, no me sentí defraudada con las páginas que transcurrían ante mis ojos. Principalmente, he de decir que Nieves ha conseguido desarrollar en Marie un personaje enternecedor, con el que cualquiera se puede sentir identificado. Marie es tibia, poderosamente especial y completamente impresionante. Sin embargo, también es una joven difícil de entender en ocasiones. Las razones máximas que mueven a nuestra protagonista, su aura de misterio, son un secreto para el lector en el transcurso de la lectura (eso sí, no es preocupéis, todo queda bien anidado al final).

La obra se compone de tres partes, con una historia desarrollada con saltos en el tiempo y entre Francia y España. La escritora ha tenido la habilidad de crear, ella misma, ciertos lugares que le convenían para el desarrollo de su historia, de la vida de Marie, Olivier, Lana, Peter, Iñigo, etc... lo cuál es un punto muy importante e interesante. Otro punto muy importante de esta literatura es la variedad de personajes, cuyas vidas se entrelazan unas con otras y todas tienen una razón de ser. Me encantaría señalar otras muchas características, pero no deseo revelar nada del argumento para aquellos que todavía no la hayan leído.

En cuanto a la narrativa de Nieves, es suave y elegante. Tengo que señalar que me ha gustado muchísimo más la segunda parte, que considero mucho más superior al resto de la novela; siendo la última parte la más flojita. Eso sí, dudo que nadie se sienta decepcionado con esta obra, en la que Nieves García ha dado vida, alma y esencia a unos personajes que en seguida el lector sabrá amar, ha desarrollado una historia compleja y sencilla, y ha conseguido que yo me haya podido evocar de mi realidad para introducirme de lleno en la suya. 

Tengo la completa certeza de que se trata de una autora que nos traerá trabajos muy interesantes. Habrá que seguirle la pista.

LO MEJOR: El turbio personaje de Marie.
LO PEOR: La última parte.

jueves, 18 de septiembre de 2014

#CINE: BOYHOOD (Momentos de una vida), los fotogramas de Mason // ***1/5



"Mamá, ya sé como se crean las abejas..."

Richard Linklater comenzó a rodar este ambicioso film (y, si se me permite, un tanto pretencioso) en el verano del año 2002, y finalizó en agosto del año pasado. Doce años en la vida de Mason (el encantador Ellar Coltrane), un proyecto que ha sido poderosamente aclamado por la crítica como "Obra maestra", aplaudiendo su potencial, su hermosura y su trascendencia real. 

Sin embargo, a primera vista, la película no puede ser más simple: La vida de un niño desde los seis años hasta su época universitaria, con todo tipo de peripecias, dramas, momentos felices y días negros. Pero tras todo esto, se esconde un mar de posibilidades (y tantas, dado que la película roza las tres horas de duración): diálogos profundos, inquietudes superfluas, fuerte crítica social, opiniones políticas, la guerra, la crisis laboral, etc. De hecho, da la terrible impresión de que le director busca, por todos los medios, crear ese trasfondo magistral sin percatarse de que eso es algo que no se puede forzar... porque en el momento que se fuerza, chirría.

Diré que los primeros años en la vida de Mason son espectaculares, y hasta ese momento preciso en el que el muchacho deja su infancia y se convierte en un adolescente perturbado, estaba completamente segura de estar presencia el estreno de una obra maestra (similar a lo ocurrido el año pasado cuando se estrenó "La Vida de Adele"). Pero después, sin magia, el argumento, el transcurso, el guión, los personajes, el ritmo... Todo.. decayó estrepitosamente hasta precipitarse en el subsuelo del aburrimiento y lo monótono (eso sí, sin perder ese halo de pretenciosidad por excelencia).

Su evidente magia se trata principalmente de un espectáculo en el que presenciamos el crecimiento fugaz de la vida del muchacho, de su familia y sus amigos (y si se me permite hacer referencia a lo mismo que podemos apreciar, más acertadamente, en la serie española "Cuéntame cómo pasó...", o en el magistral "El show de Truman"), que es un buen ensayo a la fugacidad del paso del tiempo, a  la pérdida de nuestro yo pasado o al deterioro y desaparición de la inocencia, y con ella la felicidad natural. 



Pero lo más sobresaliente, y tal vez lo más difícil de apreciar, es la crítica enmascarada al ''Sueño Americano". Hace referencias constantes al patriotismo (podemos ver a Mason juran bandera en clase), se detiene en críticas atrevidas a trágico 11S y a la guerra de Iraq, e incluye algún que otro debate de política, apoyando al actual presidente de los Estados Unidos. Y aunque en un primer momento esto puede parecer otro truño americano, si se reposa con calma las ideas y situaciones, nos encontramos que desangra, sin más, el principio que tanto le gusta al cine del otro lado de la gran charca, y lo cuál es una suma utopía en el mundo actual: "Si te esfuerzas en conseguir algo, lo tendrás". Eso, precisamente eso, es un minipunto interesante a favor de BoyHood.

Ahora bien, si comparamos "Momentos de una vida" con otros grandes films del cine europeo, vemos que no consigue, ni de lejos, transmitir, hacer sentir y trascender lo que los nuevos directores vecinos han conseguido. A parte de la ya citada última ganadora de Cannes, también contamos con "Philomena", "Tomboy", "Amour", "De óxido y hueso" o "Carmina y Amén" y un exquistísimo etcétera. Con esto, da la impresión de que "BoyHood" intentaba acercarse a este cine más costumbrista, más social, más cercano. 

Digamos que en ciertas partes lo consigue, digamos que en otras muchas ni se acerca.


LO MEJOR: El crecimiento de Mason.
LO PEOR:  Poca evolución a partir del ecuador del film.



lunes, 15 de septiembre de 2014

#LITERATURA: El señor de las moscas, un macabro juego de niños // ***



'El señor de las moscas' es la primera y más célebre novela de William Golding. Como tema principal se puede decir que trata sobre la 'pérdida' de la inocencia, o tal vez sobre la maldad intrínseca en la más joven edad.

El argumento es popularmente conocido: Un grupo de niños de diferentes edades sobreviven a un trágico accidente aéreo y, sin adultos, deben luchar por sobrevivir. Sin dar intensos detalles sobre dicho suceso, ni tampoco sobre la vida anterior de los chicos, es como si la historia empezase justo en ese momento inicio. El autor no pierde el tiempo en ponernso en situación, nos deja ahí, perdidos como al resto de personajes, y poco a poco empieza a desvelar los detalles.

Personalmente esperaba que la novela fuera algo más de lo que en realidad ha sido. Exceptuando los últimos tres capítulos, el resto de la novela me parece bastante común y poco sobresaliente, a excepción de algún que otro pasaje bien narrado (sobre todo en las descripciones) y la riqueza del vocabulario. Supongo, pues que hay dos formas de leer 'El señor de las moscas': como una novela más o como un ensayo filosófico.

Como un ensayo, su lectura cambia. Vemos el cambio en cada uno de los niños al enfrentarse a todo tipo de peripecias. Cada uno lleva intrínseco en sí mismo ciertas cualidades que los diferencian de los demás: Ralph es el lider, Piggy la cabeza pensante, Jack el feroz antagonista, etc. ¿Podría verse como una distopía? Se corroborá que sí, pero no queda demasiado claro, porque realmente tampoco termina hondando en ningún tema, ni reflexionando propiamente dicho en nada.

No me ha desagradado, pero tampoco me ha entusiasmado. Se me ha caído completamente el mito que vivía alrededor de esta obra, considerada una obra maestra por muchos. Disfruté de su lectura, porque es amena y sencilla, pero la olvidaré con la misma facilidad.

LO MEJOR: La descripción.
LO PEOR: Su poca profundidad.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

#LITERATURA: La ridícula idea de no volver a verte, la historia de vida y muerte de Marie Curie // ****


Rosa Montero me ha acompañado en determinadas épocas de mi vida. Recuerdo el día en que la conocí. Cursaba no sé que año de la ESO, por aquel entonces yo todavía le rondaba a la idea de escribir mi propia novela. Recuerdo que trabajaba en un prólogo, que no cesaba de modificar, parte en la que estuve atascada durante meses. La profesora nos habló de Temblor, una novela de ciencia ficción protagonizada por Agua Fría, y que es una de las obras de fantasía más sobresaliente de la literatura castellana. Recuerdo haber rodeado con un destartalado lápiz el título, y también haber subrayado el nombre de Rosa Montero. Ese momento se quedó grabado en algún punto de mis recuerdos para surgir de manera espontánea.

Varios años después, cuando ya había dejado atrás mi época estudiantil. Ya estaba trabajando y atravesaba uno de los momentos más crudos de mi corta existencia, me topé de casualidad con Agua Fría. Me llegó de manos de un compañero de trabajo que me lo regaló, diciéndome que una lectura así me ayudaría a distrarme. No se equivocaba. El gran derroche de imaginación, la fuerza, la valentía y el afán de superación de la protagonista me infundieron unas secretas e insólitas ganas de enfretarme a mi propia vida.

No tardé mucho en leer Lágrimas en la lluvia. Publiqué una crítica brevísima e insulsa sobre ella en el portal de Librofilia hace un par de años. Hoy, al releerla, me di cuenta de la poca realidad de mis palabras. Marcó un antes y un después. No es común encontrarse libros de esas características en la literatura en castellano. Tampoco lo es, tristemente, que los personajes femeninos tengan tal fuerza y poderío. Bruna Husky fue de gran ayuda para mí, aunque suene a tópica y absurdo. Releí la novela varias veces. Guardo mi ejemplar como oro en paño y lo he regalado siempre que he tenido ocasión.  Es, y será siempre, una de mis novelas favortias.

Y las #Coincidencias me han llevado a toparme con La ridícula idea de no volver a verte. Estaba sumergida en la lectura de Ensayo sobre la ceguera, y ya en las últimas páginas estaba anhelando pasar a leer la biografía de Marie Curie, de Pierre, de Rosa y de Pablo. 

¿Una biografía? No. La ridícula idea... no es tan sólo una biografía. Es mucho más. ¡Oh, Rosa! ¿Cuántos comentarios más por el estilo recibirás al día? Tan sólo seré una aguja en un pajar. Sin embargo, al leer tus palabras, esas palabras cargadas de verdades, de dolor y de felicidad, sólo me puedo sentir poderosamente indentificada contigo. Pocas veces se despierta en mi está unión entre escritor-lector. Disfruto muchas veces de las novelas, sí, pero muy pocas veces conecto de esta forma. La última vez fue con La Rebelión de Atlas.

Da la impresión que Rosa Montero ha querido traspasar parte de sí misma al papel. No es una crítica negativa. Es brillante. Hay personas que jamás aprenden a desnudarse frente al lector de esa forma, carecen de esa facultad. En una parte, la autora confiesa que no se siente #Libre, o no completamente en su escritura. ¿No sentirse libre? Yo la he visto libre. Volar libre entre capítulos, entre palabras. Escribiendo para ella misma, para Pablo, para Marie. Y olvidándose de mi, y del resto de sus seguidores fieles. ¿Eso es no sentirse libre, Rosa? Eso es libertad. Y no pude evitar sentir una punzada de pura envidia al leer como te relatabas, te desahogabas, hablabas de ti, a mí, a nosotros, a sabiendas de que te leeríamos. A sabiendas de que podríamos conocerte más. A sabiendas de que sabríamos más de tu dolor. 
Siempre he deseado hacerlo. Escribo una novela, una gran pequeña novela, desde los doce años. Por supuesto, ha cambiado mucho a lo largo de década y pico. Sin embargo, este libro en el que trabajo con ahínco, es simplemente un bálsamo para mi misma. Un motivo. Un alivio. Un aliciente. Un llanto escrito. Pero me tortura, me quema, me abrasa la idea de que no llegue a ser leído, no llegue a ser comprendido. Se entierre en mi misma, porque solo llegue yo a acariciarlo. ¿Eso es ser más libre? ¿Escribir sin pensar en los lectores? Puede. Pero es una libertad encapuchada.

Volviendo a la crítica, he de decir que Rosa hace alarde de sus dotes como escritora sin que parezca suponerle un esfuerzo. Es suave, dulce, como un caramelo, una caricia, un susurro. Y los capítulos transcurren con crudeza, sin miramientos. Con fuerza y debilidad. Cuenta anécdotas realmente escalofríantes. Otras hermosas. Otras más amargas que el café. Parece, semeja, ser una amiga íntima de Marie Curie que la acompañó a lo largo de su vida. La mujer química era mucho más que eso, y en su afán de hacérnoslo saber, Rosa no escatima en detalles, en motivos, en sentimienos.

Me gustaría, sin querer desvelar más del libro, porque creo que cada cuál debe descrubirlo por si mismo, la guinda del pastel, cierro la crítica. No sin antes, eso sí, subrayar que mi novela Marafariña tendrá parte de esta misma... porque la historia de Marie Curie ahora también forma parte de mí: 

"No seas tan mujer. No seas tan femenina. O no lo seas tanto como yo lo he sido. Sé otro tipo de mujer. Sé una mutante. Esa hembra sin lugar, o en busca de otro lugar"



martes, 9 de septiembre de 2014

#LITERATURA: Flush, el cocker spaniel de Miss Barret // ***





"Flush" es una novela corta de nuestra aclamada y peculiar Virginia Woolf (aquella de 'Las Horas'). También es el nombre del cocker spaniel de Elisabeth Barret, el protagonista por excelencia de este regalo de páginas entrañable y ameno, que cualquier amante de la raza canina sabrá disfruta en sobremanera.

Verídico, o eso se presume, es un relato autobiográfico, vivido desde el hocico y orejas de este inquieto y dispuesto can, que sufre todo tivo de peripecias y dificultades a lo largo de su corta existencia. Peludo, perro pijo, un tanto tosco y sumamente acomodado, seguimos las pezuñas de Flush junto a su ama, su especie de Diosa Todopoderosa, por la que el animal rige su vida. V. Woolf lo hace con tal delicadeza, que incluso hace pensar que en alguna ocasión ella misma se sintió como el propio Flush, un perro-mascota de su propia vida. O tal vez soñó con serlo.

La elegancia, el sentimentalismo y la importancia del papel femenino, así como la enfermedad, están latentnes en las líneas de la novela. Son características claves en la autora (en esta época en la que su literatura aún era feliz, y estaba cargada de energía) que sus lectores han aprendido a amar y valorar. Una idealista del amor y de las buenas intenciones, de la sociedad alta de Londres, amante del arte, de la literatura y de las naturaleza, Virgina Woolf no escatima en detalles a la hora de situarnos en el lugar y momento en el que transcurre la historia. 

Recomendable como lectura ligera, amena y sin demasiado que desgranar. Es tierno y bonito, se lee en un par de tardes (o en una si se tiene tiempo). 

LO MEJOR: La originalidad de vivir la histori a través de los ojos de un perro.
LO PEOR: Su brevedad.

viernes, 5 de septiembre de 2014

#LITERATURA: Ensayo sobre la ceguera, la enfermedad blanca // ***1/5






Partiendo de la base que José Saramago nació en el seno de una familia de clase media baja, que careció de medios económicos para estudiar, y que sus ideologías progresistas fueron poderosamente censuradas... tener el privilegio de poder leer libremente 'Ensayo sobre la ceguera' y otros de sus grandes títulos es algo que cualquier lector que se precie sabe valorar.

Popularmente, el ensayo de Saramago está al alcance de todos. Su comprensión es sencilla y su lectura es amena e interesante. Sin embargo, la crudeza de su narración hay que tenerla en cuenta. La sensibilidad de los más aprensivos puede verse resentida en determinados fragmentos que se exponen sin tapujos, sin temores, sin la temida censura.

Repentinamente, una epidemia muy contagiosa hace que la población de un país (que no se determina, ni tampoco se determina si se expande a nivel mudnial) se quede completamente ciega paulatinamente. El pánico empieza suavemente hasta estallar en el corazón de la obra. José Saramago aprovecha este argumento, esta trágida cirunstancia, para reflexionar, no tan sólo sobre la imposibilidad de ver, si no también sobre las facetas más crueles y egoístas de la sociedad y el ser humano.

Su forma de escribir es diferente a cualquier otra. Los personajes no tiene nombres propios, siendo identificados por características genéricas: El médico, la mujer del médico, la chica de gafas oscuras, el niño estrábico, etc. La razón de esto, puede ser, tal vez, que carece de importancia su identidad en sí, pues se pierde lo que son, o lo que eran, en el momento fulminante de que son encerrados en cuarentena en un manicomio abandonado. Sea como fuere, no se necesita tener detalles minuciosos de cada uno e ellos para conocerlos, empatizar con ellos y apreciar su evolución (o des-evolución).

Condierado un genio, la literatura de Saramago puede antojarse caótica en ciertas partes. Sus diálogos son escritos sin guiones, sin puntos. Separados por ',', sin respetar los sígnos de puntuación ni ciertas reglas ortográficas, queda latente que para el escritor premio nobel era más importante en contenido que la forma del mensaje. Es complicado pensar através de su mente, pero se puede llegar a conocer mucho de sus ideas a través de su escritura tan personal.

LO MEJOR: Su originalidad y crudeza.
LO PEOR: Cierto caos en la narración